Tristemente, pero sí. No fue hasta el 5 de enero de 2022 que España legislaba en favor de que perros, gatos y demás mascotas tuvieran un tratamiento diferente al de cualquier objeto inanimado. Por fin, y después de años de masivas reivindicaciones, los animales de compañía pasaban a ser considerados "seres vivos dotados de sensibilidad" y dejaban de ser considerados como cosas.

Este significativo avance a nivel normativo no tan solo suponía una actuación firme contra el maltrato y la crueldad animal, sino que ponía de manifiesto el rol cada vez más relevante de las mascotas como miembros reconocidos de la unidad familiar.

Igual que ha sucedido con la economía, la política, los sectores y formas de producción, el modelo tradicional de familia ha sufrido a lo largo de los tiempos modificaciones y transformaciones. Hoy hemos normalizado nuevas estructuras familiares (familias nucleares, monoparentales, homoparentales, etc.) y, al mismo tiempo, hemos amplificado la concepción del término "familia" con la adición en nuestros hogares de miembros no humanos, como perros, gatos, reptiles, pájaros, entre otros.

Hay que añadir, además, una tendencia palmaria. El último censo disponible de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC) cuantificaba en más de 9,3 millones los perros censados en España, una cifra sustancialmente superior al número de niños de hasta 12 años, que se situaba en los 5,4 millones. Por su parte, según fuentes del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Consejo de Colegios de Veterinarios de Catalunya, a finales de 2022 la capital catalana registraba un total de 172.971 perros, en oposición a los 165.482 niños de entre 0 y 12 años. Barcelona, pues, y Catalunya por extensión, se sumaban a esta tendencia generalizada en la gran mayoría de países económicamente avanzados: cada día se tienen menos hijos y crece el número de mascotas en los hogares.

En el marco español, un hecho relevante que explicaría este fenómeno es la baja natalidad, agravada por las sucesivas crisis económicas que ha sufrido el país desde la Gran Recesión del 2008. La dificultad de muchos jóvenes en independizarse y también la creciente y desbocada inflación de los últimos tiempos han lastrado los recursos efectivos de estas nuevas generaciones. Como resultado de todo eso, muchos hogares hoy han intercambiado hijos por animales.

La baja natalidad y las sucesivas crisis económicas han hecho que muchos hogares hayan intercambiado hijos por animales

Pero más allá de las cifras, este ascenso significativo del número de mascotas también viene motivado por el afecto y la compañía que nos aportan. Varios estudios internacionales, entre los que podríamos destacar el de la Universidad de Harvard en un artículo publicado en The Harvard Gazette, o el estudio realizado por Tiffany Braley, del Centro Médico de la Universidad de Michigan en Ann Arbor y miembro de la Academia Americana de Neurología, constatan que tener perros, gatos u otras mascotas impacta positivamente en la salud y en el bienestar de las personas. De hecho, más del 96% de los propietarios de perros y el 91% de los de gatos manifiestan que su compañía los ayuda a sentirse más relajados, a practicar más ejercicio físico y a disfrutar de una mejor calidad de vida.

¿Y, a dónde nos lleva todo eso? Los animales de compañía han pasado de ser "nuestro mejor amigo" a ser un miembro más de la familia, y como tales, nos preocupamos por su bienestar y les dedicamos tiempo y recursos. Esta realidad ha permitido la expansión notoria de actividades económicas focalizadas en las mascotas y en sus necesidades, ya sean reales o creadas por la propia sociedad. Y aunque podemos convivir con una gran diversidad de animales, estos negocios en auge se enfocan principalmente en perros y gatos, por este mismo orden.

El negocio de las mascotas factura hoy en España más de 2.500 millones de euros al año. El interés constante por la salud y el bienestar de nuestros animales ha posicionado tres verticales como pilares de este crecimiento: la alimentación, la salud y la estética y/o higiene, sin olvidar una nada despreciable vertical dedicada al ocio.

El negocio de las mascotas factura hoy en España más de 2.500 millones de euros el año. El segmento que más es el de la alimentación, seguido de la salud

El segmento que más factura es, sin duda, el de la alimentación. Más allá del pienso de calidad, con marcas del país como Amykus (Els Hostalets de Balenyà), La Trufa (Caldes de Montbui), Gosbi (Vilamalla), Picart (Sant Pere de Vilamajor), Affinity Petcare (La Bisbal del Penedès) o Tramps (Figueres), empieza a adquirir un destacado protagonismo el llamado "real food", la última tendencia en alimentación saludable y sostenible para mascotas. Se trata, en definitiva, de un movimiento o estilo de vida centrado en una alimentación cruda o natural cocinada, y siempre libre de elementos ultraprocesados.

Bajo esta premisa han surgido en Catalunya empresas que hoy ya se han ganado un lugar privilegiado en los mejores rankings de calidad: Guau&Cat (Sant Celoni), que, cinco años después de su nacimiento, cerrará este año 2023 con más de 2,5 millones de euros de facturación y una producción de unos 4.000 kilos de comida al día. "No hacemos más publicidad porque llegamos a la capacidad máxima en esta nave", asegura Jaume Gomis, CEO de Guau&Cat. Dogfy Diet (Terraza), que con una trayectoria de tan solo cuatro años, prevé ingresar este mismo ejercicio 25 millones de euros, y crecer hasta los 50 y 80 millones de euros los años 2024 y 2025, respectivamente. La compañía alimenta diariamente a más 55.000 perros, que equivalen a una producción de 30 toneladas al día. Food for Joe (Barcelona), que, a pesar de ser la más joven de las tres alternativas, consolida su posición en el mercado con la reciente adquisición de su competidor Frankie the King, ampliando de esta manera su propia presencia en el mercado nacional. Y en último lugar, no querría dejar de citar al emergente Kibus Petcare (Sant Cugat del Vallès), que ha creado un robot de cocina que proporciona comida saludable y cómoda para mascotas y cuenta con el apoyo de ESADE, Purina y Lanzadera.

La salud es el otro gran negocio por excelencia que aumenta año tras año sus beneficios. No tan solo ha ampliado su cartera de servicios, con la incorporación de la medicina alternativa (acupuntura), la odontología, la psicología, la etología y el educador, sino que ha integrado la mejor tecnología para dar lugar a propuestas como Dindog Tech, una start-up nacida en Barcelona el año 2016 que hoy ya exporta sus servicios de telemedicina y monitorización a los Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Noruega, Italia, Tailandia, Singapur y Hong Kong.

Es indiscutible, pues, que nos encontramos ante un nicho de mercado con unas expectativas de crecimiento ilimitadas, y que aquí, en casa, tenemos potentes ejemplos de emprendeduría que ya han pisado el acelerador liderando las primeras posiciones del ranking.