La Comisión Europea urgió este miércoles a los gobiernos que todavía no han enviado la versión final de sus planes de energía y clima, entre ellos España, que lo hagan lo antes posible, puesto que representan un "paso clave" para que el bloque pueda cumplir con su objetivo de reducción de emisiones de 2030. Así consta en el Informe sobre el Estado de la Energía presentado por la comisaria responsable de esta cartera, Kadri Simson, quien ha recordado en una rueda de prensa que sólo diez Estados miembros han enviado la versión definitiva de dichos planes. En concreto, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania,, Irlanda, Italia, Letonia, Luxemburgo, Países Bajos y Suecia).
"La Comisión urge a los restantes Estados miembros a remitir sus planes sin dilación para permitir un análisis rápido y amplio a nivel europeo al tiempo que constituyen una plataforma sólida para abordar los obstáculos, debatir las mejores prácticas y mejorar la coordinación regional y permitir una ejecución rápida y ágil de nuestros objetivos 2030", reza el texto.
España, que envió el último borrador el pasado julio, se encuentra entre los 17 socios comunitarios que todavía no ha enviado a las autoridades comunitarias la nueva versión definitiva de su plan nacional de energía y clima (PNIEC), pero fuentes diplomáticas han asegurado a EFE que lo hará "próximamente".
En esta línea, Bruselas apunta que todos los gobiernos "deben aumentar sus esfuerzos para garantizar un nivel suficiente de ambición y asegurar que la UE está en el buen camino" para lograr sus metas climáticas.
El informe destaca que el análisis de los borradores de los planes que los países enviaron el pasado año apunta a una mejora en la ambición, pero todavía "insuficiente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, al menos, un 55% para 2030", como se ha marcado el club.
En concreto, el examen de los servicios comunitarios revela que los borradores enviados por las capitales conducirían a una disminución de las emisiones de CO2 del 51% al final de esta década, lo que supone una "brecha" de cuatro puntos porcentuales.
Bruselas subraya que este agujero también queda reflejado en los objetivos nacionales de reducción de emisiones y en las metas para aumentar la captura de carbono, lo que "demuestra la necesidad de medidas y una aplicación más robusta" de los planes de clima para "están en el buen camino de cara a 2030".
Además, el informe remarca que "sólo unos pocos Estados miembros han incluido en sus borradores de actualización de los planes actuaciones detalladas sobre adaptación al cambio climático en el contexto de la resiliencia de sus sistemas energéticos".
La Organización de Naciones Unidas, que celebrará su próxima conferencia climática COP29 en Azerbaiyán el próximo noviembre, ha insistido en numerosas ocasiones en que los gobiernos de todo el mundo deben mejorar sus planes porque las actuales proyecciones no permitirían alcanzar el objetivo de que las temperaturas a final de siglo no suban más de 1,5 grados centígrados respecto a los valores preindustriales.