Volkswagen ha anunciado este viernes que invertirá 5.170 millones de dólares, 4.700 millones de euros, en construir en Canadá su primera planta de baterías fuera de Europa, a la vez que recibirá de las autoridades canadienses hasta 9.750 millones de dólares (8.800 millones de euros) en subsidios durante los próximos 10 años. Hasta la fecha, la automovilística alemana tiene tres plantas confirmadas por construir en Europa: una en Skelleftea (Suecia), otra en Salzgitter (Alemania) y una en la localidad valenciana de Sagunto, en España.
La planta canadiense, que se ubicará en la localidad de St. Thomas, a unos 200 kilómetros al suroeste de Toronto, creará alrededor de 3.000 empleos directos y unos 30.000 indirectos, según las cifras proporcionadas por las autoridades canadienses.
El Gobierno canadiense señaló en un comunicado que proporcionará entre 8.000 y 13.200 millones de dólares canadienses (entre 5.300 y 8.800 millones de euros) en subvenciones, dependiendo de la producción, para igualar las ayudas que Estados Unidos ofrece a través de la Ley de Reducción de la Inflación aprobada por Joe Biden.
Peligro para Europa
Desde hace tiempo, el sector viene pidiendo en Europa subsidios similares, alertando de una posible deslocalización hacia Norteamérica por las mayores ayudas. Un estudio de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente cuantificaba el riesgo en la pérdida del 79% de la producción española prevista y un 68% de la europea. Ahora, Canadá suma otro competidor a este mercado del que depende el futuro del automóvil en Europa.
Las ayudas desaparecerán en 2032, pero el acuerdo establece que tiene la "flexibilidad" para ser ajustado si el nivel de ayudas en EE.UU. cambia. Volskwagen también recibirá 500 millones de dólares canadienses (336 millones de dólares estadounidenses) de ayuda directa por parte de las autoridades locales, el Gobierno de la provincia de Ontario. La provincia, por su parte, invertirá cientos de millones de dólares en mejoras de las infraestructuras en la región de St. Thomas.
Una vez terminada en 2027, la planta, que será operada por PowerCo, una unidad de Volskwagen, tendrá capacidad para fabricar baterías para un millón de vehículos eléctricos.
El Gobierno canadiense señaló que la planta generará un valor estimado de 200.000 millones de dólares canadienses (134.500 millones de euros) y será la mayor planta de manufactura de Canadá.
La industria automotriz de Canadá da trabajo, de forma directa e indirecta, a más de 500.000 trabajadores, de los que 100.000 se sitúan en la provincia de Ontario, y contribuye al PIB del país con 16.000 millones de dólares canadienses (10.767 millones de euros) al año.