A medida que avanza el año, el sector inmobiliario está mostrando algunos síntomas de recuperación, especialmente en lo que respecta a la actividad de los ocupantes. Tras un período prolongado de incertidumbre, marcado por los desafíos económicos y geopolíticos globales y el impacto residual de la pandemia, hay razones fundamentadas para adoptar una visión cada vez más optimista.

Durante la segunda mitad de 2022 y especialmente en 2023, hemos observado una sobrerreacción del mercado que ha acarreado una disminución general en el volumen de inversión en oficinas y un enfoque muy cauteloso por parte de los inversores, debido a la subida en vertical de los tipos de interés, los diversos conflictos geopolíticos y, por encima de todo, al cuestionamiento del asset class de las oficinas como tal debido fundamentalmente al fenómeno del teletrabajo. Demasiadas nubes para poder tener un mercado con una profundidad mínima. Sin embargo, este año hemos empezado a notar varios cambios significativos y uno de los más relevantes es que hemos observado durante el primer trimestre unos niveles de actividad notables en el mercado de ocupantes, tanto en Madrid como en Barcelona, que han alcanzado contrataciones de 144.800 m² y 104.000 m² de oficinas respectivamente.

Y es que un mercado de los usuarios finales, más allá de correcciones a la baja deseables en los tipos de interés, es el pilar fundamental para tener un mercado de inversión activo, duradero y sano. En el momento en que encadenemos varios trimestres de demanda robusta por parte de los ocupantes los inversores que son “generadores de tendencias” volverán a tomar posiciones rápidamente adquiriendo de nuevo inmuebles de oficinas a todo volumen y seguramente para los inversores “seguidores” se habrá cerrado de forma definitiva su ventana de oportunidad.

Los inversores ya reconocen la oportunidad que presentan las oficinas en ubicaciones estratégicas, que es probable que más adelante ya no estén disponibles

A esto se le une el hecho de que el número de solicitudes de propuestas de venta de activos por parte de determinados grupos propietarios de edificios de oficinas han aumentado considerablemente en comparación con el año pasado, señal de que existe la suficiente voluntad de rotación de activos por parte de algunos propietarios a los niveles de precio actuales. Este aumento en las propuestas de inversión es un indicador adelantado crucial que sugiere que la actividad de inversión está a punto de intensificarse.

Los inversores, tanto nacionales como internacionales, están empezando a reconocer el valor inherente y las oportunidades que presentan las oficinas en ubicaciones estratégicas, oportunidades que es probable que más adelante ya no estén disponibles. Las estrategias contra cíclicas nadie dijo que fueran fáciles de implementar, pues para comprar en el punto más bajo de la curva se exige una buena dosis de coraje, capital disponible y una cierta determinación y sangre fría. Pero, lógicamente, en el momento en que el mercado ofrezca certeza y ya se perciba la recuperación, la verdadera oportunidad ya habrá pasado de largo. Es el eterno debate sobre el binomio riesgo-rentabilidad, y para obtener rentabilidades muy atractivas hay que entrar en el mercado cuando los riesgos son aún aparentemente elevados.

Para los inversores que busquen implementar verdaderas estrategias contra cíclicas, este es el momento de actuar. La ventana para aprovechar los precios de entrada relativamente bajos se está cerrando rápidamente a medida que el mercado gana impulso. Creemos que las estrategias dominantes centrarán su interés en propiedades que ofrezcan potencial de crecimiento a largo plazo y resiliencia en periodos de incertidumbre. Además, será esencial considerar la sostenibilidad y la eficiencia energética, aspectos que llevan ya con nosotros cierto tiempo y cobrando mayor relevancia tanto para inquilinos como para inversores, además de los reguladores.

Este 2024 representa un año de oportunidades significativas para el mercado de oficinas. A medida que la actividad de inversión se recupera, aquellos que se anticipen y se adapten a las nuevas dinámicas del mercado estarán mejor posicionados para beneficiarse de la próxima fase de crecimiento en el sector de real estate. Los indicadores empiezan a mostrar que el tiempo de anticiparse está llegando y el momento para invertir es ahora.