Si pensamos en el término "confianza", que proviene del latín, podríamos ver la unión de dos palabras: "con" y "fianza". Pero, ¿decir "confianza" es decir "con fianza"? Quien pide una fianza es porque en realidad no se fía. Tiene gracia la cosa. Hago una venta con fianza porque no me fío. Pero así tengo confianza.

El caso es que el INE acaba de hacer públicos los Indicadores de Confianza Empresarial (ICE) del tercer trimestre. La Confianza Empresarial sube un 1,5% en el tercer trimestre de 2024 respecto al segundo. El 24,1% de los negocios empresariales prevén un trimestre favorable y el 15,2% son pesimistas sobre la marcha de su negocio. El INE siempre añade una columna interesante, que es la diferencia entre pesimistas y optimistas. Si el saldo es positivo, significa que hay más optimistas que pesimistas. Y si es negativo significa que los agoreros o preocupados ganan a los esperanzados o ilusos.

El saldo arrancó el año mal, con un -1,6%, estábamos en la fase más aguda de los conflictos de Oriente Medio y, además, en España, a inicios de año siempre hay una tendencia a verlo todo negro. Hasta que no llegan los meses de sol, no vemos la luz turística. Ya en el segundo trimestre, la cosa se dio la vuelta y los optimistas menos pesimistas pasaron del -1,6% al +9,3%. El dato del tercer trimestre mantiene la tendencia, arrojando un +8,9%. La diferencia es insustancial.

El término "confianza" proviene del latín y es la unión de los términos "con" y "fianza". Pero quien pide una fianza es que no se fía. Tiene gracia la cosa

Sin embargo, el asunto va por barrios. En la pyme de menos de 10 empleados predominan los pesimistas, mientras que a medida que crece el tamaño de la empresa, el optimismo va en aumento con una correlación extraordinaria. A más asalariados, más confianza en un buen final de año. Está claro, como he defendido en previos artículos, que la dimensión es un factor clave en los tiempos que corren.

Sucede algo similar con el sector de actividad. Hay grandes diferencias. Mientras que construcción, servicios transporte y hostelería tienen una visión claramente positiva, el comercio y la industria, sin ser pesimistas, presentan un número menor de entusiastas. No prevén un mal panorama, pero las opiniones están más divididas.

Un concepto de gestión empresarial que guarda relación con la confianza empresarial en España es la “Teoría de la Autoeficacia” de Albert Bandura. Esta teoría sostiene que la creencia en la capacidad propia influye directamente en el desempeño de las organizaciones. En otras palabras, que, si uno se lo cree de veras, luego la cosa sale bien. Se le suele llamar la profecía auto cumplida.

En la pyme de menos de 10 empleados predominan los pesimistas y a medida que crece el tamaño de la empresa, el optimismo va en aumento

Precisamente, me despedía esta semana por teléfono de mi buen amigo, compañero de pupitre en nuestros estudios universitarios, Albert Bosch, aventurero, emprendedor y escritor, magnífico conferenciante, para desearle suerte en su expedición a Groenlandia, que arranca esta semana. Solo hace diez semanas hubo de operarse de tibia y peroné. Tras la operación, decidió que, si se lo proponía, estaría listo en tan poco tiempo para una expedición tan exigente, no solo físicamente, sino también para las extremidades. Me decía Albert, "no todo lo que te propones lo logras, pero para lograrlo, por lo menos hay que proponérselo". Y me decía: "Fernando, lo que pensamos es fundamental para crear nuestra realidad".

Leyendo estos días la prensa económica, he tratado de concluir sectorialmente más a fondo estos datos sobre cómo será el final de año en España y deduzco que tecnología y turismo son los sectores más esperanzados, pues son los que están claramente invirtiendo más.

Así, Telefónica ha invertido en la expansión de su red 5G en España. Iberdrola ha destinado más de 3.000 millones de euros a proyectos de energías renovables en España. Grifols ha anunciado una inversión de 130 millones de euros para expandir su capacidad de producción de plasmáticos en su planta de Parets. Repsol ha invertido 700 millones de euros en una nueva planta de biocombustibles en Cartagena. Meliá abre nuevos hoteles en Canarias y Baleares, invirtiendo más de 200 millones de euros. NH hará lo propio, en renovaciones de hoteles actuales, con unos 120 millones de euros. Iberostar ha destinado más de 150 millones de euros a la renovación y expansión de sus complejos turísticos en el Caribe y España. Paradores, la red de hoteles gestionada por el Estado, 85 millones de euros en la renovación de sus históricos establecimientos.

La confianza empresarial tirará de la banca, y esta seguirá los pasos de las empresas y financiará sus proyectos, pero con fianza

Y, sin embargo, la banca está más centrada en racionalizar costes, digitalizar procesos y medir riesgos. Y, por lo tanto, va a exigir garantías para dar crédito.

En economía, hay veces en que la economía real va detrás del dinero. Es decir, el sector financiero marca el compás al que baila la economía real. En otras ocasiones es a la inversa. La economía real tira y las finanzas van a remolque de la actividad.

Creo que lo que queda de 2024 va a ser así, la confianza tira más de las inversiones y la actividad que la propia actividad bancaria, más recelosa, cautelosa con la morosidad, los riesgos, los costes y la regulación. Irá a proteger sus riesgos.

Digamos que la confianza empresarial tirará de la banca. Y está seguirá los pasos de las empresas y financiará sus proyectos, pero con fianza.

Viene un final de año de mucha confianza amarrada con fianza.