El pasado 1 de febrero, el Bitcoin certificó lo que parece ser un posible cambio de tendencia. Si el inicio de año de la criptomoneda reina venía siendo positivo, tras las subidas de tipos llevadas a cabo tanto por la Fed como por el BCE, se puede decir que el Bit ha dado un paso al frente y parece que comienza a olvidar los desastres acontecidos en 2022. Bien es cierto que en el mundo de las criptomonedas no se puede dar algo por sentado. Pues se trata de un mercado cambiante, el cual evoluciona rápidamente en lapsos cortos de tiempo.
Aun esto, y habiéndose dado las primeras subidas de tipos del año, el Bitcoin mantiene la firmeza y, al contrario que con las variaciones monetarias dadas el pasado diciembre, ahora crece. Ni las subidas de tipos de 25 puntos básicos llevadas a cabo por la Fed, ni la realizada por el Banco Central Europeo durante la jornada de ayer, han podido frenar la dinámica al alza que el Bitcoin presenta desde principios de año.
El Bitcoin, en máximos de los últimos cuatro meses
La criptomoneda más popular del mercado se ha encaramado a la tendencia alcista, motivada por la relajación del endurecimiento monetario de la Reserva Federal. Desde comienzos de año, y viendo como fue la subida de tipos de la Fed del pasado diciembre, los inversores daban por hecho que habría una rebaja de las alzas en las tasas de interés. Esto, unido a que el mercado comienza a dejar atrás la problemática generada por el FTX, ha hecho que el Bit emerja y se sitúe en su nivel más elevado desde mediados de septiembre de 2022.
Hoy por hoy, y contando con las subidas de tipos de los organismos monetarios más importantes del panorama económico, el Bitcoin se mueve entre los 21.000 euros y los 22.000 euros. En el momento es el que se escribe este artículo, el activo electrónico cotiza sobre los 21.700 euros, mirando de cerca el umbral de los 22.000 euros.
¿Han cambiado las expectativas del mercado?
En esta ocasión, y dando la razón a los criptoinversores, el Bitcoin no se ha visto perjudicado por el endurecimiento monetario como sí ocurría en 2022. El pasado ejercicio fue uno de los cursos más complejos para la inversión en activos de riesgo. De hecho, ni la renta variable ni tampoco la fija terminaron de ser rentables. Y es que, la incesante inflación trajo consigo continuas embestidas por parte de los bancos centrales a través de subidas de tipo de interés. Pese a que tanto la Fed como el BCE daban por hecho que en los primeros compases del nuevo curso las subidas se mantendrían, las expectativas del mercado sobre las subidas de tipos y la elevada inflación parecen haber cambiado.
Los expertos consideran que la coyuntura económica, junto con los desastres acontecidos en el entorno de los criptoactivos, han sido los dos lastres del mercado de las criptos. Ahora que parece que puede haber una desescalada de la inflación y que los organismos monetarios pueden soltar un poco el pie del acelerador, el Bitcoin ha cogido carrerilla anotándose un crecimiento cercano al 40% desde comienzos de año.
De ceder con las subidas de tipos a crecer un 3%
El cambio de tendencia es apreciable si comparamos la evolución mostrada por el Bitcoin con la última subida de tipos de la Fed y del BCE con la experimentada por el activo en el alza de tasas de interés del pasado diciembre.
De base, en el tramo final del pasado ejercicio, el Bitcoin se movía en una tendencia lateral en la horquilla entre los 15.400 euros y los 16.000 euros. En ese momento, la criptomoneda más valiosa del mercado seguía arrastrando las problemáticas generadas por la quiebra de FTX en el sector, la cual sacudió a otras empresas de criptoactivos que han terminado cesando sus operaciones en mercados pujantes y despidiendo a personal.
Además de ello, el Bitcoin seguía notando el discurso hawkish que los bancos centrales transmitían. El pasado 15 de diciembre, fecha en la que la Fed se reunió para elevar los tipos por última vez en 2022, el Bit cotizaba sobre los 16.308 euros. Tras la variación monetaria, la cripto cedió un 4% en los días posteriores. Llegados al 21 de diciembre, jornada en la que el BCE se reunió para endurecer la política monetaria de la eurozona, el Bitcoin valía 15.841 euros, los cuales se mantuvieron unos días después de la subida de tipos del organismo europeo. Es decir, el Bitcoin mostró una tendencia plana con el cambio de política monetaria de la eurozona. Pese a ello, el 31 de diciembre cedería hasta su segundo nivel más bajo de los últimos dos años.
Habiendo pasado más de mes y medio desde que ambos organismos llevarán a cabo esas variaciones, el Bitcoin se mantiene sobre los 21.757 euros después de que la Fed y el BCE hayan subido los tipos de interés en 25 puntos básicos y en 50 puntos básicos, respectivamente.
El Bitcoin creció un 3,60% después de que la Reserva Federal acometiera la última subida de tipos, y un 1% después de que lo hiciera el BCE. Parece claro que el mercado ve con otros ojos la situación económica, pese a que hay analistas que sostienen que aún puede haber una corrección. Sea como fuere, el Bitcoin sigue creciendo y, hoy por hoy, no cede con las subidas de tipos de interés como sí lo hacía en 2022.