Ormuz, un estrecho entre el golfo Pérsico y el golfo de Omán, es una ruta de tránsito marítimo clave, aproximadamente una quinta parte del petróleo comercializado pasa por él, así como el gas natural licuado (GNL) exportado desde Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. Es el único paso marítimo desde el golfo Pérsico hasta el océano abierto, así que un posible bloqueo de los buques que transitan por dicho estrecho podría traer caos al mercado mundial de GNL.

Eventos geopolíticos, como la invasión rusa de Ucrania y la guerra de Israel podrían propiciar una afectación en el flujo de gas y/o GNL y, por consiguiente, en el precio del gas. Desde principios del 2022, una variedad de acontecimientos han puesto en riesgo el balance energético tanto a nivel regional como global: a saber, la explosión del gasoducto de Nord Stream, los daños en el conector del Báltico (gasoducto Finlandia-Estonia), los daños en el gasoducto de Schleswig-Holstein (Alemania), el campo de Tamar (Israel) cerrado, la crisis del Mar Rojo que interrumpe el comercio de GNL, un misil que ha impactado el gasoducto de Járkov (Ucrania), un ataque militar contra dos instalaciones subterráneas de almacenamiento de gas en Ucrania, entre otros.

El comercio marítimo mundial ha ido aumentando con fuerza con los años, exponiendo a su vez esos pasajes angostos, estratégicos y extremadamente transitados llamados puntos de estrangulamiento marítimos. Dichos lugares, por lo general, son estrechos o canales donde convergen grandes volúmenes de tráfico, creando vulnerabilidades debido a riesgos estructurales, tensiones geopolíticas y piratería.

Entre los más conocidos puntos de estrangulamiento marítimo se encuentran: los estrechos de Ormuz, de Malaca, de Bab El-Mandeb y del Bósforo, los canales de Panamá y de Suez y el cabo de Buena Esperanza.

Un posible bloqueo en algunas de esas rutas, ya sea por conflictos geopolíticos o por efectos extremos del clima, ponen en riesgo el comercio marítimo internacional. En algunas ocasiones, los buques pueden modificar sus rutas para transportar sus cargas al destino final, pero en otras ocasiones estas rutas alternativas no existen.

Un bloqueo en el estrecho de Ormuz afectaría al 20% de las exportaciones mundiales de GNL

En el año 2023, el tránsito mundial de GNL fue de aproximadamente 413 millones de toneladas, de las cuales  el 7,9% transitaron por el canal de Suez, el 2,6% por el canal de Panamá, el 4% por el cabo de Buena Esperanza y el 20% por el estrecho de Ormuz. Estados Unidos, Australia y Qatar produjeron tres quintos del GNL del mundo, siendo Estados Unidos el mayor exportador. Los mayores importadores de GNL fueron China, Japón, Corea del Sur y Europa.

Las exportaciones de GNL toman diferentes rutas marítimas y cruzan diferentes puntos de estrangulamiento dependiendo de la ubicación geográfica de los países exportadores, así como los importadores.

Los conflictos en el mar Rojo han afectado el flujo de GNL por el canal de Suez y el estrecho de Bab El-Mandeb, pero los buques han podido modificar sus rutas y muchos han transitado por el cabo de Buena Esperanza, promontorio rocoso en el extremo sur de la península del Cabo, Sudáfrica. 

En el 2023 el 11% del GNL proveniente de Estados Unidos cruzó el canal de Panamá, el 10% el canal de Suez y un 7% utilizó la ruta vía cabo de Buena Esperanza. Debido a sequías que han afectado el paso por el canal de Panamá y los conflictos en el Mar Rojo, los buques han redireccionado sus rutas y en el primer semestre del 2024 alrededor del 20% tomó la ruta vía el cabo de Buena Esperanza, el 2% vía el canal de Panamá, mientras que el paso por el canal de Suez se detuvo.

El GNL proveniente de Australia, por el contrario, poco se afecta por estos conflictos, ya muy pequeños volúmenes de GNL utilizan rutas vía los canales de Panamá y Suez.

Las rutas vía el canal de Suez y vía el estrecho de Ormuz han sido siempre muy importantes para las exportaciones del GNL de Qatar. En el 2023, el 19% del GNL catarí cruzó el canal de Suez, disminuyendo a 1% en el primer trimestre de 2024. Este año los buques han redireccionado sus rutas vía el cabo de Buena Esperanza.

Mientras que el transporte global de GNL puede utilizar rutas alternativas si el paso por el mar Rojo se interrumpe, un bloqueo en el estrecho de Ormuz detendría por completo el flujo de buques provenientes de Qatar afectando alrededor del 20% de las exportaciones mundiales de GNL. Dicho acontecimiento desbalancearía la oferta y la demanda del gas y afectaría la volatilidad de los precios mundiales del gas.

Los conflictos internacionales pueden crear un efecto dominó en el mercado del gas, poniendo al descubierto la fragilidad y las incertidumbres de éste. Europa, al importar mayores cantidades de GNL, está cada vez más expuesta a los riesgos y la vulnerabilidad de este mercado que en ocasiones es inflexible.