La criptomoneda de Trump
- Fernando Trias de Bes
- Barcelona. Domingo, 26 de enero de 2025. 05:30
- Tiempo de lectura: 2 minutos
Les voy a explicar una historia alucinante. Esta historia es, asimismo, preocupante. Y lo es porque contiene todos y cada uno de los elementos más especulativos de la economía financiera. Y, además, arroja conclusiones equívocas que conducen, con toda la razón, a afirmar que la economía construye mentiras. No son mentiras. Son formas de calcular las cosas. Pero de eso la gente no entiende. Las cosas son o no son. O algo es o no es. En economía y, especialmente en finanzas, muchas cosas son y no son al mismo tiempo, y es entonces cuando la ciencia lúgubre, que bautizó Thomas Carlyle a la economía en el siglo XIX: the dismal science.
Ahí va la historia.
Se me ocurre lanzar una criptomoneda privada. Examino mis libros y concluyo que lo más notorio que he publicado es el libro de La Buena Suerte. Como se publicó en más de 40 idiomas y dio la vuelta al mundo, puedo darle glamur a mi moneda usando esa historia. Llamo a mi criptomoneda Lucky Coin. Vaya. Resulta que hay tantas, que ya existe. Alcanzó en marzo de 2024 un precio de 1.500 dólares. Actualmente está a 39 dólares. Pero no es especulación, no. Venga, busco otro nombre que no esté pillado. GoodieLucky’s. Good Luck coin existe. Me lo han denegado. Tercer intento (como los nombres de las nuevas sociedades en el Registro Mercantil). LuckyTrias está libre. Hecho.
Valor de salida, 5 euros. Primera emisión, 20 millones de criptos. Máximo que se lanzará, cien millones. Salgo al mercado. Aviso a conocidos, lo publicito en plataformas, contrato a una agencia de comunicación, convenzo a tres instagramers influencers para que compren y lo cuenten en redes sociales. Empieza a cotizar y, bingo, en tres semanas está cotizando a 50 euros.
Bien, ahora viene la magia.
Valor patrimonial de mis criptos: cincuenta mil millones de euros. He levantado en tres semanas una riqueza que me sitúa entre las diez personas más ricas de España.
¿Es esto verdad?
Sí y no.
No tengo ese dinero, por supuesto. Pero es el valor actual, dada la cotización de mi cripto.
Ahora les daré un dato que no tienen ni podrán encontrar porque en el mundo cripto no es público. ¿Cuántas criptos he vendido para alcanzar la cotización de 50 euros? Pues, contando las de los instagramers y las que me compré a mi mismo para generar movimiento, solo cien. Quinientos euros de ingresos. Lo que pasa es que hubo treinta criptos que se revendieron en plataformas externas e hicieron subir el valor. Hubo compradores que pagaron 50 euros por esas 30 criptos. Es decir, mil quinientos euros es lo realmente desembolsado por mis criptos. El total de transacciones que llevaron el valor de cinco euros a cincuenta quizás alcanzó los diez mil euros. Y ya.
Eso es exactamente lo que hizo Trump. La noticia que leímos en los diarios fue esta: Donald Trump lanzó su propia criptomoneda denominada $TRUMP el pasado 17 de enero de 2025 y experimentó un aumento vertiginoso en su valor, alcanzando una capitalización de mercado de aproximadamente 10,000 millones de dólares en menos de 24 horas. La emisión inicial constó de 200 millones de tokens, con un precio que llegó a los 64 dólares por unidad. Además, se prevé la emisión de 800 millones de tokens adicionales en los próximos tres años, lo que podría elevar su valor total a 72,000 millones de dólares.
La inmensa mayoría de criptos están desnudas. Se aguantan mientras el público, como el cuento de Andersen, calla y oculta la verdad
A ver, Trump es bastante más conocido que yo. Y, con probabilidad, movió tal vez cien millones de euros en compraventas. Pero ¿cuántas realmente se han comprado? No se sabe. Nadie lo sabe. Esa información no consta. ¿Por qué? Pues porque entonces se vería que el emperador va desnudo. La inmensa mayoría de criptos están desnudas. Se aguantan mientras el público, como el cuento de Andersen, calla y oculta la verdad.
Trump no ha levantado 72.000 millones de dólares. Ese es el valor teórico de lo que se ha pagado ayer por equis moneditas que no sabemos cuántas son multiplicado por los millones que va a la lanzar.
Pero las criptos no son burbujas ni especulativas.
Tranquilos todos.
Al final daré la razón a quienes afirman que somos unos trileros.
Pobre liberalismo.
Pobre economía.