Apreciado Joan,

Ayer estuve pensando en ti, en el contenido de nuestra conversación y de forma particular a propósito de la noticia que me transmitiste relativa a que ibas a verte afectado por el proceso de reestructuración que va a llevar a cabo tu compañía. Te prometí que reflexionaría con calma y te haría algunas consideraciones; ¡aquí las tienes!

Confirmarte que la noticia sobre tu situación ya está circulando en mi entorno. De hecho, me ha llegado por una tercera persona. Es relevante que tomes conciencia de ello, ya que las personas tendemos siempre a concentrarnos en las noticias negativas más que en las positivas. Un dato que, sin duda, has de tomar en cuenta y que influye en las acciones que ya estás empezando a realizar con objeto de encontrar una nueva alternativa profesional. Dicho esto, te reitero mi disponibilidad para ayudarte en todo lo que consideres en este momento.

Tienes que tomar consciencia de que no eres ni el primero ni el último que se ha encontrado en esta situación. Es verdad que tu edad es hoy un hándicap más, pero no debes dejarte condicionar por un dato que no puedes, evidentemente, cambiar. Sabes bien que tu sector y tu rol son unos de los más impactados por los cambios estructurales que estamos viviendo hoy y en particular por la incorporación de la robótica y la inteligencia artificial (IA). Muchos otros han pasado por esta misma situación y la han superado. ¿Por qué tú has de ser diferente? Recuerdo también que nuestra conversación derivó hacia el análisis del concepto de lealtad entendida como un compromiso mutuo entre la organización y los individuos. Hoy, este compromiso a largo plazo, como estás viviendo directamente, es simplemente imposible. 

Tienes que tomar conciencia que no eres ni el primero ni el último que se ha encontrado en esta situación

Soy consciente de cómo te sientes: avergonzado por la situación, con tu entorno profesional, con tu jefe, con el profesional del reclutamiento que te propuso el último cambio, inseguro y sintiéndote un fracasado ante tu familia. No culpes a nadie, ni siquiera a ti mismo. Dicho todo esto, aquí tienes algunas orientaciones formuladas desde la única perspectiva de aportarte valor.

Vas a tener con total seguridad nuevas oportunidades profesionales, aunque has de ser consciente de que tu valor de mercado ha disminuido. Puede que no lleguen de la forma en que las esperabas y tal vez debas plantearte la posibilidad de desarrollar tu propio proyecto profesional o empresarial. No te consideres un apestado ni te preocupes si los profesionales de la selección (cazatalentos) no te buscan en este momento. Toma nota de que con mucha probabilidad vas a tener que ser flexible en tus expectativas.

Estás en un momento complejo, pero no debes desesperarte. Estoy convencido de que, en un tiempo relativamente corto, tu vida profesional continuará y probablemente con éxito. El 90% de los profesionales y directivos que han pasado por una situación similar logran reorientarse con éxito. Y aunque es cierto que la experiencia de un despido es dura, también lo es que constituye una de las lecciones más valiosas que todo profesional debería vivir.

Cuida las comunicaciones a tu entorno, pero no salgas disparado. Todo lo bueno necesita un periodo de maduración. Aunque la noticia ya está circulando, no debes quemar tu red de contactos de manera apresurada. Una buena estrategia es llamar ahora a tus contactos más cercanos con el siguiente mensaje: “Voy a salir de mi compañía en las próximas semanas. Ya estoy analizando algunas alternativas. Te mantendré informado de mis próximos pasos”.

No pierdas de vista la importancia de tu imagen personal en todos los entornos y de forma específica en aquellos digitales

Toma el control de la situación, lo que supone no esconderte de tu entorno y aprovechar al máximo este periodo vital. Debes de ser consciente de que tu proceso de búsqueda podría durar hasta 12 meses. Sigue haciendo deporte, mantén tu vida social activa y trata de no modificar demasiado tu rutina, además de estar más tiempo con tu entorno familiar y personal. Aprovecha para construir una nueva red de contactos, que será clave para tu futuro profesional.

No pierdas de vista la importancia de tu imagen personal en todos los entornos y de forma específica en aquellos digitales. Aunque soy consciente de que esta cuestión te preocupa, tómate tu tiempo para revisar tu perfil en las redes sociales, sobre todo en LinkedIn. Utiliza la estrategia de situarte en la posición de un reclutador o de un empresario de una pyme que analiza tu perfil. Piensa cómo te gustaría que apareciera la información para captar tu interés. Construye tu perfil con las indicaciones que utilizarías para tu CV. Aprende a usar para ello la IA generativa.

Con probabilidad tendrás que centrar tu búsqueda en el ámbito de las pymes y en sectores en desarrollo, lo que te exigirá concentrar la búsqueda en tu red de contactos. En este caso, tu perfil es una ventaja. Recuerda que los profesionales de la selección no gestionan más allá del 20% del mercado de trabajo de tu perfil. Las pymes no suelen usar los métodos tradicionales de reclutamiento, confían más en otras estrategias de búsqueda.

Ahora tu rol fundamental se concreta en la búsqueda o el trabajo de buscar trabajo, por lo que debes de adoptar una actitud adecuada en este proceso. Aunque lo hayas escuchado miles de veces, muy pocos profesionales o candidatos realmente lo toman en cuenta. Esta tarea exige una labor sistemática y constante. Haz un análisis detallado de tu experiencia, conocimientos y capacidades. Investiga el mercado, los sectores, las empresas contratantes y los puestos a los que puedes acceder. Redacta una buena oferta profesional.

Sea buscando empleo o creando tu propio proyecto profesional, tienes que tener claro cuáles son los activos que te hacen diferente

Haz el esfuerzo de identificar lo que te hace diferente señalando claramente cuál es tu valor diferencial en términos de aportaciones más relevantes a un rol o sector determinados. Debes verte como un producto que puede contribuir a resolver un problema. Ya sea buscando empleo o creando tu propio proyecto profesional, debes tener claro cuáles son los activos que te hacen diferente.  

La independencia profesional es una opción, pero no una solución universal y, además, termina siendo un camino sin retorno. Convertirse en empresario requiere de una pasta especial que no todos tenemos. Mi consejo es que te concentres en continuar con tu trayectoria profesional, lo que resulta compatible con ir investigando o evaluando otras alternativas empresariales. Un proceso que además puede serte muy útil en las relaciones con tu red de contactos. 

Joan… no tengo duda de que alcanzarás tus objetivos y que pronto accederás a una nueva alternativa profesional. Pero ten en cuenta que el tiempo de búsqueda y el resultado alcanzado estarán directamente relacionados con tu capacidad para gestionar la situación y transmitir con claridad al mercado el siguiente mensaje: "Sé dónde puedo aportar valor", en detrimento del contraindicado "Tengo un problema, me puedes ayudar a resolverlo”.

Un fuerte abrazo,