Aguas de Barcelona, Agbar, se compromete a "trabajar para las personas haciendo de las ciudades un mundo mejor para vivir". Ametller Origen, a "promover un estilo de vida más saludable y sostenible, facilitando el acceso a una alimentación nutritiva, placentera y limpia", así como a fomentar la circularidad y eliminar el desperdicio alimentario. Y así, con mayor o menor concreción en sus compromisos, hasta 200 empresas catalanas de todos los tamaños han firmado este martes el "Manifiesto por una economía con propósito" para garantizar que, más allá de los beneficios económicos, cumplirán objetivos sociales y de sostenibilidad. 

Empresas como DKV, Epson, Bonàrea, Caixa d'Enginyers, Armand Basi, Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Sorigué, Unilever, RACC y también algunos ayuntamientos, escuelas y hospitales públicos se han adherido al manifiesto, que no ofrece mucha concreción sobre cómo se garantizará que se cumplan estos compromisos o sobre unos mínimos sociales o ambientales. Lo impulsa Respon.cat, organismo empresarial con el foco en RSE (Responsabilidad Social Empresarial) de la mano de patronales y entidades económicas y empresariales de toda Catalunya como Foment del Treball, Pimec, Foment del Treball, CECOT o Consell General de Cambres de Catalunya.

El manifiesto hace "un llamamiento a las empresas catalanas y al conjunto de las que operan en Catalunya para desarrollar una cultura del propósito, que aborde los retos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) con un modelo empresarial arraigado al territorio, sensible a las necesidades y orientado a transformar el mundo para hacerlo un espacio más resiliente". 

Con base en la agenda 2030, las empresas se comprometen a desarrollar el propósito social antes de 2025 y a generar un plan de acción para generar impacto antes de 2030, con el objetivo claro de que las empresas dejen un legado más allá de lo económico, pero sin dejar patente con qué indicadores se medirá si lo cumplen

Mejorar la imagen de las empresas

Detrás de la idea, está la expresidenta de Respon.cat, Mercè Mullor, que ha defendido que las empresas den "un paso adelante" para reconocerse como "actores con capacidad de transformación social". "Las empresas tienen un nuevo papel social, crean valor económico y a la vez contribuyen a generar valor social y ambiental", ha defendido Mullor. 

En algunos momentos del acto, ha asomado la necesidad de mejorar la imagen de las empresas, en especial cuando Roser Fernández, directora de la Unió Catalana d'Hospitals (La Unió) ha defendido que "es necesario para superar el populismo de confrontar economía productiva con bienestar social". También cuando el presidente de Respon.cat, Rafael Oncins, ha acusado a los medios de comunicación de "poner más énfasis en los aspectos negativos" de las empresas que en sus acciones positivas. "El cambio no se produce de un día para el otro. Pero hoy se ha visibilizado un movimiento de fondo, basado en valores empresariales de nueva generación, en compromisos firmes, en una nueva manera de hacer empresa", ha añadido. 

La presidenta de la Cambra de Comerç de Barcelona, Mònica Roca, ha abierto el acto defendiendo que a las empresas les corresponde "ayudar a construir un futuro más próspero y compartir las mejores prácticas empresariales, que son a la vez buenas para la competitividad empresarial y para la sociedad". Desde la patronal CECOT, Oriol Alba ha defendido que "las empresas ya no quieren ser las mejores del mundo, sino las mejores para el mundo", así como ha resaltado la dificultad de hacerlo en un momento de "confluencia de incertidumbres". 

Después del discurso inaugural y algo de debate, representantes de 50 de las 200 empresas comprometidas, algunas de las más importantes de Catalunya, han firmado su compromiso con el propósito social y sostenible con unas breves palabras antes de cerrar el acto.