Presentación en sociedad de Alinia AI, una empresa con sello catalán que, desde el rooftop del edificio Norrsken House Barcelona, delante del mar de la Barceloneta, sus fundadores consiguieron un contexto inmejorable para poner en práctica los valores de la inteligencia artificial y generar más de tres horas de networking entre especialistas del sector. Con una carta de presentación corta y directa, los miembros de esta start-up presentaron sus potentes currículums, explicaron qué es Alinia AI y animaron los presentes a emprender conversaciones totalmente improvisadas para generar sinergias. Alinia facilita que las empresas controlen y guíen las aplicaciones de Gen AI en función de sus políticas y preferencias.
ON ECONOMIA ha hablado con su CEO y fundadora, Ariadna Font Llitjós, sobre los motivos de este nacimiento de Alinia AI después de su experiencia como directora general en IA en Twitter, el antiguo nombre con el cual ahora conocemos la red social X: "Con Alinia me he emancipado, es como si me hubiera estado preparando toda la vida por eso. Twitter ya era parte del pasado, quería tener una etapa de relax, pero salió ChatGPT y cambió todo el paradigma que teníamos hasta ahora. Con él, se ha revolucionado el acceso a la IA, se ha democratizado y ya no son aspectos tan técnicos o académicos. Aquí es cuando pensé que se me había acabado mi 'break' porque la IA es increíble", sostiene. Y añade: "Sobre ella, tenía la experiencia y el miedo a la vez que la gente entienda bien los potenciales y riesgos que puede comportar y con este propósito nace Alinia".
No repetir los errores del pasado
Así pues, el objetivo que persigue es que las empresas que están empezando en esta aventura, sepan cómo navegar y no solo desde el punto de vista de la consultoría, sino que cada una de ellas adopte medidas de self service y puedan utilizarla y entenderla por ellas mismas. Pero en este sentido, Font también es clara sobre la legislación y la regulación necesarias: "Yo creo que es imprescindible. Si nos fijamos con lo que ha pasado en el terreno de las redes sociales, estas no han sido legisladas a tiempo y los riesgos que estamos sufriendo, sobre todo nuestros adolescentes y niños, ya son evidentes".
Si eso lo trasladamos al terreno práctico de las empresas, Font concluye que "estas tienen que tener incentivos para aplicarlas y un marco, como el que quiere implementar la UE, que sea claro sin matar la innovación. Seguramente no será perfecto y ya vemos cómo empresas, tipo Meta, se pronuncian en contra, pero tenemos que pensar que la inteligencia artificial no puede ser un bufete libre". En eso se basa Alinia, en "evitar que las empresas violen, para ser claros, los derechos humanos con contenidos tóxicos. Las empresas pueden aplicar éticamente sus principios, pero necesitan herramientas externas que lo dirijan", concluye la CEO de Alinia.
Ante este nuevo paradigma, también se replantean las consultorías e, incluso, el papel de las big four que deberán ser las primeras en adoptar nuevos criterios. Desde de Alinia consideran que hay espacio para todo el mundo y la IA puede encontrar la mejor manera de hacer negocio y también la que sea más correcta con las herramientas que cada uno tiene. La empresa ya incluye un playbook que está en fase de proceso para reportar un catálogo de buenas maneras. Recientemente, también se ha anunciado una ronda de financiación de 2,4 millones de dólares de la mano de las americanas Speedinvest i Precursor, con la participación de KFund.