¿Puede la política de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, poner en riesgo la producción de baterías eléctricas en el municipio extremeño de Navalmoral? La Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente ha elaborado un estudio con el que cuantifica ese riesgo y alerta que más de tres cuartas partes (un 79%) de la producción española de baterías y un 68% de la producción europea están en riesgo. ¿Por qué? Porque "la ley de subsidios de Biden ha supuesto unas inversiones muy atractivas para los fabricantes que podrían decidir traspasar allí sus fábricas", explica Carlos Rico, responsable de políticas de la federación en España.
Para valorar si existe riesgo, y si este es elevado, medio o bajo, de que una fábrica de baterías deje de hacerse o se acabe trasladando a Estados Unidos, la federación de organizaciones sin ánimo de lucro sobre transporte y medio ambiente ha tenido en cuenta seis factores. El primero es si el proyecto ha recibido ya financiación para llevar a cabo su proyecto. El segundo, si se ha definido la localización. Y el tercero en qué fase se encuentran la construcción y los permisos. El cuarto factor es si existen inversiones ya realizadas de fabricantes europeos y si estos han recibido fondos europeos. El quinto elemento de riesgo tiene que ver si tienen producción en Estados Unidos o si tienen algún proyecto planificado allí y el sexto, en caso de que no exista una producción en Estados Unidos, si las empresas tienen alianzas allí.
Así, un proyecto que no ha recibido aún financiación ni está ubicado que corre a cargo de una empresa que ya tiene producción en Estados Unidos estaría en el rango mayor de riesgo. Las fábricas de Freyr en Georgia y Finlandia, así como la italiana Italvolt en Scarmagno y Microvast son las que corren mayor riesgo de perder su producción o parte de su producción en beneficio del mercado norteamericano. La fábrica alemana de Tesla en el municipio alemán de Grünheide se mueve entre los riesgos medio y alto, según el estudio.
Entre las fábricas españolas, el estudio apun ta a un mayor riesgo en el caso de la fábrica Envision, proyectada en Navalmoral, donde ve un riesgo medio para 10 de los 30 GWh proyectados y alto para los otros 20 a que traslade su producción a Estados Unidos. "No tiene asegurada la financiación y existe además la empresa tiene proyectos en Estados Unidos, por lo que existe un riesgo medio de que no tire adelante", advierte Rico.
La gigafactoría de Volswagen en Sagunto tiene un riesgo medio de perder la mitad de los 40 GWh proyectados y bajo de perder el resto. Phi4Tech, en Badajoz, tiene un riesgo bajo de perder cinco GWh y medio de perder los otros quince. Inobat, proyectada en Valladolid pero aún sin ubicación, corre un riesgo aún mayor. "La construcción ya se ha asegurado la financiación y ha entrado en el primer PERTE, pero la expansión aun no ha recibido financiación", aclara Rico. Phi4Tech, proyectada en Badajoz, "ya ha empezado la construcción, pero es más complicado que consiga financiación para las siguientes fases", concluye Rico.
Basquevolt, por su parte, "ha entrado de la mano de Mercedes y por tant oel riesgo no es demasiado alto", aclara Rico, aunque gran parte de la financiación ha ido destinada a temas de investigación porque se trata de una batería de estado sólido y no de litio, más innovadora. "Necesitará una mayor inversión para expandirse", añade Rico.
Según el informe, en Europa están en riesgo más de dos tercios (68%) de la capacidad de fabricación de baterías de iones de litio, que podría frenar su expansión de cara a 2030. Por países, Alemania e Italia son los países con más GWh en riesgo alto de pérdida, 87 el país germano y 45 el transalpino, mientras que España es uno de los países con mayor ratio de GWh en un nivel de riesgo intermedio, 72 de sus 120 Gwh proyectados, veinte de los cuales se encuentran en elevado riesgo.
"El riesgo más plausible es que ampliaciones que estaban previstas se frenen y se substituyan por construcciones en Estados Unidos, donde Biden ha llevado a cabo políticas fiscales muy atractivas para estas inversiones", reflexiona Rico, que ve en la publicación, el próximo 14 de marzo, de la Industry Net Zero Act, respuesta europea de Von der Leyen a la Inflation Reduction Act (IRA) de Biden, un "buen punto de partida" para frenar riesgos de fuga, pero que "puede ser insuficiente". "Para competir con la ley de Biden hará falta dinero nuevo, y para ello tendrá que activarse el fondo soberano de Europa tendrá que reactivarse".