El año que acabamos de despedir ha sido el mejor para los inversores de fondos en el milenio. La rentabilidad media ponderada –según datos de Inverco- se elevó hasta el 7,24% de media con todas las categorías de fondos en positivo. Destacan aquellos ligados a la marcha de la Bolsa. Así, la mayor ganancia se ha producido en los fondos que replican índices con una subida media en el año del 22,8%, seguido por los que invirtieron en acciones del mercado español cuya revalorización media ha sido del 20,65%.
La gran decepción se la han llevado los fondos monetarios o de dinero que invierten en renta fija (Letras del Tesoro, pagarés de empresa) a plazos inferiores a 18 meses con una ganancia acumulada en el año del 2,71%, la más baja de las categorías y que no han cumplido su función de anular una inflación que cerró el año en el 3,1% (datos provisionales). Los bajos tipos provenientes aún de 2022 y las comisiones aplicadas a estos fondos les han llevado a rentar por debajo del 3%, aunque los inversores esperaban ganancias algo más amplias.
Los de rentabilidad objetivo, muy comercializados durante todo el año por la gran banca como respuesta a la nula rentabilidad de los depósitos bancarios han cerrado con un 3,12%, seguidos por los garantizados (3,27%) y los de renta fija con una ganancia media en el año del 4,27%, gracias sobre todo a la caída de los tipos en los mercados secundarios a partir del pasado mes de octubre. Así, los más destacados han estado ligados a la marcha de las Bolsas que no partían como favoritas en este 2023. Los mixtos de renta variable (8,07% de media) y los de renta fija mixta (5,65%) han tenido un buen comportamiento, superado por los de renta variable internacional (15,7%) y los mencionados fondos índice y de la Bolsa española. Los fondos índices destacan al situarse en los llamados de gestión pasiva que se limitan a replicar la marcha de los indicadores bursátiles, frente a la gestión activa donde son los analistas los que buscan las mejores oportunidades de inversión. Aunque las ganancias más espectaculares se sitúan siempre en los fondos activos, en media, los gestores suelen tener un resultado peor al logrado si se siguen los índices.
Un gran año de fondos
Desde el año 2000, éste ha sido el mejor en rentabilidad para los fondos con el 7,24% de media de todas las categorías, seguido muy de cerca por 2019, año en que la subida del conjunto de estos instrumentos del ahorro colectivo alcanzó el 7,23%. 2021, 2013 y 2012 fueron también los ejercicios mejores para esta fórmula de ahorro de inversión colectiva con ganancias medias del 6,28%, 6,37% y 5,15%, respectivamente.
De estos 24 años del milenio, el peor fue 2022 con una caída media de las participaciones de los fondos de inversión del 8,7%, a la que se acerca de lejos el año de la crisis financiera, el 2008 con una pérdida media del 5,59%. 2018 (-4,81%) y 2002 (-4,14%) se colocan también como los peores ejercicios para esta forma de inversión. Aun así, los años buenos han sido más numerosos que los malos. En el periodo 2000-2023, solo 7 ejercicios han traído pérdidas generalizadas a la industria de fondos, mientras que en los restantes 17 años se han conocido ganancias. Como cabría esperar, las mayores alzas se corresponden con los fondos de acciones de Estados Unidos, batidos en 2015 y 2017 por la renta variable japonesa, dentro de los años buenos para la renta variable.
Decisiones equivocadas
Los analistas consideran que una estrategia equivocada cambiar de fondo con frecuencia en busca del activo (bono, acción, divisa) que mejor se vaya a comportar ese año. En España, los fondos tienen la gran ventaja que el traspaso del dinero de un fondo a otro no tiene que pasar por Hacienda, aunque se acumulen plusvalías.
La capacidad de acierto de estos movimientos –con independencia de que la gestora no obtenga los resultados esperados con su equipo de gestores- es bastante complicada. El dinero salió de los fondos de bolsa españolas, los más rentables del año y también apenas entró dinero fresco en los fondos de acciones internacionales y fondos globales. Es decir, muchos inversores se equivocaron en su apuesta en este 2023 al sacar dinero de sus fondos de acciones.
En 2023 el patrimonio de los Fondos de Inversión aumenta en más de 40.500 millones, superando los 347.000 millones de euros. Pero de esta importante cifra de aumento del patrimonio, 18.200 millones corresponde a dinero fresco, ya que los otros 22.300 millones es lo que han subido los fondos en los mercados.
En el conjunto del año, los fondos de renta fija presentan un incremento patrimonial cercano al 31% (27.637 millones de euros). También, los fondos de renta variable internacional y fondos globales experimentaron incrementos de elevada magnitud (1.943 millones de euros) debido en exclusiva a las rentabilidades aportadas por los mercados bursátiles (no a la entrada de dinero fresco). Los monetarios y rentabilidad objetivo registraron alzas en sus patrimonios (811 millones de euros en su conjunto), gracias a las suscripciones netas registradas en estas vocaciones y apoyadas por las rentabilidades aportadas por los mercados de renta fija. En el conjunto del año, estas categorías experimentan un incremento superior a los 14.408 millones de euros. En términos porcentuales, ambas categorías experimentan crecimientos importantes (98% y 82% respectivamente) debido principalmente al notable volumen de suscripciones netas registradas en el año (13.407 millones de euros en su conjunto).
Así, la decisión de mover el dinero desde los fondos de acciones hacia los más seguros de renta fija o monetarios no fue la más acertada en términos de rentabilidad.