El IBEX 35 ha cerrado este lunes con un alza del 0,07%, hasta situarse en los 10.646,2 puntos. Después de los vaivenes de la semana anterior, el selectivo español ha vuelto a la habitual apatía veraniega, aunque posiblemente dure pocas sesiones, ya que los inversores siguen pendientes de la evolución de la economía americana y esta semana se darán a conocer los últimos datos sobre consumo y producción en EE.UU.

Mientras, en el parqué español, las mayores subidas dentro del IBEX 35 se las han anotado Solaria (+1,47%), Sacyr (+0,85%), Endesa (+0,82%) y Repsol (+0,71%), mientras que los 'farolillos rojos' han sido Puig, que se ha dejado un 1,93%, Cellnex (-0,99%), Colonial (-0,92%) y Unicaja (-0,86%).

Según los analistas de Banca March, esta semana no únicamente el protagonismo será para las publicaciones relativas a la economía estadounidense, sino que además habrá la comparecencia de algunos miembros de la Reserva Federal (Fed).

Concretamente, el próximo miércoles verá la luz el índice de precios al consumidor de Estados Unidos, que los analistas esperan que continúe moderándose gradualmente, en especial la inflación subyacente -aquella que excluye el precio de los alimentos y la energía por considerarse más volátiles-. Esto "debería ser suficiente para continuar alentando las expectativas a que la Fed recortará tipos a la vuelta de verano", según analistas de Banca March consultados por Efe.

En Wall Street, este lunes se abrió la sesión con leves pérdidas en sus principales indicadores cuando se cumple justo una semana de la jornada de caos en las bolsas internacionales, en la que se registraron ventas masivas por temor a una posible recesión en EE.UU. Veinte minutos después del toque de la campana, el Dow Jones de Industriales caía un 0,31%, hasta los 39.375 puntos; el selectivo S&P 500 retrocedía un 0,21%, hasta las 5.333 unidades; y el tecnológico Nasdaq perdía un 0,13%, hasta los 16.723 enteros.

Según los analistas, los grandes fondos han aprovechado las caídas en bolsa para comprar acciones a precio más barato, una estrategia conocida como buy the dip, que dio lugar a ganancias notables en los días posteriores al 'lunes negro' que vivieron los mercados internacionales la semana pasada. 

Para esta semana, el mercado espera el índice de precios al consumo de julio, que se publicará el miércoles, será clave para saber si la economía sigue siendo sólida o si los inversores deben permanecer alerta por el aumento de la volatilidad. Wall Street también está pendiente del índice de precios a la producción de julio, que se difundirá el martes, así como a la publicación de las estadísticas relativas a las ventas minoristas de julio, prevista para este jueves.

Europa y el euro

También esta semana, en Europa se conocerán los datos finales del crecimiento económico y los índices de confianza, mientras que en Japón se publicarán los datos del crecimiento del producto interior bruto (PIB), que se espera que evolucione al alza, ejerciendo mayor presión al Banco de Japón para subir los tipos. Este lunes, los principales índices bursátiles europeos se han decantado en su mayoría por los avances: Fráncfort se ha elevado un 0,02%; Milán un 0,46% y Londres un 0,52%, mientras que París ha marcado la excepción al retroceder un 0,26%.

Por su parte, el mercado de divisas ha tenido una jornada en la que el euro ha perdido terreno frente al dólar en el inicio de una semana en la que los inversores estarán pendiente de los datos de inflación y de la situación económica de Estados Unidos y Europa, tras la fuerte volatilidad sufrida a principios de agosto. La moneda única cotizaba en 1,0931 dólares hacia las 15:00 horas GMT de este lunes, por encima de los 1,0923 dólares en los que cerró la pasada semana, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) fijó el tipo de cambio en 1,0925 dólares.