La corrección del BBVA y la estrategia del Sabadell
- Xavier Alegret
- Barcelona. Lunes, 13 de enero de 2025. 05:30
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El jueves pasado, el BBVA sorprendió al hacer un cambio en la oferta por el Sabadell: rebajaba el umbral mínimo de aceptación de la opa, que era del 50,01% de las acciones, para excluir a la autocartera del banco catalán, lo que significa que la operación será exitosa si aceptan la oferta el 49,28% de las acciones. Este ajuste se lo pone un poco más fácil, pero la diferencia no es sustancial.
Lo cierto es que se trata de una corrección. Podría haberlo hecho directamente así cuando presentó la oferta, hace más de ocho meses, pero no contó entonces con la autocartera. Fuentes financieras lo atribuyen a un error inicial que ahora habría enmendado, pero, sin embargo, hay varias interpretaciones al respecto, tanto en lo relativo al ajuste como al momento escogido para llevarlo a cabo y a los argumentos que están apareciendo.
El BBVA podría haber excluido directamente la autocartera del Sabadell y no lo ha hecho hasta ahora. Una interpretación es que calcula que la cosa puede ir por bien poco y, aunque solo arañe unas décimas, pueden ser decisivas a la hora de la verdad, cuando los accionistas del banco catalán tomen la palabra y voten, si este momento llega después del informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Hay una doble pregunta que flota en el ambiente: ¿si fue un error, por qué no lo han corregido hasta ahora? ¿No lo han detectado hasta ahora o se han esperado? Otra interpretación es que forma parte de una nueva ofensiva, pero no para arañar unas décimas, sino en la batalla por el mensaje: descontar la autocartera, y anunciar que lo seguirás haciendo si el Sabadell acumula más autocartera, es visto por algunos como una estrategia para señalar una supuesta maniobra defensiva del banco catalán, a las puertas de las presentaciones de resultados de 2024, en las que la opa volverá a ser motivo de preguntas a los presidentes y consejeros delegados de las entidades.
El BBVA corrigió la oferta por el Sabadell porque inicialmente cometió un error, según fuentes financieras, pero hay muchas interpretaciones
Que los bancos y las empresas cotizadas tengan acciones en autocartera es muy habitual. Incluso lo es que las acumulen. Lo hacen con varios propósitos, pero los más habituales tienen el objetivo de remunerar a sus accionistas, ya de forma directa como indirecta. Directa es por la vía de repartir parte del dividendo en acciones, cosa que muchas siguen haciendo aunque, cada vez más, los accionistas prefieren el dividendo en efectivo. La indirecta es por la vía de la amortización, que es la que tiene el Sabadell, entre otras cotizadas, y que responde a una estrategia que tenía ya antes de la opa.
La estrategia consiste en ir comprando acciones propias para, de vez en cuando, amortizarlas, es decir eliminarlas del mercado. Dejan de existir y el capital del banco se divide en menos títulos. Eso beneficia a los accionistas porque, de repente, la empresa de la cual son socios se reparte en menos trocitos (acciones), de manera que sus trocitos ganan valor.
CaixaBank y el Santander, por citar solo bancos, tienen planes de recompra de acciones, como lo tuvo el BBVA, hace casi un año, justamente antes de lanzar la opa al Sabadell que pagará con acciones. También la entidad que dirige César González-Bueno lo tuvo, en abril del año pasado, pero la CNMV la obligó a pararlo precisamente por la opa, para evitar que la compra de acciones pudiera distorsionarla. Por lo tanto, ahí no se pueden buscar suspicacias.
Resolución a mediados de año
La opa del BBVA al Sabadell ya hace más de ocho meses que arrancó y se prevé que se alargue como mínimo cinco meses más y se pueda resolver a mediados de año, entre junio y julio. Estos timings, no obstante, son una previsión, dado que ya no se tienen que vencer más trámites: solo falta la aprobación de la CNMC. Después, el sí de la CNMV, que dará el pistoletazo de salida al periodo de aceptación de la oferta por parte de los accionistas, es automático.
La CNMC es el gran escollo a la operación. El organismo encargado de velar por la competencia tiene serias reservas con respecto a las consecuencias de la compra y absorción del Sabadell por parte del BBVA para el mercado, y las expresó en un informe al cual el banco que preside Carlos Torres ya respondió. A pesar de las medidas propuestas por el BBVA, la comisión cree que puede haber una reducción significativa de la competencia en algunos mercados, como el de pymes en Catalunya y el País Valencià.
La opa se prevé que se alargue como mínimo cinco meses más y se pueda resolver a mediados de año, entre junio y julio
Es por estas dudas por las cuales envió el estudio de la operación a fase 2, en la cual ya daba voz al Sabadell y a los afectados potenciales. El banco que preside Josep Oliu está enviando documentación a la CNMC, que también la va requiriendo, tanto al Sabadell como al BBVA.
Los que de momento no han podido decir esta boca es mía son los afectados. Una setentena de asociaciones, entre las cuales destacaban a las patronales catalanas, como Foment y Pimec, la Cambra de Comerç de Barcelona y la Asociación de Accionistas Minoritarios del Banc Sabadell, solicitaron personarse en contra de la opa, pero la CNMC se lo denegó. Pueden recurrir, y muchas de ellas lo harán, cosa que puede alargar el proceso, especialmente si se les acaba dando la razón y finalmente pueden personarse, porque eso requerirá tiempo. En cualquier caso, la pelota está en el tejado de Competencia, mientras el BBVA y el Sabadell siguen con sus estrategias.