Excelente semana para las bolsas con ganancias tanto en España como en Europa que superan el 16% anual. Si hace unas semanas hablábamos de consolidación de las ganancias, ahora toca decir que el mercado de acciones puede seguir subiendo. Sin duda, esta reflexión es incompatible, en apariencia, con que el Banco Central Europeo (BCE) –cumpliendo el guion previsto- subiese el precio del dinero en 0,25 puntos hasta el 4%. Subidas de tipos son sinónimo de caídas para los mercados de acciones, ya que afean la valoración de las compañías y se convierten en una alternativa de inversión más competitiva. La ortodoxia no siempre se cumple, habiendo capacidad de interpretación.

Se acerca el ecuador de los años y los agoreros, los anunciantes de una fuerte corrección del mercado van perdiendo la partida. Y es que ahora la subida de tipos del BCE (incluso la más que sugerida por Christine Lagarde para julio) tiene otra lectura: Si los bancos centrales están subiendo tipos es porque la economía está sana y se lo permite. Y este es el pensamiento reinante en la actualidad. Se suben tipos porque se puede. No se podría hacer con economías más débiles, de mayor paro, en las que los jefes de la política monetaria se rasgarían los ropajes antes de iniciar otra escalada en el precio del dinero.

Y este es el tótem que rige ahora. Está claro que encarecer el dinero perjudica a la economía, pero hay capacidad para estos movimientos por su fortaleza. Es más, no faltan analistas que apuntan a que el BCE y la Fed acabarán subiendo de más los tipos con el fin de poderlos bajar cuando las cosas de la macro se pongan más feas. Por su parte, la Fed se tomaba esta semana un descanso, aunque no descartaba un par de subidas más en lo que queda de ejercicio. Inflación del 4% y tipos del 5,25% hacen pensar a los analistas que el cometario de su presidente Jerome Powell es solo un farol lanzado en esta gran mesa del juego financiero. Creen que la Reserva Federal ya ha puesto fin a esta rapidísima vuelta de la tortilla en el precio del dinero.

Y así, la próxima semana se espera tranquila pero positiva. No hay datos especialmente determinantes y destacan las decisiones de tipos de los bancos centrales de Inglaterra, Suiza, Noruega y Turquía. En todas las previsiones se apunta a subidas, aunque estamos en niveles muy distintos. Suiza pasaría del 1,50% al 1,75% y en Turquía parten del 13% en el nivel del precio del dinero.

Los analistas de MarketScreener resumen bien lo que nos espera con numerosos datos de PMI manufactureros y de servicios que siguen por debajo de 50 (nivel de recesión) pero que van apuntando a pequeñas mejorías. Tras un comienzo de semana bastante tranquilo, el calendario macroeconómico se intensificará realmente a partir del miércoles, con la publicación de las cifras de inflación anual en el Reino Unido y los discursos de los responsables de la Reserva Federal estadounidense. El jueves será un día clave, con el Banco Nacional Suizo realizando su evaluación de la política monetaria y anunciando su decisión sobre los tipos de interés. El Banco de Inglaterra hará lo propio con los resultados de la votación del Comité de Política Monetaria, el resumen de la política monetaria y el tipo de interés oficial. En Estados Unidos también se publicarán varias estadísticas, en particular las relativas a las solicitudes de subsidio de desempleo. Por último, el viernes se publicarán los datos flash del PMI manufacturero y del PMI de servicios en Europa, Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos.

El miércoles y el jueves, Jerome Powell presentará primero en la Cámara de Representantes y luego en el Senado los avances en política monetaria, aunque como hemos apuntado antes, cualquier sesgo de dureza será poco creíble para los mercados que ya ven casi todo el pescado vendido. El Tesoro español descansará en sus subastas de deuda, una deuda que marcó máximos en los 1,5 billones de euros y que puede ser no solo para España sino para el conjunto del mundo el cisne negro que dé sorpresas negativas en los mercados. De momento, calma total.

Por último, FedEx, Accenture y CarMax presentarán resultados en Estados Unidos y en Europa rendirán cuentas Berkeley y DS Smith.