Los valores de pequeña capitalización (small caps) han despertado este mes de julio en Estados Unidos y el índice Russell 2000 se ha revalorizado un 8% en lo que va de mes, mientras el tecnológico Nasdaq se mantiene plano en el mismo periodo, anclado en los 17.800 puntos. Los expertos apuntan a que estos valores han despertado de su movimiento lateral de los últimos años en los que el dinero solo se ha fijado en las tecnológicas. Su rendimiento ha sido inferior al de los valores de crecimiento del S&P en aproximadamente un 27%, y la rentabilidad de la renta variable estadounidense ha estado muy concentrada en estos últimos.
También en Europa el índice Small Stoxx Europe 200 ha logrado subir el 3%, frente al indicador de los grandes valores, el EuroStoxx 50 que no se ha movido en estas sesiones. En el mercado español, el índice Small Caps acumula en el año una subida del 8,65%, mientras que el medianas compañías gana el 6,9%, ambos por debajo del Ibex 35 que sube el 10,34%.
No sólo los bajos precios y el diferencial de rentabilidad acumulado en los últimos años explican esta rotación del dinero hacia las pequeñas y medianas empresas cotizadas. Existen dos claros argumentos. En primer lugar, el buen dato de inflación de la economía estadounidense en el mes de junio que bajó hasta el 3% y facilita el camino para que la Reserva Federal (Fed) recorte los tipos de interés. Los pequeños valores son especialmente sensibles a la caída de tipos por cuanto abarata su financiación siempre más elevada que la de las grandes compañías.
Como explican los analistas de Hamco Financial, el escenario de tipos más bajos “favorece a las small caps en términos relativos frente a las grandes compañías, porque mejoraría su acceso a la financiación, un comportamiento que se ha repetido históricamente tras las bajadas de tipos de interés”. Y como apuntan desde Renta 4, la rotación hacia las pequeñas compañías continúa desde el buen dato de IPC americano de junio reforzase las expectativas de recortes de tipos por parte de la Fed”.
Los pequeños valores son especialmente sensibles a la caída de tipos, ya que abarata su financiación, siempre más alta que la de las grandes compañías
El otro factor importante es la guerra tecnológica con China que está ocupando un primer plano en los últimos días por sus efectos adversos para los gigantes del sector en el mundo. Parte del dinero que atraen estos valores iría con destino a los menos capitalizados. Con vistas a las elecciones del próximo mes de noviembre en Estados Unidos, los actuales candidatos -Joe Biden y Donald Trump- han incidido en un mayor control de la tecnología hacia el gigante asiático. Asimismo, sobre todo el republicano Donald Trump tiene como objetivo la reindustrialización de Estados Unidos, lo que favorece a las pequeñas y medianas compañías del país. Un proceso de retroceso en la globalización que impulsa a las empresas nacionales con la imposición de aranceles a China que, en el caso de Trump, supondrían un 60% sobre el precio.
Sin embargo, Chris Iggo, director de inversiones en la gestora de fondos AXA Investment Managers considera que el despegue de los pequeños valores frente a las tecnológicas irá muy ligado a la evolución de sus beneficios. “La valoración relativa actual de los valores de crecimiento frente a los de pequeña capitalización presenta algunas características de fin de ciclo. En 1999-2000, el factor que cedió fue la valoración de los valores tecnológicos.
Dado lo mucho que se habla de la naturaleza concentrada del rally de la renta variable estadounidense, no puede descartarse algún tipo de ajuste de valoración”. Y añade: “Sin embargo, es difícil determinar cuál sería el desencadenante. La decepción de los resultados o la sensación de que el entorno político posterior a las elecciones estadounidenses podría no ser favorable a las empresas tecnológicas podrían ser factores desencadenantes. Por otra parte, la próxima temporada de resultados podría volver a arrojar unos ingresos elevados, lo que pondría de relieve lo fundamental que es la revolución tecnológica”, explica.
Diferencias entre Europa y Estados Unidos
Los analistas del banco estadounidense Goldman Sachs explican que en términos absolutos, las empresas de pequeña capitalización de EE. UU. y Europa están un 16% por debajo de su máximo de 2021. Eso sí existen diferencias significativas entre los dos índices, el Russell estadounidense y el Small Stoxx Europe. Así, una proporción importante de las empresas de pequeña capitalización de EEUU se encuentra en las primeras etapas de su ciclo de vida, mientras que una parte de las empresas de pequeña capitalización europeas son antiguas empresas de gran capitalización en un declive estructural.
Así, en Europa, 6 empresas de pequeña capitalización se encontraban en realidad entre las de gran capitalización índice hace 10 años, y 28 empresas de pequeña capitalización eran de mediana capitalización. Esto es consistente con el hecho de que se espera que casi un tercio del Russell 2000 (31%) no sea rentable durante los próximos 12 meses frente a sólo el 2% de la pequeña capitalización europea (2% de la gran capitalización europea).
Así, el Russell 2000 es más un índice de crecimiento que el europeo. Actualmente, el consenso del mercado espera que sus ganancias crezcan un 25% anual para 2026 (12% para el S&P500), frente al 11% de las empresas de pequeña capitalización europeas.
En términos de composición del sector, las empresas de pequeña capitalización de EEUU tienen más servicios de salud (biotecnología), tecnología y energía que las empresas de pequeña capitalización europeas, y menos en bienes raíces, servicios financieros e industriales. Esto significa que “las empresas de pequeña capitalización estadounidenses tienden a ser sensibles a tasas de interés debido a su duración (especialmente para nombres de biotecnología y tecnología), mientras que las empresas de pequeña capitalización europeas tienden a ser sensibles a los tipos de interés debido a sus balances”, indican desde Goldman.