La reciente aprobación por parte del Consejo de Ministros del anteproyecto de ley para la reducción de la jornada laboral constituye un hito histórico, no solo por su impacto en la dinámica de trabajo de las empresas y de las personas trabajadoras, sino también porque incorpora otros aspectos clave para las relaciones laborales, como el derecho a la desconexión digital o la obligatoriedad del registro horario telemático.

El anteproyecto, que se tramitará por la vía de urgencia y mantiene los puntos acordados con los sindicatos pero que no cuenta con el respaldo de la CEOE, no entrará en vigor de inmediato, ya que requerirá del apoyo de una mayoría parlamentaria y se prevé la constitución de una mesa de diálogo. En todo caso, se trata de una iniciativa que no solo marcará un antes y un después en la normativa laboral española, sino que subraya la importancia de la digitalización como eje central para cumplir con los objetivos planteados y representa un paso decisivo hacia la modernización de las relaciones laborales en España.

En este nuevo marco legislativo, la digitalización del registro horario cobra especial relevancia. Aunque el registro de la jornada laboral es obligatorio desde 2019 –sujeto a la regulación establecida por el Real Decreto Ley 8/2019, de 12 de marzo–, en muchos casos el control horario aún se realiza de forma manual o con sistemas poco adaptados a las exigencias actuales. En este contexto, el Ministerio de Trabajo ha propuesto ajustes en la regulación del registro horario, unos ajustes que se plasman en el anteproyecto de ley para la reducción de la jornada laboral y que propiciarán una evolución hacia modelos completamente digitales, más eficientes y transparentes.

En muchos casos el control horario aún se realiza de forma manual o con sistemas poco adaptados a las exigencias actuales

Así, el texto aprobado por el Consejo de Ministros propone medidas innovadoras: la obligatoriedad de registros digitales, eliminando la posibilidad de utilizar métodos manuales, y la creación de un sistema interoperable accesible de modo remoto para la Inspección de Trabajo. Además, endurece las sanciones por incumplimientos en materia de jornada laboral y establece que las multas sean aplicadas por trabajador y no por empresa. Lo que se persigue es “la consecución de un sistema de registro de jornada realmente eficaz, presidido por los principios de objetividad, fiabilidad y accesibilidad e interoperatividad”, si bien hay que esperar al desarrollo normativo de este anteproyecto para que se concrete de qué modo se garantizarán estos principios y cómo se tendrán que adaptar las empresas para que el registro horario sea efectivamente objetivo, fiable y accesible.

La digitalización del registro horario va más allá del mero cumplimiento legal, ya que no solo mejora la gestión interna de las empresas, sino que también promueve un entorno laboral más justo y eficiente: sus beneficios engloban tanto la optimización de procesos y recursos como la protección de los derechos de los trabajadores, impulsando así un equilibrio entre productividad y bienestar. Para las empresas, supone una oportunidad de modernizar sus procesos y automatizar tareas administrativas, reduciendo errores y liberando recursos para que los empleados se centren en el crecimiento del negocio. En este sentido, el uso de software especializado permite gestionar horarios con mayor flexibilidad, optimizar la planificación de turnos o responder de forma ágil a las demandas de un mercado laboral cada vez más complejo, ofreciendo información valiosa sobre la productividad de los trabajadores.

El registro horario digital representa un paso decisivo hacia la modernización de los procesos empresariales

La digitalización contribuye, además, a un entorno laboral más equitativo: proporciona mayor transparencia sobre la jornada laboral y facilita el cumplimiento de medidas como la desconexión digital, también regulada en el anteproyecto de ley, lo que protege sus derechos laborales, además de fomentar su bienestar, clave para incrementar la motivación del empleado y la productividad y crecimiento de las empresas.

Con la aprobación del anteproyecto de ley para la reducción de la jornada laboral, España se prepara para un cambio sin precedentes de su marco normativo, un avance que pretende mejorar las condiciones laborales a través de la digitalización, una herramienta esencial para garantizar el cumplimiento de las nuevas medidas. El registro horario digital, como pieza clave de esta transformación, representa un paso decisivo hacia la modernización de los procesos empresariales: más allá de ser una obligación legal, representa una oportunidad para que el tejido empresarial adopte sistemas adaptados a los retos del siglo XXI y protagonice una transformación sin perder de vista la eficiencia y la competitividad empresarial.

*Victoria Miravall es Product Strategy Director en Wolters Kluwer Tax & Accounting Europe South Region