La manida metáfora del aleteo de las mariposas y cómo afecta a la otra punta del mundo se adapta a las bolsas mejor que a cualquier otro escenario. Unos datos del paro peor de lo esperado en Estados Unidos son el principal motivo por el que, a estas horas, el IBEX cae un 2,7% a las 11:30 de la mañana. Pero, para tener este fuerte efecto, el daño ha hecho escala en Japón. ¿Cómo ha sucedido? 

Los inversores tienen en cuenta los indicadores macroeconómicos para realizar sus inversiones y recoger sus beneficios, algo por cierto que es habitual en agosto, lo cual tiene un efecto bajista en los mercados. Pero la caída pronunciada de la Bolsa de Japón y su efecto en las bolsas europeas tiene en el origen dos hechos principales: la bajada de los tipos de interés en Japón y la peor cifra de paro desde octubre de 2021 en Estados Unidos. 

Tras unos años de tipos de interés negativos y una muy buena marcha, ejemplar, de la economía, con el yen a la baja como atractivo para los inversores, Japón empezó el año con una contracción económica y una inflación a la que el Banco de Tokio decidió poner una solución a contracorriente con el signo último de Europa y Estados Unidos: subir los tipos de interés. Así, estos pasaron del 0 al 0,25% en una subida que era la mayor en Japón desde 2008. 

En Estados Unidos, mientras tanto, las cifras de desempleo de Estados Unidos del pasado viernes arrojaron una cifra peor de lo esperado: un 4,3%, cifra muy baja si se compara, por ejemplo, con la española, pero elevada en los parámetros de actividad económica estadounidense en los últimos años. Tanto, que es la cifra más elevada desde octubre de 2021. Esto sucedía en la misma semana que Intel anunciaba que despediría a unos 15.000 trabajadores, el 15% de su plantilla, tras presentar pérdidas de 1.488 millones en el primer semestre, y tras unos resultados de algunas de las grandes tecnológicas que, aunque elevados e incluso de récord, no satisfacían las expectativas. 

Pese a los buenos resultados de las empresas del IBEX en el primer semestre del año, la jornada del viernes fue muy mala para el selectivo español: cayó un 4,4% en la semana y un 1,67% en un viernes que se saldó con caídas en Milán (2,55% en un día), Fráncfort (2,33%), París (1,61%) y Londres, un 1,31%. 

Pero lo peor del contagio por el miedo a la recesión estadounidense estaba por llegar y lo ha hecho durante la tarde de este lunes, si hablamos en horario de Tokyo, mañana en términos europeos. La combinación entre los titubeos de las tecnológicas y un posible contagio a las asiáticas, con un aumento de tipos que encarece los préstamos y el miedo a la recesión estadounidense, ha llevado al Nikkei a su peor caída desde 1987, con un 12,40% en tan solo una jornada. 

Una caída tan brusca en una bolsa tan importante tiene efectos en todo el planeta, en términos de inversores. El IBEX, tras una fuerte caída del 2,5% al inicio de la sesión, se ha estabilizado en esta cifra durante las horas posteriores y al borde de la media sesión. El Dax alemán se dejaba un 2,38%, el CAC fracés un 2,10% y el FTSE italiano un 2,1%, lo mismo que el FTSE de Londres. La dinámica parece estabilizada en las bolsas europeas con caídas del 2% que, además del contagio japonés, tienen que ver con la recogida de beneficios de los inversores en agosto, coincidiendo con los resultados semestrales y el inicio de las vacaciones. En unas horas sabremos si el golpe es más profundo.