El grupo húngaro Magyar Vagon ha presentado formalmente ante la Comisión Nacional del Mercado de valores (CNMV) la opa anunciada sobre el 100% del capital del constructor ferroviario español Talgo, una operación que en principio no cuenta con el respaldo del Gobierno.
Según la comunicación remitida al supervisor bursátil, la opa se dirige al 100% del capital de Talgo por un importe total de 619,3 millones de euros, a un precio de 5 euros por acción, en los mismos términos que ya anunció el grupo húngaro el pasado 7 de marzo. En principio, el Gobierno no ve con buenos ojos esta operación porque entiende que Talgo es un operador estratégico y juega un papel fundamental en el transporte ferroviario.
La documentación presentada explica que el pasado 22 de marzo el grupo húngaro solicitó al Gobierno la autorización del Consejo de Ministros a esta entrada de capital extranjero, aunque el Ejecutivo todavía no se ha pronunciado. El Ministerio de Economía no ha hecho comentarios. Además de con el Gobierno, los aspirantes están en conversaciones con los sindicatos, en medio de informaciones que apuntan que otras compañías también podrían tener interés en el fabricante de trenes español.
La operación ha sido respaldada por los principales accionistas de Talgo: Pegaso Transportation International, con un 40,03% del capital, un conglomerado en el que están el fondo de origen británico Trilantic —fundado por dos exejecutivos de Lehman Brothers—, la familia Oriol (descendientes de los fundadores), y Torreal, la sociedad de Juan Abelló.
Tienen participaciones minoritarias la familia Torrente Blasco a través de TorrBlas (5%), la aseguradora Santa Lucía (2,96%) y el banco noruego Norges (2,79%), entre otros. El resto cotiza en bolsa. En las reuniones con los sindicatos, la firma húngara mostró su intención de mantener la sede de la empresa en España, en caso de que la opa prospere, y conservar las condiciones de trabajo de la plantilla, según fuentes sindicales.
El oferente es una sociedad húngara formada por Ganz-Mavag (55%) y Corvinus (45%), participada esta última por el Estado húngaro a través del Ministerio de Economía. A su vez, Ganz-Mavag está íntegramente participada por Magyar Vagon, propiedad de un fondo de capital riesgo (Solva II), cuyo principal accionista, con el 50%, es el ciudadano húngaro Csaba Töro.
La empresa que lanza la opa es propiedad de un antiguo asesor del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y se ha consolidado en el sector ferroviario a través de privatizaciones en el país centroeuropeo. Detrás de este consorcio están DJJ y András Tombor, que fue consejero de Asuntos de Seguridad Nacional de Orbán durante su primer Ejecutivo, entre 1998 y 2002.
Al cierre de 2023, la cartera de pedidos de Talgo sumaba 4.223 millones de euros, su máximo histórico, impulsados sobre todo por las ampliaciones de contratos ya existentes. Un 80% del negocio es internacional. Desde su salida a bolsa el 6 de mayo de 2015 a 9,25 euros por acción, Talgo ha perdido más de la mitad de su valor, ocho veces más de lo que ha bajado en este tiempo el Ibex 35. Este jueves la acción ha cerrado en 4,39 euros, tras subir un 0,34%, por debajo de los 5 euros, precio al que está formulada la opa.