No hay empresa o trabajador que no se esté preguntando cómo lo tienen que afectar los aranceles impuestos por Donald Trump o bien sus reacciones. Los más rápidos a reaccionar son los mercados bursátiles, que llevan días de caídas pronunciadas con algún momento de rebote. La incertidumbre sobre la afectación a las empresas y a la economía hace que los inversores retiren sus activos con el fin de evitar mayores pérdidas si las empresas donde invierten se devalúan. Y, en este contexto de tensión geopolítica e incertidumbres, existe un índice, conocido como índice del miedo, a que mide la volatilidad de los mercados. Está, de largo, en su momento más alto desde la pandemia.
El índice se llama Volatility Index o índex Vix y da en los mercados una idea sobre cómo de grave una situación de incertidumbre por su confianza a futuros. Desde el año 1991, solo ha superado los 50 puntos en dos ocasiones: el 20 de marzo de 2020, pocos días después de que se declarara la pandemia mundial de covid, llegó al 66,04. Solo una vez desde 1991 se superó esta cifra: el 24 de octubre de 2008, poco después de que Lehman Brothers se declarara en quiebra, este índice abrazó los 79 puntos.
Estas dos cifras de dos de los momentos más críticos para la economía mundial sirven como punto de referencia para entender hasta qué punto la crisis arancelaria actual es grave por sus implicaciones en los mercados. Después de caídas acumuladas en un 11,6% en el Ibex-35 o un 12% en el Nasdaq desde que Trump hizo oficiales los aranceles definitivos del 20% en la Unión Europea y del 54%, el índice del miedo se ha disparado hasta el 49,79%, una cifra que desde el año 1991 solo se ha superado en los momentos antes mencionados, la pandemia y la crisis financiera global.
Durante los primeros días de la invasión rusa en Ucrania, que por la dependencia energética del gas ruso y la importancia de las materias primas que exportan ambos países generó una crisis inflacionaria de las peores en los últimos años, este índice nunca llegó a superar los 32 puntos. Eso significa que, en términos de miedo en los mercados, la crisis arancelaria es un 53% más grave que la invasión rusa de Ucrania.
Como las mismas bolsas, el índice del miedo tiene una fiabilidad relativa porque cambia al ritmo que lo hacen los acontecimientos. Pero también es cierto que si se mira con perspectiva histórica, sus momentos álgidos han coincidido con momentos muy complicados para la economía mundial.
La volatilidad del índice Vix mide el ritmo de bajadas y subidas de los mercados mundiales. El Chicago Board Options Exchange lo creó el año 1993 y se basa en el índice S&P 500, que contiene las 500 empresas que más cotizan en la bolsa de los Estados Unidos. El cálculo del índice Vix se basa en las opciones de compra que vencen en un periodo de entre 23 y 37 días.
El pánico bursátil se ha desatado desde que Trump anunció unos aranceles que buscan, por una parte, protegió el producto y promocionó la industria de los Estados Unidos y, de la otra, una posición de fuerza para negociar con los otros países, que ya empiezan a reaccionar con aranceles recíprocos. Así lo anunció China, que anunció unos aranceles del 34% a los Estados Unidos que entran en vigor a partir del 10 de abril.
Europa, por su parte, estudia una respuesta y por ahora, más allá de las ayudas anunciadas a las empresas por parte del Gobierno, que movilizará 14.000 millones de euros, la principal reacción ha sido una propuesta de dejar a cero los aranceles de productos industriales tanto en un sentido como en el otro. La locura en los mercados es tan pronunciada que durante unos minutos las bolsas de Wall Street se dispararon y todo apunta que fue debido a un tuit falso en el cual se informaba que Trump podría dar una tregua a los aranceles. Lejos de eso, poco después amenazó en China con subirlos todavía un 50% más.
Los analistas, por su parte, empiezan a ver posibilidades de recesión, a pesar de que algunos como el CEO de Gesinter, Kai Torrella, lo rebaja todo asegurando que se trata de una crisis llena de "turbulencias, pero no son estructurales ni permanentes. El analista jefe de Axa Investment Managers, Gilles Moëc, apunta a una "desaceleración" que será menor en Europa que en los Estados Unidos. La incertidumbre, en cualquier caso, es lo que domina el relato internacional, extiende el miedo y provoca más ventas que compras de acciones que hacen traquetear los mercados.