Los dividendos de las cotizadas del IBEX 35 con cargo a los presupuestos de 2023 ascienden a cerca de 29.000 millones de euros, de los cuales casi 10.000 millones corresponden a la banca, que ha cerrado el ejercicio con beneficios récord. Aena retribuirá a sus accionistas con 1.149 millones, un 61% más que en el año anterior; Repsol abonará en 2024 un total de 1.095 millones, un 30% más, mientras que Iberdrola elevará el dividendo en más de un 10% y distribuirá más de 3.500 millones. Muchas de las firmas del selectivo abonaron ya una parte del dividendo a cuenta de 2023 durante el año pasado y completarán los pagos en los próximos meses, tras haber cerrado sus balances.
El conjunto de las cotizadas españolas distribuyó entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2023 un total de 30.086 millones de euros en dividendos, una cifra que incluye pagos a cargo de los presupuestos de 2022, según los datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME).
"El crecimiento económico después de la pandemia tanto a nivel nacional como global está impulsando los ingresos y las ganancias de las empresas, aumentando también la rentabilidad, lo que les permite distribuir mayores dividendos a sus accionistas", señala a EFE Sergio Ávila, analista senior de IG. "En segundo lugar, algunas empresas han acumulado reservas de efectivo durante períodos de incertidumbre económica, y ahora estén en condiciones de devolver capital a los inversores a través de dividendos", agrega en analista".
Gran banca
En un entorno de tipos de interés elevado, la gran banca española ha registrado un año con beneficios récord, que también se traduce en un abultado reparto entre sus accionistas. CaixaBank distribuirá el 60% del beneficio logrado en 2023, con un dividendo por valor de 2.890 millones de euros y un programa de recompra de acciones. De ese importe, en torno a un 32,2% irá a parar a la Fundación Bancaria La Caixa, y el 17,3%, al Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
El BBVA incrementará por su parte un 28% el dividendo, y junto con una recompra de 781 millones elevará la retribución de los accionistas por encima de los 4.000 millones. El Santander repartirá 2.769 millones en dividendo, un programa que igualará con otro de recompra de acciones; Banco Sabadell aumenta un 55% su remuneración, con 326 millones en dividendo (666 millones de remuneración total), y Bankinter pagará dividendo por valor de más de 400 millones.
Beneficios para el Estado
La participación del Estado en diversas cotizadas arrojará a las arcas públicas unas ganancias a partir del cobro de dividendos de en torno a 1.500 millones de euros. A través del ente público Enaire, el Estado controla el 51% del gestor de aeropuertos Aena, que con un dividendo previsto de 7,66 euros por acción le reportará cerca de 585 millones de euros. El FROB, con una participación del 17,3% en CaixaBank, recibirá por su parte unos 508 millones. Esos ingresos se complementarán con los dividendos de las empresas participadas a través de la SEPI.
La sociedad estatal controla el 20% de Redeia, que le reportará unos 108 millones de euros; el 4,2% de Airbus, que se traducirá en unos 93 millones en dividendo, y el 5% de Enagás (cerca de 23 millones). El 27,99% de capital en Indra permitirá ingresar más de 12 millones y el 10,36% en Ebro Foods más de 10 millones. Las ganancias del Estado se complementarán con la entrada prevista de la SEPI con un 10% en Telefónica, que repartirá durante este año 0,3 euros por acción en dos pagos, en junio y diciembre, lo que se traducirá en ingresos de unos 170 millones.