La semana pasada salió al mercado un chatbot de inteligencia artificial (IA) llamado ChatGPT que rápidamente se ha hecho viral en las redes y que consiguió el hito de sumar más de un millón de usuarios en tan sólo un día. Detrás de este éxito está la empresa OpenAI, antiguamente una organización sin ánimo de lucro que fue fundada en 2015 por Elon Musk y Sam Altman, pero que Musk abandonó en 2018 para evitar conflictos de intereses y defender su ética en torno a la IA.

Actualmente, la empresa OpenAI, L.P. opera como una empresa de software, ahora sí, con ánimo de lucro, especializándose en la investigación y el despliegue de IA con el objetivo de garantizar que la IA general beneficie a toda la humanidad.

Aunque la tecnología subyacente existe desde hace varios años, esta ha sido la primera vez en la que, de forma gratuita, los usuarios han podido probar el potente software de generación de lenguaje conocido como GPT3. Antes de escribir este artículo, estuve probando el software y es realmente sorprendente la naturalidad y creatividad de las respuestas del bot; desde pedirle que nos cuente un chiste, a que escriba un diálogo entre filósofos, que nos ayude con una receta de cocina, con un currículum, o incluso a que nos ayude a redactar o encontrar errores en diversos códigos de programación. Además, algo que resulta realmente fascinante es que, en lugar de elegir la mejor respuesta disponible en la web, el algoritmo elabora su propia respuesta, la cual resulta ser mucho más completa y comprensible que lo que podemos encontrar en el buscador de Google.

Hasta le pregunté al chatbot cuál es la mejor forma de generar un millón de euros en bolsa, y me contestó lo siguiente:

“La mejor forma de generar un millón de euros en bolsa es a través de una combinación de inversión a largo plazo en empresas sólidas y bien administradas, así como la implementación de estrategias de inversión astutas y bien investigadas. Sin embargo, también es importante recordar que invertir en la bolsa conlleva riesgos y que no se garantiza un retorno positivo de la inversión. Por lo tanto, es importante hacer una investigación adecuada y tomar decisiones de inversión sabias y bien informadas.”

Realmente no es una mala respuesta, pero no se puede sacar nada claro de ella; simplemente se limitó a recurrir a la sabiduría convencional recomendando diversificación e inversión a largo plazo. Quise indagar más y le pregunté por estrategias o valores específicos, pero me respondió que no estaba capacitado para asesorarme.

En fin, teniendo esto en cuenta, indaguemos más en Google y en si la IA es una amenaza o una oportunidad para ellos.

Alphabet (Google) - Nasdaq- TradingView

Alphabet (GOOG) ha perdido en lo que llevamos de año un 35% de su cotización debido a la situación macroeconómica actual y las subidas de tipos de interés que ha rebajado las expectativas de beneficios futuros de la empresa. No por el temor a que la IA le deje fuera del negocio. Aunque no cabe duda de que el chatbot de OpenAI es espeluznantemente bueno, Alphabet ya tiene una enorme cuota de mercado. Además, ha invertido sustancialmente en proyectos de IA, como DeepMind y AlphaGo, y tiene un propósito fundamentalmente distinto al de ChatGPT.

Podríamos definir al buscador de Google como una biblioteca que rastrea miles de millones de páginas web, indexando ese contenido y clasificándolas por orden de las respuestas más relevantes para después mostrar una lista de enlaces en los que se puede hacer clic. En cambio, ChatGPT sería el bibliotecario, buscando información pública en la web para poder generar una respuesta al usuario y pudiendo mantener una conversación similar a la humana.

Entonces, ¿por qué Google no genera sus propias respuestas singulares a las consultas, como ChatGPT? Esto es debido a que cualquier cosa que impida a la gente clicar en los resultados de las búsquedas va a perjudicar el modelo de negocio transaccional de Google, que consiste en conseguir que la gente haga clic en los anuncios. Alrededor del 81% de los 257.600 millones de dólares de ingresos de Alphabet Inc. en 2021 procedieron de la publicidad, y gran parte de ellos fueron los anuncios de pago por clic de Google.

Otro factor a tener en cuenta es que Alphabet es propietario de YouTube, que adopta un enfoque completamente distinto al de los contenidos generados por la IA donde millones de usuarios pueden subir contenido sobre todo tipo de temas. ChatGPT es increíblemente potente, pero aún estoy averiguando cuáles son sus mejores usos. Para las investigaciones en Internet en las que hay opiniones divergentes o conflictos de intereses, el buscador de Google triunfa, sin lugar a dudas. Sin embargo, la IA es capaz de generar respuestas más profundas que los motores de búsqueda y es capaz de crear y generar contenidos, en lugar de limitarse a consultarlos.

Personalmente, encuentro un gran potencial en el software de OpenAI, pero me preocupa el hecho de que la información devuelta por la IA sea del todo cierta o no, especialmente en un momento en el que la desinformación y las fake news circulan por todas las redes sociales y los motores de búsqueda están en presión constante para sacar a la luz información verificable.

En fin, la disrupción forma parte del negocio de la tecnología, y esta será una amenaza que nunca desaparecerá realmente para las empresas del sector. En todo caso, la IA es tanto una oportunidad para el negocio de Google como una amenaza.