La entrada de Taqa en Naturgy y el papel de IFM

- Xavier Alegret
- Barcelona. Lunes, 3 de marzo de 2025. 05:30
- Actualizado: Lunes, 3 de marzo de 2025. 09:43
- Tiempo de lectura: 3 minutos
Los movimientos accionariales han vuelto a Naturgy. Mientras Francisco Reynés sigue con la transición de la energética catalana hacia las renovables y acaba de presentar un nuevo plan estratégico hasta 2027, que prevé inversiones de 6.000 millones, los accionistas han retomado la búsqueda de un nuevo socio que dé salida a los fondos que llevan tiempo intentando monetizar las ganancias de Naturgy en la bolsa en los últimos años. Esta vez, sin embargo, no lidera los movimientos Criteria sino CVC y su hombre fuerte en España, Javier de Jaime, mientras que habrá que ver el papel que juegan ahora IFM y Jaime Siles.
La mayoría del capital de Naturgy está en manos de cuatro accionistas –motivo por el cual Reynés ha anunciado una autoopa, con la que los cuatro perderán una pequeña parte de sus acciones para cederlas al mercado y así ganar free float–. Los accionistas son: Criteria, el holding de La Caixa, con el 26,7%; Rioja, un vehículo controlado por el fondo CVC (75%) y participado por Corporación Financiera Alba (25%), el holding de la familia March, con un 20,7%; el fondo GIP, comprado por el gigante BlackRock, con un 20,6%, y el fondo IFM, con un 16,9%. La energética pública argelina Sonatrach tiene un 4,1% más. Criteria tiene 3 consejeros, Rioja y GIP 2 cada uno e IFM tiene uno, que ahora duplicará tras aumentar su participación en los últimos meses.
Los movimientos accionariales han vuelto a Naturgy, pero la búsqueda de un nuevo accionista la lidera ahora CVC y su hombre fuerte en España, Javier de Jaime
GIP está en Naturgy desde 2016 y Rioja, desde 2018, por lo que ya han cubierto el ciclo habitual para un fondo de estas características, que suele estar entre cuatro y seis años y vender, sobre todo si la trayectoria de la compañía ha sido ascendente, como es el caso, y pueden recoger beneficios. Llevan años buscando una salida y no la encuentran, y el papel de IFM no ha ayudado. Ahora hacen el tercer intento, que tiene posibilidades de éxito, pero una de las claves será cómo se mueva el fondo australiano y su jefe en España, Jaime Siles. La estrategia del hijo del poeta empieza a cuestionarse en el país oceánico.
El primer plan para dar una salida a los fondos lo protagonizó Reynés, con el proyecto Géminis, para dividir en dos la compañía, pero el gobierno español lo vetó. El segundo lo lideró Criteria, que buscó un nuevo accionista, que ya no era un fondo, sino un inversor industrial, una empresa del sector, la energética pública de Abu Dabi Taqa. Incluso llegaron a firmar un memorándum de entendimiento que sentaba las bases del acuerdo, según el cual Taqa tendría la mayoría, pero por debajo del 50%, y Criteria subiría por encima del 30%. La empresa emiratí consolidaría Naturgy en su cuenta de resultados, pero mantendría compromisos de inversión y mantenimiento del negocio y de los puestos de trabajo en el Estado, condición sine qua non para que el gobierno español, que tiene derecho de veto por el escudo antiopas, aprobara la operación.
El intervencionismo de Pedro Sánchez no fue lo que hizo descarrilar la operación. Al liderarla La Caixa, se daba por hecho que los movimientos de Isidre Fainé y su equipo estaban en sintonía con las exigencias de Moncloa y respondían a sus posibles inquietudes. La entrada no se produjo porque Taqa se echó atrás. Lo que se dijo es que se retractó de los términos de la operación, los que ella misma había pactado, ya no le convencían. Algunas fuentes apuntan que Jaime Siles tuvo un papel importante, ya que habría tenido contactos con Taqa que habrían llevado a los emiratíes a romper las negociaciones.
La estrategia de IFM en Naturgy empieza a estar cuestionada en Australia, donde la prensa ya se ha hecho eco de la soledad de Jaime Siles en el consejo
Desde entonces, son los mismos fondos que quieren salir los que están buscando opciones en el mercado, pero la posibilidad de que entre otro fondo no gusta a la compañía y, de nuevo, la opción más viable ha sido la de Taqa. La empresa quiere invertir en Europa y sigue interesada en Naturgy, que tiene un papel muy importante en la importación de gas a España y al continente. Solo falta encontrar la fórmula.
Fuentes conocedoras de la operación aseguran que las negociaciones, que lidera ahora Javier de Jaime, el máximo responsable de CVC en España, establecen términos similares a los del memorándum con La Caixa. Una toma de control total sin condiciones por parte de Taqa sería inviable, ya que tendría el veto del gobierno español y, probablemente, la oposición de Criteria, que esta vez tiene un papel menos activo. Por lo tanto, los compromisos seguirán estando presentes. La cuestión será si IFM dejará hacer y se quedará al margen o si Siles querrá tener de nuevo un papel decisivo.
La estrategia de IFM en Naturgy empieza a estar cuestionada en Australia, donde la prensa económica ya se ha hecho eco de la soledad de Siles en el consejo de la energética catalana. IFM es uno de los grandes fondos mundiales en infraestructuras, con la sostenibilidad en el foco, motivo por el cual es respetado. Pero su irrupción en Naturgy en 2021 y los pasos que ha seguido en la compañía han estado lejos de merecer ese respeto. Entraron de espaldas al primer accionista, Criteria, con una opa y la voluntad de mandar sin tener la mayoría. Después intentaron construir puentes con La Caixa, pero su papel en el primer intento de entrada de Taqa los dinamitó. Ahora también el resto de accionistas han visto que la conducta del fondo australiano en Naturgy es errática y se cuestiona la figura de Siles, que, dicen, está mal asesorado. Los próximos movimientos que haga pueden ser decisivos para la energética y quién sabe si para su propio futuro.