A propósito de blockchain, criptografía y criptomonedas
- Anton Gasol
- Barcelona. Sábado, 1 de febrero de 2025. 05:30
- Tiempo de lectura: 4 minutos
Blockchain: Las monedas virtuales (criptomonedas) se basan en una tecnología denominada blockchain (cadena de bloques) definida en 2009 como un registro digital descentralizado de transacciones compartidas en una red que es inmutable e inmodificable, que utiliza lo que se llama DLT "Tecnología de Ledger Distribuïda" que funciona como una base de datos NO centralizada, que no se puede hackear y que se pueden comunicar tanto de forma privada o pública. El Ledger o libro Mayor es el registro de todas y cada una de las operaciones y transacciones que se realizan dentro de un blockchain. Por eso se convierte en una de las piezas fundamentales de la transparencia, seguridad y privacidad de la tecnología blockchain y las criptomonedas. Una blockchain es un tipo de Ledger o Major que almacena información en bloques de datos.
La tecnología blockchain se basa en catro cimientos: el registro compartido de las transacciones (Ledger), el consenso con el fin de verificar las transacciones, un contrato que determina las reglas de funcionamiento de las transacciones y, finalmente, la criptografía (derivado del griego "kryptos" que significa "escondido"), y que es el cimiento de todo (La Metamorfosis del Dinero).
Blockchain no ha dejado de experimentar importantes avances. Además de un gran número de criptomonedas nuevas, surgieron también otros tipos de tokens de activos financieros tradicionales con finalidades diferentes del pago, como acreditar la posesión de acciones de una empresa o dar acceso a servicios específicos en una plataforma. O los smart contracts, es decir, contratos inteligentes que permiten ejecutar automáticamente un acuerdo entre partes, gracias a la descentralización de las finanzas (DeFi). En paralelo, la tecnología también ha ido adquiriendo mecanismos de validación de transacciones cada vez más sofisticados, orientados a garantizar un uso eficiente, descentralizado y seguro.
Actualmente, hay más de 1.000 blockchains operativas. Eso incluye blockchains bien establecidas como Bitcoin (BTC), Ethereum (ETH), Solana (SOL) y Cardano (ADA), así como muchas redes más pequeñas y nuevas que buscan resolver problemas específicos, como escalabilidad, interoperabilidad o privacidad. Algunas blockchains son específicas para ciertos casos de uso, como DeFi o NFTs.
Actualmente, hay más de 1.000 blockchains operativas, como Bitcóin (BTC), Ethereum (ETH) u otras más pequeñas
Criptografía: La criptografía moderna se ha vuelto significativamente más avanzada con el tiempo y gira alrededor de cuatro principios fundamentales: Confidencialidad: solo puede acceder a la información cifrada la persona a quien está destinada y nadie más; Integridad: la información cifrada no se puede modificar en el almacenaje ni en el tráfico entre el remitente y el receptor previsto sin que se detecten alteraciones; No repudio: el creador/remitente de la información cifrada no puede negar el envío de la información; Autenticación: se confirman las identidades del remitente y del destinatario, así como el origen y el destino de la información.
El cifrado también es cada vez más necesario para cumplir con los requisitos y estándares reguladores. La inteligencia artificial (IA) puede ayudar a optimizar la gestión de claves y mejorar los algoritmos de cifrado. Los protocolos avanzados de próxima generación, como la criptografía cuántica y la criptografía de curva elíptica (ECC), representan a la vanguardia de las técnicas criptográficas.
El cifrado es cada vez más necesario para cumplir con los requisitos y estándares regulatorios
Criptomoneda: Una criptomoneda es un nuevo tipo de divisa o moneda digital que utiliza criptografía, consistente en la práctica de desarrollar y utilizar algoritmos codificados para proteger y esconder la información transmitida para que solo pueda ser leída por aquellos con permiso y capacidad de descifrarla. En definitiva, la criptografía esconde las comunicaciones para que las partes no autorizadas no puedan acceder. En la era digital moderna, la criptografía se ha convertido en una herramienta esencial de ciberseguridad para proteger la información confidencial de hackers y otros cibercriminales.
