El reglamento MiCA proyectado por la Unión Europea, las advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el hecho de que las tenencias de criptomonedas se tengan que declarar en la declaración de la renta… son algunos de los ‘avances’ que los organismos institucionales han hecho sobre el mercado de los criptoactivos. Pese a la insistencia de muchos de ellos de regular el escenario criptográfico, la mayoría de las medidas oficializada en los últimos años se han quedado en nada, sobre todo atendiendo a la situación actual del mercado de las criptomonedas.
Los agentes del mercado creen que el momento actual es propicio para avanzar en un marco legal que realmente proteja a los inversores y que, a su vez, dote de credibilidad a un sector que, debido a los hechos acontecidos durante 2022, está más en entredicho que nunca. El pasado ejercicio mostró las debilidades del entorno de las criptomonedas. La industria cripto se vino abajo después de que varios proyectos de calado como Terra LUNA, Celsius o FTX se derrumbasen. Esto ha germinado una inseguridad y una incertidumbre inversora que hacen que el momento actual sea propicio para la incorporación de un marco legal.
Alberto Gordo, cofundador de Protein Capital, cree que la introducción de una regulación “es más necesaria que nunca para dar credibilidad al sistema”. Para Javier Castro-Acuña, business controller de Bitnovo, “una mayor regulación en el sector será clave para la adopción y la confianza en el ecosistema tras la debacle de varias plataformas en 2022”. Cristina Tomás, profesora de EAE Business School, expresa que “es imprescindible regular este sector, cuanto antes, mejor”.
Las criptomonedas han venido para quedarse
Es evidente que los actores del mercado están alineados en la necesidad de que se delimiten unos parámetros legales que doten de mayor confianza, seguridad y credibilidad a la industria de las criptomonedas. Desde hace varios años, tanto Gobierno, como los entes de mayor importancia del país, han mostrado su convencimiento a la entrada de un marco que regule a las criptomonedas. Pese a esto, todos los avances hechos en materia regulatoria han menguado ante el abrupto crecimiento del ecosistema cripto.
Y es que, pese a que el escenario criptográfico no vive su momento más boyante, la adopción de los activos y el peso sobre las finanzas es creciente. Poco a poco, los inversores institucionales han ido entendiendo que la tecnología que hay detrás de las monedas electrónicas está llamada a cambiar las finanzas tal y como las conocemos.
Del mismo modo, líderes empresariales, como Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank, entienden que las criptomonedas son un fenómeno que han llegado para quedarse y que, por lo tanto, necesita regularse. Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, expresó en el pasado julio que “las cadenas de bloques permiten optimizar muchos procesos que requieren costosas infraestructuras centralizadas”.
El sector camina pese a no vivir su mejor momento
Pese a que las quiebras de FTX, Celsius, o Genesis, entre otras, han activado las alarmas del sector, la realidad es que sigue siendo un entorno pujante, el cual mantiene adeptos y, poco a poco, va interesando a más inversores. El hecho de que el entorno cripto avance a este ritmo sin estar en su mejor momento, hace más evidente la necesidad de que se regule el mercado, sobre todo para evitar desastres como los vistos durante 2022.
De ahí que varios agentes del mercado reclamen la entrada de un marco regulatorio amplio. Los retrasos dados en materia de regulación “no ayudan al sector”, tal y como afirma Javier Castro-Acuña. El ejecutivo cree que el motivo por el que no se ha avanzado antes en una regulación es porque “las criptomonedas suponen la separación de dinero y estado, que hasta ahora han ido de la mano y, por tanto, es lógico que quienes hasta ahora tenían la sartén por el mango opongan resistencia ante el fin de su monopolio”. Castro-Acuña concluye añadiendo que “lo que el sector necesita es una regulación adecuada, pero no una sobre-regulación”.
¿Qué opinan los reguladores españoles?
Ante esto, conviene echar la vista atrás y ver que opinan los organismos reguladores sobre estos activos. Pablo Hernández Cos, gobernador del Banco de España, comentó en una entrevista al diario Expansión, que “el mercado de las criptomonedas todavía no ha alcanzado un tamaño como para provocar problemas de estabilidad financiera”. El máximo mandatario del BdE añadió que la institución sabía “que estos activos no están regulados y vemos necesario que esa regulación se desarrolle lo antes posible”. Hernández Cos culminó expresando la necesidad de que haya información que remarque los “elevados riesgos” que tienen estos activos.
Por su parte, Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, expresó “su escepticismo” ante la inversión en estos activos en la jornada Digital Coin & European Financial System del pasado julio. El mandatario, que sí se mostró cercano y aprobó la descentralización económica, comentó que gran parte de las criptos que conforman el mercado “no son activos, no serán medios de pago en un futuro, no poseen un valor intrínseco como tal, no contienen derechos ni están respaldadas por otros activos, ni ofrecen contractualmente rendimientos futuros”.
Ante estas palabras, y viendo que el sector aún sigue vigente, ON ECONOMIA preguntó a la CNMV acerca de su opinión sobre la entrada de un marco regulatorio y expresaron que “la regulación de las criptomonedas a nivel europeo aún no se ha aprobado”. Del mismo modo, este medio ha preguntado al Grupo BME acerca de la necesidad de instaurar un marco legal para el sector y se limitaron a comentar que no hablaban sobre estos temas. Por su parte, el Banco de España expresó que no tratan temas de criptomonedas.
Todos ellos creen que necesaria la delimitación legal del mercado, pero ninguno ofreció su visión a este medio acerca de la importancia de dicha normal legal. En los últimos años, todos los organismos mencionados se han dedicado a advertir (con acierto) a los inversores acerca de los riesgos de la inversión en criptoactivos.
¿Será MiCA un acierto?
Buenaventura habló sobre la regulación MiCA, la cual “está prácticamente ultimada a nivel político para su desarrollo reglamentario, al tratarse de una actividad no regulada”. Pese a esto, desde que comenzó a redactarse allá por 2018, las críticas al sector, las dudas, y, sobre todo, la incertidumbre con respecto a esta medida europea, no han dejado de sucederse.
Javier Castro-Acuña cree que esta regulación, la cual se estima que vea la luz entre 2024 y 2025, “ha dejado fuera muchos aspectos y lo más probable es que la regulación siga detrás de la tecnología”. Es por ello por lo que el mercado solicita una regulación amplia, que cubra todas las necesidades de un sector que ha experimentado un crecimiento abrupto pese a su corta vida y que, hoy por hoy, está en entredicho.
Los agentes del mercado creen que el momento actual es propicio para la entrada de un marco regulatorio. Credibilidad, transparencia, seguridad para los inversores, y equilibrio, son algunos de los parámetros que se potenciarían con la entrada de una normal legal eficiente y amplia en la industria de las criptomonedas. Alberto Gordo cree que “hasta que los exchanges y custodios no estén regulados, el riesgo de mantener la liquidez o los activos digitales en las plataformas de intercambio es muy grande”.
Para Javier Castro-Acuña, la entrada de un marco regulatorio valdría para que “las empresas reguladas puedan competir en igualdad de condiciones y para que los usuarios estén tranquilos de que no están operando con chiringuitos”. Varias mejoras que asentarían a una industria que, tras más de 10 años, necesita de una regulación amplia que ampare a los inversores y a las empresas del sector.