En solo un par de días, todo el discurso de los mercados se ha dado la vuelta. Las bolsas europeas caen con fuerza en la peor semana que se recuerda desde la intervención de Credit Suisse. Después de que la Reserva Federal mantuviera tipos en los niveles del 5,25%-5,50%, el mundo del dinero se ha puesto negativo sobre la renta variable y ha huido a comprar bonos, cuya rentabilidad vuelve a los niveles de comienzo de año, con el estadounidense en el 3,78% (llegó a cotizar al 4,66% el pasado abril) y el alemán en el 2,16%. Por lo menos los inversores en deuda y renta fija ganaron dinero. En las bolsas, el Ibex 35 se dejó el 4,42%, el EuroStoxx 600 cayó el 2,92% y el estadounidense S&P 500 un 2,06%. 

Las razones argumentadas para esta caída de las acciones son dos, principalmente. De un lado, los resultados de las 7 magníficas de la tecnología en Estados Unidos. Si bien han mostrado solidez, estas empresas están metidas en fuertes inversiones en inteligencia artificial (IA), lo que requiere paciencia para que den fruto, justo lo que no tiene el inversor. Se ha pasado por alto que el beneficio por acción en el S&P 500 lleva una subida media del 12,2% frente a una previsión del 9%. De otra parte, la tasa de paro en Estados Unidos conocida el viernes se elevó del 4,1% al 4,3%. Hasta ahora para los expertos estos niveles son propios de lo que se conoce como paro técnico. Pero ahora se reprocha a la Fed que no haya bajado antes los tipos y que la principal economía del mundo entre en un aterrizaje brusco que obligue a una bajada más drástica y rápida del precio del dinero. Una expectativa que sentó especialmente mal al sector bancario.

Sin embargo, es posible hacer una lectura más cercana a la sicología del inversor. Después de un año de ganancias inesperadas en el que las bolsas acumulaban subidas muy superiores al 10%, llega el parón estival de agosto y es un momento muy adecuado para recoger beneficios, que los precios se ajusten y luego volver a entrar con valoraciones más bajas. Todo apunta a que hay una sobrerreacción en los resultados de las tecnológicas y en la marcha de la economía estadounidense y su necesidad de tipos más bajos.

Y con este discurso de desaceleración, el petróleo cedió en la semana el 4,05% hasta los 77,22 dólares para el barril tipo Brent. El crudo pasó por alto la muerte del líder de Hamás en Irán, que ha aumentado el riesgo de una escalada entre Irán e Israel y que en otras circunstancias hubiera sostenido los niveles de precios de la apertura semanal. En cuanto al bitcoin, desde Market Screener explican ha bajado más de un 5% esta semana, y ahora cotiza en torno a los 64.800 dólares. “Se registraron volúmenes muy bajos en los ETF Spot de Bitcoin en Estados Unidos, señal de que los inversores institucionales han rehuido a esta criptodivisa esta semana”, indican. Ahora toca huir del riesgo y refugiarse en valores seguros.

Una agenda muy sosa

El comienzo de semana destacará por la publicación de la lectura final de los índices de gestores de compra (PMI) correspondientes al mes de julio en la Eurozona y de Reino Unido. Por su parte, conoceremos la producción industrial de nuestro país en junio, situándose su crecimiento en el mes anterior en un 0,4% en términos interanuales frente al proyectado por el consenso de mercado de un 1,4%. A su vez, la atención se situará en el índice de precios de producción y el índice Sentix de la Eurozona, explican desde Self Bank.

El martes 6, tendrá lugar la publicación del dato sobre las ventas minoristas de la Eurozona en junio, tras registrar el mes anterior un avance de un 0,3% en términos interanuales. Por su parte, conoceremos la evolución de la balanza comercial de Italia en junio. Al día siguiente, destacará la publicación de la producción industrial en Alemania, correspondiente al pasado mes de junio, y en un contexto en el que en mayo registró una contracción de un 6,7% en términos interanuales. Adicionalmente, también será clave para evaluar las perspectivas del sector exterior de la Eurozona, la evolución de la balanza comercial de Francia y Alemania del mes de junio.

El jueves destacará por la ausencia de referencias macroeconómicas relevantes. El final de semana vendrá protagonizado por la publicación de la tasa de desempleo de Francia correspondiente al segundo trimestre de 2024, tras situarse en un 7,5% de la población activa a finales del primer trimestre. Por su parte, tendrá lugar la publicación de la lectura final del IPC de Alemania del mes de julio.

En el plano empresarial, tendrá lugar la publicación de resultados de Zalando, Bayer AG; Adecco, Allianz, Siemens y Puma, entre otras referencias.

En Estados Unidos la atención de los inversores al comienzo de la semana se centrará en la publicación de la lectura final del PMI compuesto, situándose su registro del mes de junio en 54.8 puntos (lectura preliminar de julio en 55.0 puntos). Por su parte, conoceremos el dato del ISM no manufacturero de julio.

El martes destacará la tendencia de la balanza comercial de la economía estadounidense el pasado mes de junio. Al día siguiente, como todas las semanas, tendrá lugar la publicación de las solicitudes de hipotecas, en una jornada en la que también se darán a conocer los datos de crédito al consumo.

El jueves 8, el foco se situará en la lectura final de junio de los inventarios mayoristas, mientras que la semana concluirá con la ausencia de referencias económicas relevantes. En el ámbito empresarial, destacará por la publicación de multitud de resultados como Uber, Airbnb, Axon, Fox, Walt Disney, Hilton, Paramount Global y Expedia, entre otros.