La razón primigenia con respecto a la emisión de criptomonedas es no tener que depender de entidades centrales que emiten y controlan la cantidad de dinero en circulación. Una criptomoneda es una forma de dinero o divisa P2P (peer to peer) puramente digital. Al ser digital se puede enviar a cualquier lugar del mundo en cuestión de segundo y sin necesidad de intermediarios. El dinero digital es, probablemente, la mejor forma de dinero que puede existir. Entre las razones figuran: la seguridad, la transparencia y la privacidad, gracias a la tecnología blockchain, que es una base de datos sostenida por una red descentralizada completamente. ¿Y cómo se validan los diferentes bloques de cadena de bloques? Mediante un acuerdo entre los 'nodos' de la red, lo cual permite una especie de auditoría que impide que nadie pueda enviar información manipulada en la blockchain. Y en informática y computación, un 'nodo' es, en general, un punto de conexión física o virtual desde donde se puede crear, enviar y recibir información de toda clase de datos e información. Los 'nodos' de las criptomonedas están constituidos por todos aquellos ordenadores que están interconectados en la red de una determinada criptomoneda, ejecutando el software que se encarga de todo su funcionamiento. Estos nodos están interconectados entre sí mediante una red de parejas conocidas como la red Peer-to-Peeer (P2P), lo cual significa que todos los 'nodos' operan de forma igual y equivalente entre sí.
Criptomonedas y su evolución: En 2009 se introdujo la primera criptomoneda, Bitcóin (BTC). En 2013, la creciente popularidad de Bitcoin impulsó la creación de más criptomonedas, como Ripple (XRP) y Dogecoin (DOGE), de manera que a finales de 2013 había unas 60 criptomonedas. 2014 marcó el auge de las altcoins (criptomonedas alternativas) y el inicio de un ecosistema de criptomonedas realmente diverso, aumentando su número hasta más de 500, con proyectos importantes como Ethereum (ETH). 2017 fue un año crucial para las criptomonedas, con un mercado en auge. El número de criptomonedas aumentó hasta 1.300, un periodo que vio el auge de las ICOs (Initial Coin Offering) una forma de financiación inicial de proyectos o de empresas en fases inicial y la creación de miles de nuevos tokens (unidades de valor emitidas por una entidad privada en 'blockchain'). En 2020, el número de criptomonedas a final de año era de 5.000, gracias al auge de las finanzas descentralizadas (DeFi), y de los tokens no fungibles (NFTs). Con datos de Investing a 24 de enero de 2025, hay 10.757 criptomonedas en circulación, gracias a innovaciones continuas en la interoperabilidad de blockchain, las finanzas descentralizadas (DeFi) y la expansión de las aplicaciones de Web3, con una capitalización de USD 3,6 billones europeos (1012), con un dominio del Bitcóin (57,7%) con 19,8 millones de bitcoines en circulación, seguido de Ethereum (11,2%) con 120,5 millones ETH en circulación, y el resto de criptomonedas (31,1%) de capitalización.
En 2009 se introdujo la primera criptomoneda, Bitcóin, y en 2013, su la creciente popularidad impulsó la creación de más criptomonedas
Stablecoins: Hay actualmente unas 190 stablecoins en circulación. Son criptomonedas vinculadas al valor de activos tradicionales como el USD o el Oro, o la moneda nacional. Las stablecoins se utilizan principalmente para hacer pagos, como cobertura contra la volatilidad y en plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi).
NFTs: Hay unos cuantos centenares de tokens vinculados a NFTs (tokens no fungibles, que se utilizan para comprar, vender e intercambiar NFTs en mundos virtuales y metaversos.
Meme coins: Hay 3.222 meme coins en circulación. Son criptos que han ganado popularidad gracias al marketing viral, la cultura de internet o el apoyo de celebridades. Los meme coins a menudo experimentan una volatilidad extrema de precios e interés especulativo.