Esta semana tuve el privilegio de ser invitado por Roca Group en su impresionante Roca Barcelona Gallery a debatir con personalidades del mundo empresarial, de la arquitectura y del diseño acerca de las claves de la innovación en este siglo que arranca.

Se me solicitó mi punto de vista al respecto y saqué a colación un tema que quiero compartir con los lectores de ON ECONOMIA.

Se trata del análisis de colectivos. A lo largo de la historia del management, este capítulo se ha venido tratando, y no es nuevo. Es cierto que continuamente van surgiendo nuevas teorías que son refritos de teorías preexistentes con el nombre actualizado y alguna pincelada adicional. Por ejemplo, en estrategia, el análisis de colectivos se venía enmarcando en lo que se venía a llamar el Análisis Externo de la empresa, dentro del bloque de entorno y competencia: competidores, proveedores, clientes, distribuidores, entidades financieras y administración pública. Era, sin embargo, un análisis bastante estático y descriptivo. No dinámico.

Más adelante, Porter, en su herramienta de las cinco fuerzas aportó una dimensión adicional al incorporar al análisis de dichas fuerzas, durante la formulación de la estrategia, el aspecto esencial que de cada uno de estos colectivos debía analizarse. Así, en lugar de hablar de Proveedores, Porter recomendaba analizar el Poder de Negociación con Proveedores. Y en lugar de Competencia, recomendaba analizar la Amenaza de Nuevos Competidores. O la Rivalidad de productos existentes o el poder de negociación con clientes.

Ya no se ubica a cada actor que rodea a la empresa en un rol. Usted es proveedor. El otro es cliente. Este es distribuidor. Ya no funciona así

Más adelante se le dio un nuevo apelativo: stakeholders. Se iba un paso más allá, pues se incluía a todas las personas, grupos o entidades (internos o externos) que tienen un interés en una empresa y que pueden verse afectadas por sus decisiones o influir en su actividad.

Como explico, podemos pensar que el análisis de colectivos, comunidades y tribus es más de lo mismo. Pero pienso que hay una diferencia sustancial. La diferencia es que no se ubica a cada actor que rodea a la empresa en un rol. Usted es proveedor. El otro es cliente. Este es distribuidor. Ya no funciona así. Ahora, se trata de comprender cómo determinados colectivos, sean personas u organizaciones, pueden reunirse para desempeñar determinadas funciones dentro de una cadena de valor.

Y esto lo cambia todo porque un proveedor puede pasar a ser un socio. Un cliente puede pasar a formar parte de nuestros procesos de innovación. Un competidor puede ser un colaborador.

Por ejemplo, Amazon Web Services (AWS) y Netflix. Netflix desarrolló su propia solución de gestión de datos sobre AWS, la cual fue mejorada y adoptada en AWS para otros usuarios.

El análisis de colectivos, comunidades y tribus es una de las piezas fundamentales de la innovación en la actualidad

Aunque Apple y Samsung son competidores, Samsung fabrica pantallas OLED, chips de memoria y otros componentes clave para los iPhones de Apple. A pesar de sus múltiples demandas y competencia feroz, siguen colaborando porque ambas compañías se benefician.

Pero esto ahora da incluso un nuevo paso. Y ese paso es una de las claves para innovar en este siglo. Y es que no solo el rol se modifica, sino que la modificación de los roles desemboca en estrategias disruptivas para modificar las reglas de un sector de actividad determinado.

Esto es algo revolucionario y que se incluye poco en los procesos de innovación. Se trata de analizar las necesidades de cada actor para crear comunidades específicas. Las plataformas de televisión de pago en streaming se han convertido en productoras de cine; los clubes de fútbol en desarrolladores de contenido; los medios de comunicación crean espectáculos en vivo… Pero para todo ello, han de dirigirse a los principales actores de cada industria y replantear lo que cada uno hace y a cambio de qué. Lo que surge como una simple alianza se convierte en un esquema innovador y disruptivo que modifica toda la cadena de valor y redefine por completo a una industria determinada.

Como expliqué en el Roca Barcelona Gallery, el análisis de colectivos, comunidades y tribus es una de las piezas fundamentales de la innovación en la actualidad. Más allá de la tecnología, lo que la tecnología ha abierto es el melón de quién hace qué, cómo y para qué. Y usar esos diseños para eliminar los principales problemas y retos de cada sector.

Creatividad al poder.