Decían los expertos más avispados que este 2024 escondía la incógnita de vivir algún episodio traumático en el crédito. Los altos tipos de interés, después de años de coste cero del dinero, mantenidos en el tiempo podrían hacer mella en muchas compañías. Tal vez lo ocurrido esta semana en la farmacéutica española Grifols no sea solo una cuestión de elevada deuda, sino de ocultamiento de la misma: está por ver.

Pero si uno se fija en el comportamiento de las empresas de tamaño mediano y pequeño más endeudadas, aprecia que el dinero no quiere estos riesgos, no quiere encontrarse con otro posible escándalo contable. Los inversores mirarán con lupa estas firmas, ante la desconfianza que ha provocado el informe de Gotham City Research que ha acusado al grupo de manipulación contable sobre su deuda y ebitda (beneficio de explotación), argumentando que sus ratios de endeudamiento rondan el doble de los declarados oficialmente. Mientras Grifols ha negado las acusaciones y la CNMV ha abierto una investigación al respecto, el precio de la acción ha caído un 40% en la semana.

A esta nueva incertidumbre se suman otras más recurrentes por estos lares. Sin duda, el conflicto bélico en Oriente Medio, con el ataque de Estados Unidos y Reino Unido a los hutíes de Yemen, abre un nuevo frente de dudas para el petróleo que ha vivido una semana muy volátil. Como explican los analistas de MarketScreener, además, los precios del petróleo siguen sacudidos entre las tensiones en el Mar Rojo y los datos pesimistas sobre el equilibrio mundial entre la oferta y la demanda. Arabia Saudí, en particular, sacudió el mercado a principios de semana al bajar su precio de venta a Asia. El otro factor que pesa sobre el petróleo es la fortaleza de la producción estadounidense, ya que la Agencia de la Energía de EE. UU. (EIA) ha revisado al alza sus previsiones. Prevé que Estados Unidos produzca 13,21 millones de barriles diarios este año, cifra que aumentará a 13,44 millones en 2025.

Y la sempiterna incógnita a despejar es la llegada de las bajadas de los tipos de interés a los principales bancos centrales, mientras se conocen repuntes de la inflación en el pasado diciembre. A cierre de 2023, el IPC en Estados Unidos se situó en el +3,4% interanual, frente a una previsión del +3,2%, mientras que la versión "core" (excluidos la energía y los alimentos) se situó en el +3,9%, frente a una estimación del +3,8%. Tras una reacción inicial cuando menos negativa, los índices bursátiles lograron recuperarse, sobre todo durante la sesión estadounidense, mientras que el rendimiento del bono estadounidense a 10 años se mantuvo por debajo del umbral técnico del 4,07%.

Y, por último, en clave distinta, la llegada de los fondos al contado en criptomonedas que inaugura el Bitcoin abre una nueva etapa en esta forma de inversión que accede a los carriles tradicionales del ahorro y se hace fácil y transparente en la operativa para el conjunto de inversores. 

 Semana de datos flojos 

La semana vendrá cargada de datos menores con el mercado estadounidense cerrado el lunes por el Día de Martin Luther King. Según explican desde Allianz Global Investors, en la zona euro, las encuestas de confianza del ZEW permitirán comprobar si la confianza de los inversores está mejorando tras la caída de la inflación. Recientemente, han mostrado signos de haber tocado fondo, de manera que un nuevo repunte podría anticipar una (probablemente modesta) reactivación del crecimiento durante el primer semestre de 2024. Sin embargo, es probable que los datos de producción industrial y del sector de la construcción sigan siendo moderados.

En EE. UU., las encuestas empresariales regionales de diciembre resultaron muy débiles y el consenso espera cierto rebote en enero. Sin embargo, la economía parece estar perdiendo el impulso de la segunda mitad del año pasado, por lo que no nos sorprendería ver datos algo más desfavorables. Lo mismo cabe decir de las ventas minoristas, que también se publicarán la semana que viene.

La parte más interesante de la agenda semanal se encuentra en las publicaciones de resultados empresariales. Tras otra ronda de resultados de los bancos estadounidenses (Morgan Stanley, Goldman Sachs, etc.), conoceremos algunas de las principales empresas no financieras, como Rio Tinto, Repsol y Compagnie Financière Richemont. Y atentos también a las subastas de deuda pública en España que se estrenaron con fuerte demanda.