Tras varios meses de elaboración, la UE aprueba la Directiva sobre responsabilidad por los daños causados por productos defectuosos y por la que se deroga la Directiva 85/374/CEE. Como toda directiva, deberá transponerse a las leyes nacionales, para lo cual hay un plazo de dos años. La Unión Europea ha querido alinear las reglas de responsabilidad civil con la era digital y la economía circular. En palabras del ministro de Justicia húngaro, “las normas de responsabilidad por productos (…) son una buena noticia para los consumidores y para los fabricantes. Será más fácil para una persona lesionada reclamar daños y perjuicios en los tribunales. Los fabricantes, por otro lado, se beneficiarán de reglas claras relacionadas con los productos digitales y los modelos de negocio de la economía circular”.
La actualización también aborda la dificultad del consumidor a la hora de recopilar pruebas para demostrar la responsabilidad del producto digital y los daños producidos, alterando significativamente la carga de la prueba y facilitando el acceso a pruebas relevantes que estén solo en poder del fabricante. Por otro lado, para demostrar el defecto del producto o el vínculo causal entre su defecto y el daño, el tribunal puede decidir que el reclamante solo ha de demostrar la probabilidad de que el producto fuera defectuoso o que su defecto sea una causa probable del daño.
La nueva Directiva amplía la definición de producto para incluir archivos digitales y software, definición que incluye las soluciones y sistemas de IA. Además, las plataformas en línea pueden ser consideradas responsables por un producto defectuoso vendido en su plataforma, al igual que cualquier otro operador económico, si actúan como tal. De la misma forma, cuando un producto es reparado y mejorado fuera del control del fabricante original (economía circular), la empresa o persona que modificó el producto debe asumir la responsabilidad. Por otro lado, y en relación con productos de fabricantes de fuera de la UE, para garantizar que los consumidores sean compensados por los daños causados, se establece que la empresa que importe el producto o el representante en la UE del fabricante extranjero puede ser considerado responsable de los daños.
Otras iniciativas legislativas
Además de la Directiva de daños por productos defectuosos que acaba de publicarse, sigue su curso en las instituciones comunitarias la Directiva relativa a la adaptación de las normas de responsabilidad civil extracontractual a la inteligencia artificial (Directiva sobre responsabilidad en materia de IA). Esta nueva norma pretende armonizar normas nacionales aplicables a las reclamaciones de responsabilidad civil por fallos en sistemas de IA no amparadas por la Directiva de productos defectuosos.
Serían susceptibles de indemnización en virtud de esta norma todos aquellos daños que no deriven de un incumplimiento de contrato o fallo del producto, por ejemplo, los perjuicios por daños causados por problemas de seguridad (brechas de seguridad, ciberataques, fraudes, etc.) o por violaciones de la privacidad en un proceso de contratación que utilice tecnología de IA (contrataciones mediante chatbot, entre otros). Esta Directiva relativa a la adaptación de las normas de responsabilidad civil extracontractual a la inteligencia artificial tiene como objetivo, por un lado, facilitar a potenciales reclamantes el derecho de acceso a pruebas o evidencias de empresas y proveedores de sistemas de IA de alto riesgo, que les permitan fundamentar sus reclamaciones por responsabilidad civil extracontractual subjetiva. Y por otro, aliviar la carga de la prueba en reclamaciones por responsabilidad civil extracontractual subjetiva, estableciendo una presunción de causalidad cuando se establezca una culpa relevante y se pueda deducir razonablemente un vínculo causal con el funcionamiento de un sistema de IA. Se ha propuesto, además, la posibilidad de exigir en el futuro un seguro obligatorio para el uso de ciertos sistemas de IA.
Origen de estas nuevas normas
La Comisión Europea presentó en 2022 estas dos propuestas legislativas para abordar una serie de modificaciones necesarias en el marco normativo europeo actual, en relación con el uso de la inteligencia artificial y el resarcimiento por daños y perjuicios. Si bien el derecho de resarcimiento amparado por ambas propuestas se refiere a responsabilidades distintas, coinciden en la conexión con el empleo de sistemas de IA, aunque el alcance de la primera es más amplio, pues pretende adaptar la normativa existente a los más amplios retos que presentan la digitalización y la economía circular. Además, la directiva por productos defectuosos incorpora, en particular, normas protectoras de los consumidores.
Belén Arribas Sánchez, abogada especializada en IA