El profesor de Esade y economista, Esteve Almirall, te desgrana en menos de un minuto el impacto que ya empiezan a generar los robotaxis en otros lugares del mundo, fuera de Europa. Así pues, los conductores de taxis y de servicios de transporte compartido se encuentran entre los primeros trabajadores del mundo que enfrentan la amenaza de pérdida de empleo a causa de la inteligencia artificial, mientras que miles de robotaxis llega a las calles chinas, dijeron economistas y expertos de la industria.

El poder de China

La tecnología de conducción autónoma sigue siendo experimental, pero China ha actuado agresivamente para dar luz verde a los ensayos, en comparación con los Estados Unidos, que se apresura a iniciar investigaciones y suspender aprobaciones después de los accidentes. Al menos 19 ciudades chinas están haciendo pruebas de robotaxi y robobus, según reveló un informe. Siete han aprobado pruebas sin monitores de conductor humano realizadas por al menos cinco líderes de la industria: Apollo Go, Pony.ai, WeRide, AutoX y SAIC Motor 600104.SS.

Apollo Go ha dicho que planea desplegar 1.000 en Wuhan para fin de año y operar en 100 ciudades para el 2030. Pony.ai, apoyada por la japonesa Toyota Motor 7203.T, opera 300 robotaxis y planea instalar 1.000 más para el 2026. Su vicepresidente ha dicho que los robotaxis podrían tardar cinco años en volverse rentables de manera sostenible, momento en que se expandirán "exponencialmente".

WeRide es conocida por sus taxis, furgonetas, autobuses y barrenderas de calles autónomas. AutoX, apoyada por el líder del comercio electrónico Alibaba Group 9988.HK, opera en ciudades como Pekín y Shanghái. SAIC ha estado operando robotaxi desde finales de 2021. "Hemos visto una aceleración en China. Ahora, sin duda, se está otorgando un ritmo rápido de permisos", afirmó Augustin Wegscheider, director ejecutivo de Boston Consulting Group. En cambio, en los Estados Unidos, el proceso ha sido mucho más gradual.

En último término, encontramos Waymo, de Alphabet, la única empresa norteamericana que opera robotaxi sin tripulación que cobran tarifas. Tiene más de 1.000 vehículos en San Francisco, Los Ángeles y Phoenix, pero podría llegar a "miles", dijo una persona con conocimiento de sus operaciones.