Recientemente, la Comisión Europea ha publicado Directrices sobre prácticas de IA prohibidas según el Reglamento IA (AI Act). Estas directrices se centran en las prácticas que resultan prohibidas porque amenazan los valores europeos y los derechos fundamentales. En las mismas se abordan prácticas como la manipulación perjudicial y los patrones oscuros, la puntuación social y la identificación biométrica remota en tiempo real en lugares públicos con finalidades de aplicación de la ley.
Para ayudar a las partes interesadas a cumplir con la normativa, las directrices incluyen explicaciones legales y ejemplos prácticos. Aunque han sido aprobadas, todavía no han sido adoptadas formalmente. El objetivo de estar directrices es garantizar una aplicación uniforme de la AI Act en toda la UE. Estas directrices no son vinculantes. Sin duda, la interpretación definitiva de las prohibiciones (así como de todos los conceptos, obligaciones y requisitos de la norma) corresponderá al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Las autoridades nacionales en materia de IA (en España, la AESIA) también elaborarán documentos y guías en interpretación de la legislación, las prácticas y los casos de uso de IA.
Repositorio vivo sobre alfabetización en IA
La Comisión Europea también ha creado un repositorio vivo para fomentar la alfabetización en IA, en cumplimiento del Artículo 4 de la AI Act. A partir del 2 de febrero de 2025 en que ha entrado en vigor, este artículo exige que los proveedores y responsables de despliegue (usuarios) de IA garanticen un nivel suficiente de alfabetización en IA entre su personal y usuarios. Para ayudar en esta obligación, la Oficina de IA de la UE ha recopilado diversas prácticas de alfabetización en IA promovidas por las empresas y organizaciones firmantes de la AI Pact.
El repositorio se actualizará periódicamente y no garantiza per se el cumplimiento del Artículo 4. Su propósito es servir como un recurso educativo y de intercambio de buenas prácticas para proveedores y usuarios de IA. La Comisión no respalda ni evalúa las prácticas listadas, pero apoya su implementación. El repositorio recoge prácticas de las más importantes empresas y organizaciones (Telefónica, Booking, Generali, Criteo y un largo etcétera) y clasifica estas prácticas según su estado de implementación: totalmente implementadas, parcialmente desplegadas y en fase de planificación.
La reacción de las tecnológicas
Grandes tecnológicas como Google y Meta ya habían reaccionado negativamente al anteriormente publicado Código de Buenas Prácticas en IA. Estas piden una regulación más flexible, lo cual presiona a la Comisión Europea. Meta criticó el código por ser "inviable y técnicamente imposible", asegurando que Meta no lo firmará en su versión actual. Google aún no ha decidido si firmará el código.
En el lado opuesto, la sociedad civil expresa su preocupación sobre el código. Algunas organizaciones amenazan con retirarse del proceso de redacción del Código de Buenas Prácticas en IA, argumentando falta de transparencia e inclusión. Estas preocupaciones aumentaron tras la Cumbre de Acción por la IA en Francia, donde se constató que los temas de seguridad y derechos humanos quedaban un segundo plano frente a los intereses empresariales.
Organizaciones de derechos humanos critican que los riesgos relacionados con los derechos fundamentales hayan sido relegados a la categoría de "consideraciones adicionales" en lugar de ser aspectos centrales del código. Como hemos señalado en anteriores artículos, Trump ha amenazado con represalias contra Bruselas por las multas a empresas tecnológicas estadounidenses, considerándolas "un impuesto encubierto".
La UE flexibiliza la regulación tecnológica para fomentar la inversión en IA
A pesar de estas presiones de EE.UU., la Comisión insiste en que la norma no cambiará, aunque su aplicación será "favorable a la innovación". Según el Financial Times, la comisaria de tecnología Henna Virkkunen ha anunciado que la UE reducirá la regulación tecnológica para fomentar la inversión en IA. Por de pronto y aunque se niega la relación con estas presiones, la Comisión ha retirado la propuesta de Directiva de Responsabilidad en IA y limitará los requisitos de informes en el Código de Buenas Prácticas. Se reafirma el compromiso de la UE de proteger los valores europeos, pero garantizando un entorno favorable para la innovación.
El debate entre regulación e innovación
A mi modo de ver, existe una percepción extendida de que la regulación y la innovación son fuerzas opuestas. Según esta línea, mientras la innovación requiere libertad y flexibilidad para desarrollarse, la regulación se asocia con rigidez y restricciones. Sin embargo, esta visión simplista no siempre es correcta.
En mi opinión, a veces se trata de una falsa dicotomía. En muchos casos, una regulación bien diseñada puede impulsar la innovación en lugar de frenarla, proporcionando estabilidad, confianza en el mercado y un marco jurídico claro que se traduce en seguridad para el desarrollo tecnológico. Por ejemplo, mediante el diseño y la implementación de incentivos. En ocasiones, por el contrario, estas resistencias a regulaciones más estrictas, alegando que perjudican la innovación en realidad responden más a intereses comerciales que a barreras reales para innovar.