La Agencia Catalana del Agua (ACA) está enviando cartas a miles de empresas para conminarlas a reducir el consumo de "forma inmediata". Con el encabezamiento de "requerimiento de cumplimiento", este organismo de la Generalitat informa de que observan que "no se están alcanzando los objetivos de reducción" que establece el Plan especial de actuación de alerta por la sequía (PES). Por este motivo, reclama a las empresas que apliquen todas aquellas acciones (técnicas, reguladoras, administrativas y de control) necesarias de forma inmediata con el fin de reducir los consumos.
Cuando decretó la fase de preemergencia el 28 de noviembre pasado, el ACA estableció unas reducciones de consumo de agua que varían en función de los sectores económicos. En el caso de la industria, este ahorro se estableció en el 15%. En la carta se indica a las empresas que el consumo ha bajado, pero por debajo de los porcentajes establecidos.
Desde este organismo se subraya que se trata de comunicaciones "informativas". Recuerdan que desde la activación del plan contra la sequía, a finales de septiembre de 2021, han enviado comunicaciones a los diversos sectores económicos cada vez que se ha entrado en un nuevo escenario. No obstante, algunos empresarios que han recibido cartas como esta advierten que no pueden reducir más el consumo de agua sin bajar la producción. Apuntan que han llevado a cabo en los últimos años inversiones en eficiencia de los procesos productivos para rebajar el volumen de agua al mínimo, pero que ya no tienen margen para recortarlo todavía más.
Las reservas de agua en las cuencas internas de Catalunya se situaron este martes en el 17,7% de su capacidad. Ahora se está en fase de preemergencia por la sequía, pero en el momento que bajen del 16%, se entrará automáticamente en la de emergencia. El conseller de Acción Climática, David Mascort, reconoció este martes que, si no llueve y se llenan los pantanos, se decretará la fase de emergencia previsiblemente el próximo enero. Para la industria, eso supone pasar de una reducción del consumo de agua del 15% en la actual fase de preemergencia al 25% en la de emergencia. En el caso del sector primario, llegaría al 50%.
Las medidas de ahorro de agua afectan al sistema Ter-Llobregat desde el que se suministra a las principales poblaciones del área metropolitana de Barcelona y de Girona, pero no se aplican solo a sus 6 millones de habitantes sino también a las empresas, especialmente a las grandes consumidoras. El resto de Catalunya (las comarcas de Lleida y la mayor parte de las de Tarragona) depende de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
Si en enero se declara la fase de emergencia, los nuevos proyectos que requieran un elevado consumo de agua tendrán que esperar. Según anunció Mascort, se aplazará el inicio o la ampliación de actividades turísticas, industriales y del sector primario –agricultura y ganadería– que hagan un uso intensivo de agua. Eso incluye desde nuevos hoteles a granjas. Hace unos días, Unió de Pagesos ya reclamó un trato equitativo entre sectores productivos por lo que respecta a las restricciones.
También se prevé aparcar los planes urbanísticos que no se ajusten al plan de sequía. No obstante, a una pregunta de los periodistas sobre el proyecto de ocio de Hard Rock, en los municipios de Vila-seca y Salou, Mascort reconoció que está en el área de la CHE y que el ACA considera que dispone de suficientes recursos para que continúe su tramitación. Precisó que no se detendrá la tramitación de los proyectos empresariales o urbanísticos, pero otra cosa es su puesta en funcionamiento.