Wall Street vuelve al rojo este martes. La Bolsa de Nueva York, que abrió con subidas de entre el 3% y el 4% en sus principales índice animado por las declaraciones del secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, quien deslizaba que había una tregua en la guerra comercial y posibles acuerdos con otros países, se ha dado la vuelta al elevar el tono con China, a quien le ha impuesto finalmente un arancel histórico del 104%. De esta manera, se distancia de las bolsas europeas, que sí han conseguido cerrar la jornada en verde. El Ibex-35, de hecho, ha cerrado su mejor sesión en dos años al subir un 2,3%.
En Estados Unidos, sin embargo, las ventas se han impuesto de nuevo. El Nasdaq, que el lunes incluso cerró con una leve subida, se ha dejado este martes más de un 2%. Junto al índice tecnológico, el S&P 500 ha perdido también un 1,5% mientras que el Dow Jones, más moderado, ha cedido un 0,8%. Los números rojos han vuelto al parqué neoyorkino después de que la Casa Blanca confirmara que China tendrá unos aranceles adicionales del 50%, según lo anunciado por el presidente Donald Trump.
Además, este martes, Canadá ha confirmado también que a partir del miércoles empezará a aplicar aranceles del 25% a algunos automóviles fabricados en Estados Unidos en represalia por la medida similar adoptada por Washington el 3 de abril. Canadá es el mayor mercado para vehículos producidos en EE.UU. En 2024 importó vehículos del país vecino por valor de 35.600 millones de dólares canadienses (22.800 millones de euros).
Estados Unidos cumple con la amenaza a China
Los nuevos aranceles a China entrarán en vigor el miércoles de madrugada, lo que hará que el país asiático acabe pagando finalmente un 104%. "Entrarán en vigor a las 00.01 hora en la capital estadounidense (04.01 GMT)", aseguraba en rueda de prensa la portavoz gubernamental, Karoline Leavitt. Esa partida extra del 50% se sumará a partir de la medianoche a otro 24% que Trump había anunciado hace una semana. Y a su vez al 20% de impuestos aduaneros con los que el Gobierno estadounidense ya grava las importaciones chinas, por lo que considera esfuerzos insuficientes para evitar la entrada de fentanilo en el país norteamericano y a otro 10% que EE.UU. activó el pasado sábado contra todos sus socios comerciales.
China no quiere ceder ante Trump en materia de política comercial, así que decidió hace unos días castigar a Estados Unidos con un arancel del 34% que es el mismo que le habían impuesto al país asiático. Pero el republicano respondió con ese 50% adicional, lo que confirma una escalada en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
"Fue un error de China tomar represalias contra el presidente. Cuando Estados Unidos recibe un golpe, él responde con más fuerza. Por eso esta noche a medianoche entrarán en vigor aranceles del 104% contra China", explicó Leavitt. Las declaraciones se producen solo unas horas después de que Trump dijera que Pekín quiere un acuerdo sobre aranceles "desesperadamente", pero no sabe "cómo empezar" a negociar.
"El presidente cree que Xi (Jinping) y China quieren llegar a un acuerdo. Simplemente no saben cómo iniciarlo. Y el presidente también quiere que les diga a todos que si China hace un acercamiento para llegar a un acuerdo, será increíblemente generoso, pero que hará lo que sea mejor para el pueblo estadounidense", añadió Leavitt.
El petróleo, en su nivel más bajo en cuatro años
El petróleo, entre tanto, sigue registrando fuertes caídas. Este martes el barril de Texas (WTI) cerraba con una bajada del 1,85%, hasta 59,58 dólares el barril, y perdió el nivel de los 60 dólares por primera vez en cuatro años por el temor a que la guerra comercial iniciada por Estados Unidos lleve a la recesión. Si la actividad económica desacelera perjudicaría al consumo, y en el caso del sector de la energía tampoco ha ayudado que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) planee aumentar pronto su producción.
El banco estadounidense Goldman Sachs ya ha advertido que los precios del petróleo podrían caer por debajo de 40 dólares por barril a finales del próximo año si la guerra comercial desatada por Donald Trump aboca al mundo a una recesión y los productores de la OPEP+ revierten los recortes existentes en la extracción de crudo.