Los nuevos datos sobre inflación en Estados Unidos y Europa serán determinantes en una semana que se espera tranquila en los mercados, en la que se consolidará la reciente subida y, seguramente, se arañe un poco más de ganancia. Nuestro IBEX 35 tendrá la oportunidad de batir los 10.000 puntos, nivel que no visita desde comienzos de 2018 (para que luego digan que a largo plazo siempre se gana en las bolsas).

El otro punto de referencia, más centrado en EE. UU., es la evolución de las campañas comerciales prenavideñas, con día de Acción de Gracias, el Black Friday y este lunes el Cyber Monday. Los analistas prevén un crecimiento de las ventas en torno al 4% respecto a la campaña del pasado ejercicio. Se trata de medir el pulso al consumo interno de la principal economía mundial, una vez que han abandonado su obsesión por los tipos de interés que se mantendrán en estos niveles algunos meses.

Los platos fuertes de la semana se servirán el miércoles y el jueves. El miércoles 29 se harán públicos los Índices de Confianza Económica, Industrial y de Servicios de la Eurozona, con los que el mercado analizará la solidez de la economía de la zona euro. Estados Unidos también publicará su segundo dato del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del tercer trimestre (intertrimestral, anualizado), para el que el mercado espera una ligera revisión al alza, de hasta el 5%, desde la previsión del 4,9%.

Y el jueves, en la eurozona, también se publicarán los índices de precios al consumo general y subyacente de noviembre para evaluar la persistencia de la presión inflacionista en la región. En EE. UU. también se publicarán los últimos datos sobre las solicitudes iniciales y de renovación de subsidio de desempleo y el deflactor principal y subyacente del gasto en consumo personal (PCE) de octubre. Estos datos de precios serán determinantes. En el caso de Europa se espera que la inflación caiga una décima hasta el 2,8%, mientras que en la economía estadounidense se apuesta por una rebaja del deflactor desde el 3,4% hasta el 3,1%, que en caso del subyacente terminaría en el 3,5% frente al 3,7% anterior.

Serían datos buenos, pero sin capacidad para abrir la espita de las bajadas de tipos de interés: el objetivo continúa siendo el 2% para los bancos centrales. Una cierta prisa por poner fecha a rebajas en las tasas lleva a algunos analistas a mostrar unas expectativas demasiado optimistas que luego pueden frustrarse. El camino por recorrer aún será largo y habrá baches en este recorrido hacia un cambio de tendencia.

El precio de la energía siempre es una amenaza que pende sobre la marcha de los precios. Aunque la situación actual no parece preocupante tras el desacuerdo en el cartel de la OPEP, que trasladó la cita de la semana pasada hasta este jueves día 30 y, además, se hará de forma virtual. “Un impasse sobre la futura política de la organización ampliada representa una gran incógnita para el mercado. Lo último que quiere la OPEP+ es encontrarse en un punto muerto en una reunión. Como consecuencia, los precios del petróleo han bajado, pero a pesar de todo, el panorama semanal es bastante neutral”, explican los analistas de MarketScreener.

Bitcoin y Bayer

Dos acontecimientos de la semana merecen especial atención. La plataforma de cripoactivos Binance se ha visto obligada a pagar una multa de 4.300 millones de dólares a la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC) por violar las leyes de transferencia de dinero y las sanciones estadounidenses, y a separarse de su emblemático consejero delegado Changpeng Zhao. Sin embargo, el bitcoin ha subido un 1% en la semana y ahora ronda la barrera de los 37.750 dólares. Esto es señal de que, en contra de lo esperado, este asunto no ha provocado el pánico entre los criptoinversores.

La otra referencia, esta negativa, es la caída del 21% la pasada semana en el precio de las acciones de la farmacéutica Bayer. El grupo tuvo que suspender un ensayo clínico de fase III sobre su nuevo anticoagulante, el asundexano, por falta de eficacia, lo que agravó sus problemas de tesorería y perjudicó sus perspectivas de ingresos. Varios analistas recortaron sus recomendaciones sobre el valor tras el anuncio. La caída se vio acentuada por el pago de 1.560 millones de dólares a los demandantes en el caso Roundup —su controvertido herbicida—, que promete no ser el último, según recuerdan desde MarketScreener. Los accionistas piden la escisión del grupo.