El Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Ente Abastecimiento de Agua Ter-Llobregat (ATL) han firmado un préstamo de 360 millones de euros destinado a financiar, principalmente, las obras de rehabilitación y mejora de las plantas potabilizadoras del Ter y del Llobregat. La parte más importante del crédito estará destinado a la rehabilitación de la planta potabilizadora del río Ter, situada en Cardedeu (Vallès Oriental), y prevé una inversión de 130,5 millones.

Estas obras darán respuesta a la necesidad de reducir el caudal tratado por la planta, dando cumplimiento a los Acuerdos de la Mesa del Ter, con el objetivo de mitigar el impacto ambiental en la cuenca del río Ter.

Esta reducción del caudal a tratar y los escenarios cada vez más frecuentes de inestabilidad de precipitación, hacen necesaria una evolución del tratamiento de la planta para adaptarla a los tratamientos clásicos de aguas superficiales de climas mediterráneos.

Las obras financiadas por el BEI están incluidas en el Plan de Inversiones y Reposiciones de ATL para el periodo 2024-2028. La financiación total otorgada es de 360 millones, con un plazo de amortización de 29 años.

Por otra parte, las obras en la planta potabilizadora del Llobregat, con una financiación de 22 millones de euros, permitirán aumentar su capacidad de producción y mejorarán la garantía de suministro en el área metropolitana de Barcelona. Las obras proyectadas consisten en la mejora y optimización de las diferentes fases del tratamiento del agua y permitirán aumentar la producción de la planta, proporcionando una garantía de suministro mayor a toda la red Ter-Llobregat.

El acuerdo de financiación incluye, además, las obras del desdoblamiento de la cañería que conecta la planta potabilizadora del Ter con la estación distribuidora de la Trinitat por un importe de 41,2 millones de euros.

Otras inversiones para la mejora de la red

Además de las inversiones extraordinarias en las plantas potabilizadoras, ATL ha obtenido también financiación del BEI para inversiones ordinarias motivadas por la adaptación de sus infraestructuras al cambio climático y a sus efectos y consecuencias.

Se trata de un paquete de 128 millones que se destinará a la renovación de cañerías, la mejora de las redes de comunicación, la adecuación de elementos de telemesura y la instalación de analizadores de calidad del agua y tomas de muestras.