La UE podría vivir sin gas ruso gracias a las energías renovables en 2028, según un nuevo estudio publicado este martes por el Grupo de Finanzas Sostenibles de la Universidad de Oxford. Para ello, será necesario un gasto ya previsto de 299.000 millones incluido en el Green Deal de la UE y una inversión adicional en renovables y bombas de calor de 512.000 millones de euros.
El 90% de la inversión, según el estudio y partiendo del precio del gas natural, se podría recuperar gracias al ahorro por utilizar menos cantidad de este combustible. El estudio propone también algunas medidas políticas para caminar hacia esta transición. Además de poner fondos públicos y privados a disposición de las renovables, el documento también sugiere mejorar las subastas de energía solar y eólica y resolver problemas de autorizaciones. También el despliegue acelerado de paneles solares en los tejados y el aumento de ayudas al aislamiento de edificios y a la instalación de bombas de calor, defendidas como el futuro sostenible y barato de las calefacciones.
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En España, las condiciones de las subastas públicas de renovables han hecho que algunas de ellas queden desiertas y las constructoras de turbinas eólicas reportan pérdidas, en parte, porque aseguran que no consiguen margen de beneficio debido a lo que paga el estado por desarrollar la eólica. En cuanto a la energía solar, las demoras incluso para pequeños proyectos en Catalunya están entre las principales quejas del sector y de instaladores.
Antes de la invasión rusa de Ucrania, más de la mitad del gas europeo provenía de Rusia. A finales del año pasado, según las cifras oficiales de la UE, esta cuota se había reducido al 12,9%, gracias a los mercados alternativos y al auge de unas renovables que ya alcanzan la quinta parte de la energía europea.
Los autores del informe han destacado la importancia de las renovables para reducir la dependencia del gas ruso. "Al eliminar la dependencia de la importación de un combustible fósil con precios y suministro volátiles, la UE puede aliviar los problemas de seguridad energética, abordar la crisis del coste de la vida a través de los costes energéticos y avanzar en sus objetivos de lograr cero emisiones netas y atajar la crisis climática", ha dicho Gireesh Shrimali, coautor del informe y director de Transition Finance Research del Oxford Sustainable Finance Group.
"Como mayores importadores europeos de gas, los líderes políticos de Alemania, Italia y Francia deben aprovechar las ventajas de una energía renovable barata, segura y limpia para sus ciudadanos, al tiempo que socavan los esfuerzos bélicos de Rusia", ha apuntado por su parte Laurence Tubiana, CEO de la European Climate Foundation.
Laury Mylyvirta, analista jefe del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), ha recordado que "las importaciones de Gas Natural Licuado y gas por gasoducto de Rusia continúan, aunque a niveles reducidos: CREA estima que la UE pagó 5.000 millones de euros a Rusia por gas en los primeros cuatro meses de 2023".
"Las importaciones de gas de la UE procedentes de Rusia ya se han reducido en tres cuartas partes con respecto a los niveles anteriores a la invasión rusa de Ucrania. Sin embargo, gran parte de este gas ha sido sustituido por importaciones de otros países, lo que deja el suministro energético de la Unión vulnerable a futuras crisis geopolíticas y de abastecimiento y sigue alimentando el cambio climático", ha añadido Myllyvirta.