Uno de los talentos de nuestra casa que ya alzó la voz nada más estrenaba la veintena en nuestra casa es Pau Garcia-Milà. Con la Fundación Princesa de Girona, Microsoft España y su empresa Founderz se han unido para poner en marcha «Preparados, Listos, IA», una iniciativa que proporcionará formación gratuita en línea en inteligencia artificial (IA) a 200.000 jóvenes de todo el territorio español a lo largo del año 2025. El objetivo es ofrecer a los jóvenes la oportunidad de adquirir las habilidades tecnológicas clave para el uso eficiente de esta tecnología, mejorando su ocupabilidad futura en un mercado laboral cada vez más competitivo. Con más de 2.500 participantes en el “Princesa de Girona CongresFest”, el cofundador y co-CEO de Founderz, Pau Garcia-Milà, ha sido el encargado de anunciar el lanzamiento de esta campaña educativa de gran alcance que, en Catalunya, cuenta además con el apoyo de la Generalitat de Catalunya a través de su Departamento de Educación. “Como empresa estamos en una luna de miel accidentada, pero también planificada”, subraya para poner el acento en el éxito y el crecimiento de Founderz.

“Prepararnos para la IA debe ser gratuito”

A partir de aquí, ON-IA habla con él sobre el papel que tendrá la IA en la educación, las herramientas que nos recomienda y cuál ha sido la clave del éxito de su empresa Founderz. Pau es de ideas claras y, a pesar de la irrupción de la IA, tiene muy claro cómo se tiene que dirigir: “El uso de la IA tendría que ser gratuito para todo el mundo, el aprendizaje inicial tiene que ser abierto. Educarse ya de adultos y prepararnos no tendría que ser de pago, pero quien quiera hacerlo ya tiene programas formativos más extensos. Pero el uso tiene que ser masivo. El proyecto de la fundación está abierto a todo el mundo, queremos llegar a cuanta más gente mejor y bajo la premisa de explicar los básicos de la IA de forma responsable”.

“Una IA puede ser ética y legal, pero no responsable”

En paralelo, el CEO de Founderz diferencia la ética, la responsabilidad y la legalidad de la IA: “El tema es hasta qué punto el uso que le damos a la IA es responsable. Todo son capas y, de entrada, la ley se tiene que alinear con la IA y también al revés; tenemos que asegurarnos de que cumplimos la ley. La segunda capa es preguntarnos si estamos haciendo un uso ético. Finalmente, llega la responsabilidad de entender las limitaciones de la tecnología; es decir, si yo no soy abogado y redacto un contrato con IA, lo estoy utilizando de forma legal, pero la ética es cuestionable, y lo que ya no es aceptable es decir que esta acción es responsable”.

Las IA más recomendadas

Por todo ello, ¿qué papel puede tener la legislación y qué limitaciones tienen los países en un mundo totalmente globalizado? “Europa se ha convertido en una gran exportadora de marcos de leyes y, cuando se la quiere atacar, se utiliza este concepto, y también por qué Europa genera leyes que acaban apareciendo en el resto del mundo. Europa fue la primera que generó una ley de cookies o protección de datos y ya encontramos algunas réplicas en los Estados Unidos. Eso limita la capacidad de innovación por un tema de responsabilidad. Ahora bien, hay una parte de responsabilidad que cae sobre el creador de la tecnología que también se tiene que cuestionar”.

Como último ejercicio, desde ON-IA le planteamos que nos desgrane, una por una, las herramientas más nuevas y qué opinión le merecen desde un punto de vista ético. Pau se vuelve a mojar: “Primero tenemos que mirar dónde esta tecnología tiene su raíz. A partir de aquí, cualquier dato personal que pusiéramos estaría cometiendo una falta o delito. Aquí tenemos ChatGPT, que tiene una parte de servidores en Europa; yo no lo recomiendo y, en cambio, Copilot sí. Con respecto a Gemini, ha hecho una evolución interesante, pero nos hemos acostumbrado al hecho de que Google sea pionero y, después, tenía buen ojo comprando, pero ahora se están quedando en terreno de nadie. No acaba de quedar claro cuál es su objetivo, mientras que Apple ya ha dicho que quiere quedarse con modelos de IA pequeñas. Todo el mundo está buscando su terreno, unos lideran y otros siguen a los líderes. Con respecto a Le Chat de Mistral es una pasada, como DeepSeek, pero hecho desde la Unión Europea y mucho más rápido. Y hace que OpenAI mire de reojo y diga ‘estos capullos franceses, que no se metan donde no les llaman’. Y, solo con el nombre, Le Chat, nos quieren recordar que son franceses, y no europeos”.