Michelle Greenwald, profesora de innovación y marketing en NYU, autora de “Catalizing Innovation” y colaboradora en Forbes, considerada una de las voces más influyentes en el ámbito del marketing digital y la innovación, pasa por las entrevistas de ON-IA. Y lo hace de la mano de nuestro colaborador, el profesor de Esade, Esteve Almirall. La charla de ambos expertos, nos hace reflexionar sobre la incidencia de la IA en el marketing y aprendemos de cómo se transformará a partir de ejemplos prácticos.
¿La inteligencia artificial (IA) transformará por completo el marketing?
Ya lo está haciendo. Desde desarrollar productos hasta crear anuncios personalizados, la IA cambia radicalmente el juego. Es una revolución silenciosa que avanza sin descanso.
¿Por ejemplo?
Puedes explorar rápidamente infinitas combinaciones de ingredientes y compuestos químicos. IBM, por ejemplo, trabaja intensamente con IA para acelerar procesos farmacéuticos, cosméticos e incluso alimentarios, reduciendo radicalmente tiempos y costes.
"La IA fomenta la creatividad"
¿La IA toma decisiones por nosotros?
Sí, acelera el proceso creativo al sugerir combinaciones y opciones que serían difíciles o imposibles de explorar solo con la mente humana.
¿La IA limita nuestra creatividad?
Al contrario. Cuando se utiliza bien, potencia nuestra creatividad mostrando combinaciones infinitas, generando ideas nuevas e inesperadas.
¿Puede dar ejemplos concretos?
Existe una cerveza creada íntegramente por IA. Los consumidores aportan sus preferencias, y la inteligencia artificial genera múltiples recetas al instante. IBM aplica técnicas similares en productos farmacéuticos y perfumes.
Michelle ha creado un GPT propio con 64 tipos de innovación
Usted ha desarrollado su propio GPT, ¿verdad?
Sí, basado en mi libro "Catalyzing Innovation". Este GPT propone hasta 64 tipos distintos de innovación, desde modelos de negocio hasta aspectos visuales como colores o empaques.
¿Y esto es aplicable en publicidad?
Totalmente. Puedes lanzar rápidamente decenas de ideas innovadoras, desde nombres hasta conceptos publicitarios completos y empaques visualmente impecables. Todo casi instantáneamente.
¿Qué sectores son más rápido adoptando la IA?
Los bienes de consumo como cosmética, farmacéutica y alimentación son pioneros. IBM y Estée Lauder, por ejemplo, analizan con IA conversaciones digitales para captar tendencias globales rápidamente.
¿El marketing tradicional está condenado?
No desaparecerá del todo, pero está migrando aceleradamente hacia lo digital. Los grupos de discusión físicos se sustituyen cada vez más por métodos digitales masivos como el QualiQuant, que combina lo mejor de lo cualitativo con la escala del análisis cuantitativo.
¿Qué son los consumidores virtuales o sintéticos?
Son modelos de consumidores creados con IA. Puedes probar ideas antes de lanzarlas al mercado, y sorprendentemente, sus reacciones suelen ser prácticamente idénticas a las reales.
¿Cuáles son los errores más frecuentes con la IA?
Usarla únicamente para reducir costes. Esto lleva a resultados genéricos, desconectados de la realidad y poco estratégicos.
¿Qué deben hacer entonces las empresas para aprovechar bien la IA?
Deben enriquecerla con información profunda y específica: contexto, objetivos estratégicos claros, análisis histórico de datos e insights concretos obtenidos directamente de los consumidores.
¿Qué sucede con los directivos de marketing?
El Chief Marketing Officer tradicional está quedando obsoleto. Ahora deben dominar la analítica avanzada y saber gestionar grandes volúmenes de datos. Si no lo hacen, su posición corre peligro.
¿Y en educación, hay riesgos?
Sí, me preocupa que los estudiantes pierdan capacidad crítica. Entregan trabajos generados por IA sin reflexionar. Recibo trabajos completos que son obra de una máquina, no de un estudiante.
¿Qué futuro nos espera con la IA en marketing?
Personalización extrema. Cada consumidor recibirá mensajes específicos, adaptados totalmente a sus preferencias e historial.
¿Esto nos llevará a un mundo de máquinas hablando con máquinas?
Podría ocurrir, y eso me inquieta. ¿Queremos realmente que nuestro consumo y decisiones estén mediados solo por máquinas?
¿Entonces el futuro es brillante o distópico?
Dependerá del uso que le demos. La IA ofrece creatividad infinita, pero debemos usarla responsablemente. El riesgo está en perder la capacidad crítica humana.
¿Cómo prepararnos para ese futuro?
Formándonos continuamente. Las empresas deben democratizar el acceso a los datos y capacitar ampliamente a sus empleados para usar la IA con criterio y responsabilidad.
¿Un consejo final para empresarios y directivos?
Usad la inteligencia artificial estratégicamente, nunca dejéis que decida por vosotros. Combinad siempre la intuición humana con la potencia analítica de la IA para alcanzar el éxito.