Sam Bankman-Fried, cofundador y ex consejero delegado de la plataforma de intercambio de activos FTX, ha aceptado su extradición a Estados Unidos, donde se le acusa de haber cometido un multimillonario fraude a los inversores que utiizaron su pataforma. La firma se declaró en bancarrota el pasado mes de noviembre. Ahora, el joven empresario al que se llegó a denonimar como el nuevo Warren Buffet (uno de los grandes inversores y gurús de Wall Street) está envuelto en una trama delictiva de la que tiene difícil escapatoria.
Las autoridades judiciales han estrechado el cerco sobre Bankman-Fried. Tras su detención en Bahamas la semana pasada al notificarle los cargos delictivos por los que se le imputa, ahora el fundador de FTX ha aceptado la extraditación a su país de origen. Así lo ha confirmado una fuente cercana a Bankman-Fried a la BBC británica, donde ha defendido la inocencia del acusado.
En una entrevista con la cadena británica anterior a su detención, el cofundador de FTX defendía su inocencia y aseguraba no haber cometido fraude a sabiendas. "No creo que cometí fraude. No quería que nada de esto sucediera. Ciertamente no era tan competente como pensaba que era", señalaba entonces.
A medidados de noviembre FTX anunció que había decidido acogerse a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EE.UU. para llevar a cabo de manera ordenada la evaluación y liquidación de activos en benficio de las partes interesadas. Según el expediente judicial, la plataforma del joven multimillonario debía a sus 50 mayores acreedores casi 3.100 millones de dólares (unos 2.919 millones de euros).
Un castillo de naipes para engañar a los inversores
Cabe destacar que la mayor parte de los activos de FTX se encuentran en el propio token lanzado por la plataforma, el FTT. Una situación que deja con graves problemas de liquidez a la compañía en caso de que tenga que hacer frente a las millonarias deudas con sus acreedores, como ha ocurrido.
"Sam Bankman-Fried construyó un castillo de naipes sobre una base de engaños mientras decía a los inversores que era uno de los edificios más seguros en criptografía", dijo el presidente de la Comisión de Bolsa y Mercados de EE.UU. (SEC), Gary Gensler, la semana pasada al denunciar el presunto fraude cometido por el empresario.
En total, Bankman-Fried ha sido acusado de hasta ocho cargos, entre los que se encuentran lavado de dinero y fraude electrónico. Asimismo, la Fiscalía de Nueva York, quien inició el proceso de investigación sobre el empresario, declaró que Bankman-Fried había utilizado FTX desde el inicio para estafar a sus clientes a través de la malversación de fondos.
Una falta de control absoluto
Según declara la autoridad judicial estadounidense, su plan pasaba por desviar el dinero de los inversores para pagar gastos y deudas de Alameda Research. Esta última firma es a su vez era el fondo de coberturas de Sam Bankman-Fried, con el que guarda un estrecho vínculo por su inversión en el mercado de criptomonedas. Este fondo se declaró en bancarrota el mismo día que lo hizo la plataforma FTX, lo que desató todas las alarmas.
Los expertos se sorprendieron de la rapidez con la que Bankman-Fried salió de la empresa tras la prematura declaración de bancarrota, cuando se descubrió que la plataforma de exchange tenía un agujero de más de 8.000 millones de dólares. John J. Ray III, director ejecutivo de FTX, fue contratado para supervisar los procedimientos del hundimiento de la compañía con sede en Bahamas, una figura que también estuvo presente en otras empresas quebradas como Enron o Fruit of the Loom.
A Ray también le sorprendió el caos que FTX había montado respecto a su negocio y la grave situación en la que se encontraba la compañía. Así lo hizo saber en un informe con fecha del pasado 13 de diciembre, donde asegura que “nunca en mi carrera había visto una falta tan absoluta de los controles corporativos en todos los niveles de una organización”.
La quiebra de FTX y sus consecuencias han supuesto una losa más a la cotización del mercado de criptomonedas, que lleva perdiendo valor desde que tocara máximos históricos en noviembre de 2021. Los principales activos criptográficos se encuentran inmersos en un 'criptoinvierno' desde hace meses y monedas virtuales como el Bitcoin y el Ethereum solo han registrado pérdidas de valor que superan el 60% en lo que va de 2022.
El caso de Sam Bankman-Fried es uno de los grandes escándalos que han sacudido al sector de las criptomonedas en sus historia. A la espera de se termine de dilucidar la implicación y responsabilidad del joven millonario en esta trama que afecta a miles de inversores, todo apunta a que la resolución del caso será tomada en cuenta por los reguladores y las autoridades judiciales para centrar el foco en la regulación del mercado criptográfico.