Siria: la batalla de la reconstrucción
- Anwar Zibaoui
- Barcelona. Sábado, 21 de diciembre de 2024. 05:30
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Ahora que el régimen de Al-Assad es cosa del pasado, Siria está cerrando un capítulo de décadas de terrible brutalidad. El país empieza a escribir un nuevo episodio de su historia tras un largo período de inmenso sufrimiento, persecución y racismo.
Siria, con su rica historia y diversidad cultural, es un país de arte, literatura y educación cuyos habitantes son conocidos por ser hábiles comerciantes, incluso en las circunstancias más adversas. Todas estas virtudes son factores cruciales para permitir mirar hacia el futuro con optimismo y construir una economía sólida y próspera que mejore la calidad de vida de todos los sirios, sea cual sea su origen. Esta es una oportunidad única para reconstruir un país que recupere la energía, los méritos y la vitalidad de su gente.
El pueblo sirio merece reconstruir su país. Ahora se inicia una fase crítica y decisiva para dar definitivamente el salto al siglo XXI y salir del estancamiento al que estaba sometido el país desde mediados del siglo XX. Aunque el futuro es prometedor, las secuelas del pasado reciente persisten. El PIB ha pasado de los 62.000 millones de dólares en 2010 a solo 8.000 millones de dólares en la actualidad, una pérdida de 54.000 millones de dólares en 14 años. En el mismo período el índice de pobreza se ha disparado, pasando del 12% registrado en 2010 a más del 90% actual. A lo que hay que añadir que más del 65% de la población sufre una inseguridad alimentaria que pone en riesgo las vidas de muchas personas.
Aunque el futuro de Siria es prometedor, las secuelas del pasado reciente persisten: el PIB ha pasado de los 62.000M de dólares en 2010 a 8.000M
Por tanto, Siria se enfrenta a una difícil recuperación, con estimaciones que muestran que casi la mitad de las viviendas han sido destruidas o dañadas (2 millones de un total de 5,5 millones de viviendas). La estimación del coste de reconstrucción de las viviendas requiere actualizaciones debido a los cambios en los precios de la construcción. A este desafío hay que sumar otro no menos importante: una estructura institucional debilitada, nada comparable a la coyuntura de 2011, cuando las instituciones estatales eran fuertes y estables. Por este motivo, es urgente apoyar a las instituciones sirias, ya que sin instituciones sólidas no puede haber desarrollo ni reconstrucción. Para ello, es necesario implicar al sector privado, que ha superado muchas adversidades y está dispuesto a aprovechar cualquier oportunidad de estabilidad y crecimiento.
Los costes de reconstrucción, agravados por los terremotos de 2023, podrían poner a prueba la generosidad regional e internacional. La pregunta que se repite cada vez más es quién va a financiar la reconstrucción del país. No hay que olvidar que el coste de la reconstrucción se ha estimado en un amplio rango que oscila entre los 400.000 millones de dólares y 1 billón de dólares.
Es necesario implicar en la reconstrucción al sector privado, que ha superado muchas adversidades y va a aprovechar cualquier oportunidad de crecimiento
Sin duda, estas son cifras desalentadoras para un país tan debilitado económicamente. Donde una vez esto podría haber igualado el valor de varios años del PIB, hoy representa el valor de décadas. Cabe destacar que en los últimos días, tras el anuncio del gobierno interino de una economía de libre mercado con medidas rápidas para facilitar el comercio, la libra siria mejoró su cambio con respeto al dólar en un 50%.
El país posee todos los componentes necesarios para una gran historia de éxito: una ubicación geográfica estratégica, abundantes recursos naturales, una población joven y ambiciosa, una diáspora mundialmente extendida y exitosa, y un gran patrimonio histórico. Este potencial puede ayudar a Siria a prosperar, posicionándose como un actor importante en la región.
Siria debe aprovechar las capacidades y los recursos de todos sus ciudadanos en la diáspora, que incluye no solo a los refugiados y exiliados que huyeron durante en los últimos 14 años de conflicto, sino también a millones de sirios que emigraron hace décadas debido al ascenso del régimen autoritario. Sus contribuciones podrían desempeñar un papel vital siempre que se les concedan los mismos derechos y oportunidades para participar en el futuro del país.
Reconstituir Siria, tras una larga historia de destrucción, será una tarea sumamente ardua. La negación no ayuda, porque el camino será difícil
La gestión de la postguerra suele ser más compleja que la planificación del propio conflicto, por lo que las nuevas autoridades inician ahora un camino arduo e incierto para reconstruir el país mirando al futuro. Siria se encuentra en una etapa en la que todos los escenarios son posibles. El país deberá afrontar nuevos retos que definirán su futuro inmediato, sobre todo, acelerar la reconstrucción con las máximas garantías de éxito, así como ganar la carta económica con la que se juega su futuro.
Reconstituir Siria, tras una larga historia de destrucción, será una tarea sumamente ardua. La negación no ayuda, porque el camino será largo, difícil y lleno de peligros. Los sirios necesitan tener esperanza y un deseo de estabilidad y prosperidad. Nada es más poderoso que la esperanza de una vida mejor.