Estamos en un momento delicado de nuestra democracia. Cualquiera puede autodenominarse “experto”. En las redes, se multiplican las elegantemente llamadas fake news, que son las mentiras cochinas de toda la vida. Tenemos tendencia a creernos, con poca vigilancia, lo que nos cuentan algunos en los que confiamos con más o menos razón. “¿Como va a ser mentira si es lo que yo pienso?", nos preguntamos a veces. Por eso, aprovechando el verano, voy a intentar reunir a una serie de “creencias” que merecen que las pongamos en entredicho. A veces la respuesta tiene que ser “depende”, en otros casos los hechos demuestran que la creencia es errónea.

He organizado esta presentación en dos bloques, uno relativo al comercio y otro a la producción, no sin antes presentar una creencia general que se puede aplicar a todos los casos. Empecemos pues.

1. Toda la culpa la tiene… (Bruselas, Madrid, Catalunya, la Organización Mundial del Comercio, Marruecos, el gobierno, las derechas, las izquierdas, China, Putin, la liberalización comercial…). FALSO. He puesto en el paréntesis algunos de los “culpables” habituales que se suelen señalar y he dejado puntos suspensivos porque seguro que se me han olvidado varios. No digo que algunos, a veces, no puedan tener una parte de responsabilidad en lo que acontece hoy. Hay que ir caso por caso y responsable potencial por responsable potencial. Pero esta actitud sirve demasiado a menudo para echar la culpa siempre a los demás, hasta al maestro armero, obviando una cosa importante: lo que yo puedo hacer, concretamente, para mejorar y adaptarme, para transformar estos retos en oportunidades.

Comercio

2. La liberalización del comercio hunde la agricultura española. FALSO, nunca España ha exportado tanto. El 50% de la producción agrícola y ganadera española se vende fuera de nuestro país.

3. Tenemos que consumir producto español: PELIGROSO. Si nuestros clientes en el extranjero hacen lo mismo, ¿qué hacemos con nuestras frutas y hortalizas, nuestros vinos, nuestros cerdos y productos de chacinería, nuestro aceite de oliva…?

4. ¡Viva la libertad, carajo!: los precios. FALSO. La libertad no puede ser el libre zorro en el libre gallinero. En la cadena alimentaria, el eslabón más débil es el agricultor. Sin una regulación adecuada, los productores se ven machacados por la “libertad” del mercado. ¿Os imagináis que condujéramos sin código de circulación, sin carné y sin que haya guardia civil de tráfico?

Es falso que la liberalización del comercio hunda la agricultura española: el 50% de su producción se vende en el extranjero

5. ¡Viva la libertad, carajo!: las importaciones (1). FALSO. Sin controles fitosanitarios rigurosos en la frontera, nos acaban entrando en Europa y España todas las plagas del mundo.

6. ¡Viva la libertad, carajo!: las importaciones (2). FALSO. Hay que intentar que las condiciones en las que son producidos los productos que importamos se parezcan lo más posible a las nuestras para que la competencia sea lo más leal posible.

7. La diferencia de precios entre lo que cobra un agricultor y lo que paga el consumidor: nos están robando a todos. FALSO. ¿Son vagos los agricultores si no se esfuerzan en vender bien sus productos cuando sería tan fácil ganar mucho dinero? ¿Son tontos los consumidores cuando compran más caro lo que podrían conseguir fácilmente más barato? La respuesta a ambas preguntas es, obviamente, "no". Las cosas de la vida real son un poquito más complicadas, como ya hemos intentado explicar repetidas veces en estas mismas columnas.

Producción

8. Los fitosanitarios son peligrosos. DEPENDE. Las medicinas de las plantas son tan útiles como las medicinas de los animales y de los humanos. Si se usan bien, con control y sentido común, bajo una supervisión profesional, son de gran ayuda para que podamos producir. Si se usan mal, pues mal.

9. Las nuevas técnicas genéticas son peligrosas. DEPENDE. Una técnica no es ni buena ni mala, depende de cómo se utilice. La fisión nuclear ha permitido salvar muchas vidas en la sanidad, pero también crear bombas atómicas. Lo que hay que hacer es regularla adecuadamente para movilizar sus potencialidades. Lo hemos visto con las vacunas de la Covid y lo disfrutan cada día los hemofílicos.

10. Los emigrantes nos quitan el trabajo a los españoles. FALSO. Falta mano de obra en el campo, como en la construcción y los servicios, por poner solo 3 ejemplos. Los agricultores británicos, que votaron mayoritariamente Brexit, se desesperaron cuando se dieron cuenta de que habían votado para quedarse sin la mano de obra que les permitía recoger sus cosechas.

Las cosas hay que hacerlas bien, dialogando y sin olvidar que no hay agricultura verde en números rojos

11. La subida del salario mínimo hunde a la agricultura. FALSO. El salario mínimo ha subido en estos últimos años, y sigue habiendo agricultura, incluso la que (como las frutas y hortalizas) necesita mucha mano de obra. Lo que sí es verdad es que es un aliciente para la mecanización del campo, allí donde se puede, como en el olivar o los frutales superintensivos.

12. La Agenda 2030 amenaza a la agricultura europea y española. FALSO. La Agenda 2030 de las Naciones Unidas, que es distinto del Pacto Verde europeo, es una Agenda por la sostenibilidad económica, social y medioambiental. La gran amenaza para la agricultura es el cambio climático, y España, como viven cada día los agricultores, está en primera línea. La adaptación al cambio climático, y la mitigación del mismo, es una necesidad y se llama en nuestro caso "transición agroecológica". Lo que pasa es que las cosas hay que hacerlas bien, dialogando y sin olvidar que no hay agricultura verde en números rojos.