Cámaras de comercio: nuevas realidades, nuevas demandas
- Anwar Zibaoui
- Barcelona. Sábado, 24 de junio de 2023. 05:30
- Actualizado: Sábado, 24 de junio de 2023. 17:43
- Tiempo de lectura: 3 minutos
En los últimos años, se ha cuestionado mucho el papel y la razón de ser de las cámaras de comercio e industria. En varios países se ha reducido su papel a meros clubs de negocios, obviando su importancia para el desarrollo económico.
Desde hace más de un siglo, las cámaras de comercio han sido un motor clave en el desarrollo de millones de empresas, y han trabajado con gobiernos e instituciones para encontrar soluciones a los desafíos locales y globales y apoyar el sector privado.
Las cámaras fomentan la apertura del comercio y de la inversión internacional, así como la economía de mercado. Por su carácter internacional y supra-sectorial, tienen la ventaja que hablan con la autoridad que emana de las empresas de todos los sectores y de todas la partes del mundo. Son los actores necesarios para jugar un papel clave como instituciones encargadas de promover la actividad económica y fomentar la cooperación entre los empresarios y los agentes económicos.
Hoy, las empresas operan en un nuevo entorno de negocios, volátil, tecnológico y donde la innovación y la adaptación son claves. La estructura de la empresa, la fuerza laboral, los productos o el cliente están en constante cambio y son precisas nuevas soluciones. Las cámaras están en una posición única para ayudar, aprovechar oportunidades y unir sinergias.
La internacionalización y la globalización son grandes retos, pero también lo es la regionalización de sectores que se benefician de la proximidad geográfica y la complementariedad económica. En un entorno empresarial en evolución, las cámaras proporcionan reglas, directrices y códigos voluntarios diseñados para facilitar los flujos, equilibrar las transacciones transfronterizas y ayudar a los gobiernos a gestionar los desarrollos globales de manera colaborativa. Las cámaras no solo protegen los intereses de sus asociados, sino que su trabajo beneficia a la economía local, nacional y mundial en su conjunto y, por tanto, favorecen los Objetivos del Desarrollo Sostenible y ayudan a garantizar la paz y la prosperidad global.
Su característica de representar a todos los sectores empresariales a nivel mundial vía la Cámara de comercio internacional o a nivel regional se basa en la particular organización en forma de tupida red de las cámaras de comercio, especialmente en África, Europa, el Mediterráneo, Iberoamérica o Asia Pacífico. En este sentido, las asociaciones regionales de Cámaras de Comercio, como ASCAME o Eurochambers entre otras, que engloban entidades de los diferentes niveles de desarrollo, son un instrumento de cooperación de primer orden.
A lo largo de los años, las Cámaras han evolucionado, y deben seguir haciéndolo para adaptarse y conseguir el progreso. Su papel también es clave para facilitar la cooperación entre los sectores público y privado, y lograr grandes objetivos cuando se unen esfuerzos, como se vio en Barcelona, en las Olimpiadas, en la Fira o en Turismo de Barcelona. Ciertos aspectos de este sistema tan exitoso se pueden adaptar fácilmente en otras cámaras de comercio y ciudades de todo el mundo.
Al trabajar juntos, compartir conocimientos y utilizar la experiencia combinada, las cámaras de comercio pueden lograr objetivos comunes, mejorar la competitividad de sus miembros, y hacer avanzar a las empresas siguiendo estrategias de futuro que allanen el camino para un crecimiento global sostenible. El crecimiento económico, el trabajo justo, alianzas para lograr objetivos y el progreso son el camino.
Deben realinear los servicios que brindan a sus miembros para seguir siendo defensores efectivos de las empresas en la era de la nueva economía, y de las cuatro transformaciones disruptivas. La transición energética, la tecnológica o digital. La económica, y la demográfica.
Las instituciones camerales tienen que reformular su papel y rol en un mundo que está cambiando de manera irrevocable y apostar por diseñar programas para ayudar a las empresas a trazar un rumbo adecuado para una nueva era de negocios.
Las cámaras deben trabajar para cultivar un ecosistema empresarial que apoye a las pequeñas y medianas empresas para que continúen desempeñando un papel vital en la economía; que los principios ambientales, sociales y de gobernanza sean los impulsores clave del negocio en el futuro; y que las empresas deben orientarse hacia el desafío de lograr emisiones netas de carbono cero.
Dar forma al futuro de las cámaras requiere esfuerzos concertados y una visión unificada para lograr los objetivos necesarios para las próximas etapas. El papel de las cámaras hoy en día es aún más importante que nunca. Las empresas se enfrentan a algunos de los mayores desafíos y necesitan innovar continuamente para sobrevivir y las cámaras también tienen que adaptar sus servicios para ayudar a las empresas a satisfacer estas nuevas demandas. Están en una posición única para apoyar la configuración de soluciones para estos desafíos, permitir el desarrollo del sector privado y ayudar a las economías emergentes a lograr crecimiento y aprovechar oportunidades en todo el mundo. Todavía tienen relevancia para facilitar los caminos para que las empresas prosperen.