La economía es una disciplina compleja. Requiere, a veces, la mirada en el rabioso corto plazo (por ejemplo, ¿cuánto ha sido el IPC del trimestre?) y, en otras ocasiones, exige levantar la vista hacia el horizonte y analizar desde el largo plazo (por ejemplo ¿cuánto han aumentado los precios de los pisos desde la burbuja de 2008?).

Además de esta doble perspectiva, es necesario poner unas estadísticas en relación con otras. Por ejemplo, ¿cuánto ha aumentado el inmobiliario respecto a los salarios? 

Por si fuera poco, luego hay que decidir la fecha con la que nos comparamos. Tuve un profesor de estadística que decía que “todo dato suficientemente torturado, conduce al resultado deseado”. Por ejemplo, el inmobiliario está al mismo precio que en 2007, pero ha subido un 57% desde 2013. ¿Dónde ponemos el corte?

Bien, llevo tiempo tratando de esclarecer una hipótesis que, a medida que transcurren los meses, combinando información a corto plazo con datos a largo plazo, mirándolo desde varios cortes temporales y poniéndolo en relación con otros indicadores me permitan dirimir si la hipótesis se confirma o no se confirma.

La hipótesis es la siguiente: ¿se está produciendo una elevación nominal de la economía? ¿Esta elevación está concentrándose en alguno de los agentes económicos? ¿Cuál es el verdadero impacto del IPC en el ciudadano y en la economía de los hogares?

Trataré de hacerlo sencillo. Hay dos formas de medir el crecimiento del PIB: en términos nominales (euros) o en términos reales (porcentaje). La economía española, desde 2013, año en que empezamos a salir de la crisis del 2008 y que he tomado como primer momento de corte, ha crecido un 43% en euros y un 20% en términos reales. Es decir, se ha elevado nominalmente un 23%, que es la resta de ambos porcentajes. La elevación nominal no responde a más bienes y servicios, sino a más euros, sea a través de la elevación nominal de las rentas del trabajo o del capital.

Esta elevación coincide con el IPC, que ha sido del 20% en términos acumulados desde 2013, aproximadamente. Es decir, grosso modo, tenemos en España un 20% más de riqueza real desde 2013 y un 20% adicional de euros no traducidos en bienes y servicios adicionales. ¿Qué ha pasado con los hogares? Bien, la renta bruta disponible de los hogares ha aumentado casi a la par que el PIB nominal, un 40%. Sin embargo, el salario medio español solo ha aumentado un 13%.

España es más rica, España eleva nominalmente la economía ayudando al desendeudamiento vía inflación y España es más desigual

La conclusión es clara. Hay una elevación nominal de la economía muy evidente. Pero esta elevación es desigual. Se ha concentrado en los salarios más elevados y en aquellos hogares con rentas del capital. Las familias cuyos ingresos provienen solo de rentas del trabajo y estaban, además, en las franjas más bajas de ingresos, han perdido dos cosas. Por un lado, un 7% de poder adquisitivo (20% de IPC versus 13% de aumento salarial) y, por otro lado, la oportunidad de elevar nominalmente su renta como el resto de los hogares. Por ende, se ha producido un incremento de la desigualdad.

Cuando hacemos el corte con el año 2017, por situarnos antes de la Covid, vemos lo siguiente.

La economía ha crecido un 26% en euros y un 7% en términos reales. Es decir, se ha elevado nominalmente un 19%, que es, de nuevo, la resta de ambos porcentajes. Esta elevación se acerca mucho al IPC, que ha sido del 18% desde 2017. Es decir, si ahora hacemos el corte en 2017, tenemos en España un 7% más de riqueza real y un 19% adicional de euros no traducidos en bienes y servicios adicionales. Esto sucede porque en 2020 hubo una gran bajada económica).

¿Qué ha pasado con los hogares? De nuevo ha ido casi a la par que el PIB nominal y, también de nuevo el salario medio español solo ha aumentado un 13%.

La conclusión se mantiene. Hay una elevación nominal de la economía muy evidente y otra vez es desigual. Los puramente asalariados de salarios medios han perdido un 7% de poder adquisitivo (18% de IPC versus 11% de aumento salarial) y, otra vez, la oportunidad de elevar nominalmente su renta como el resto de los hogares.

Resumen de la película: España es más rica, España eleva nominalmente la economía ayudando al desendeudamiento vía inflación y España es más desigual.