La infertilidad es uno de los grandes negocios de muchas clínicas de reproducción y ginecología privadas. De hecho, la disminución de los nacimientos ya comporta que las salas de partos no estén tan llenas como antes y, las vías de negocio, empiezan a buscarse en los métodos de fertilidad, la donación de óvulos o los procesos de reproducción asistida. Y aquí, también entra en juego la inteligencia artificial para mejorar lo que se considera como "carta de servicios".
Un negocio al alza
Así pues, en España se estima que aproximadamente un 15% de las parejas en edad reproductiva tienen problemas de fertilidad. Actualmente, gracias a los últimos avances en la medicina reproductiva y las investigaciones en el campo de la embriología, las mujeres y parejas infértiles tienen la posibilidad de conseguir un embarazo o planificar su maternidad a futuro con más información a través de diferentes técnicas de reproducción asistida. Entre estas destacan la Fecundación In Vitro (FIV) con óvulos propios o provenientes de un donante y la vitrificación de ovocitos en edad fértil como método recomendado para preservar la fertilidad.
Cambiar la evaluación morfológica
Especialmente en estos tratamientos, los embriólogos ejercen un rol crucial. Así lo asegura el Dr. Vicente Badajoz, director de laboratorio de las clínicas de reproducción asistida Ginefiv: "No todos los ovocitos tienen la capacidad de desarrollarse completamente y algunos no llegan a la etapa de blastocisto, es decir la formación del embrión previa a la implantación en el útero". Eso último puede suceder incluso con ovocitos que inicialmente presentaban una alta calidad. Tradicionalmente, desde el campo de la embriología se ha utilizado la evaluación morfológica visual para predecir la competencia de los ovocitos. No obstante, a pesar de ser una técnica de rutina, esta puede resultar subjetiva. Arran de eso, nacen varias líneas de investigación para resolver este problema, y con la llegada de la Inteligencia Artificial (IA), han incrementado notablemente.
Al respecto, el experto de Ginefiv, afirma que "el auge de la IA dio lugar a herramientas prometedoras para evaluar los ovocitos de forma más objetiva en un método estandarizado, cosa que posiblemente proporcione nuevos conocimientos sobre la predicción de su competencia". En este contexto, el Dr. Badajoz comenta que está participando en un estudio llamado Magenta-score, una herramienta de análisis de imágenes basada en IA que ha sido presentada en el marco de la 40.ª Reunión Anual de European Society of Human Reproduction and Embryology (ESHRE). "Se trata de un sistema de captación de imágenes, la cámara nos permite evaluar aquello que el ojo humano es incapaz de ver. Una vez captada la imagen, esta se vuelca al sistema que la compara con la base de datos por medio de algoritmos y después nos devuelve una catalogación o puntuación de este oocito y, en base a esta puntuació,sabrem si el ovocito será capaz o no de formar un blastot de calidad".
¿Qué aporta la IA?
De esta manera, no solo se podría optimizar la eficacia a la hora de evaluar los ovocitos en el laboratorio y facilitar el trabajo de los embriólogos; sino que además se trata de una información extra y de valor para las pacientes a la hora de tomar decisiones. Al respecto, el director de laboratorio de Ginefiv añade que "la evaluación obtenida a través de este tipo de herramientas nos permite saber el número de blastocitos que tendremos finalmente, por lo cual podremos brindar a la paciente un pronóstico más real y objetivo sobre el tratamiento que se esté haciendo u ofreceros una alternativa más conveniente para vuestro caso particular".
El Dr. Badajoz proporciona un ejemplo claro con las pacientes que buscan acumular ovocitos para preservar la fertilidad. Si una paciente obtiene cinco oocitos en el primer intento y la herramienta sugiere que solo uno o dos tienen posibilidades de llegar a blastocisto, se puede recomendar hacer una nueva estimulación ovárica. Eso aumenta la probabilidad de éxito en futuros intentos.