Catalunya tiene un grave déficit de energías renovables y requerirá una inversión de 84.361 millones de euros para compensarlo. Mientras que España y Europa generaron el 40% de su energía a partir de renovables el año pasado, Catalunya se quedó en el 15,6% y hace tiempo que no cumple los objetivos energéticos que había planeado en su perspectiva energética para 2030, el PROENCAT. Justo este martes, el Govern ha aprobado el PROENCAT 2050, estrategia energética a 27 años vista en los que pretende corregir su mal desempeño de los últimos años, en que ha quedado rezagado en inversiones eólicas.
El estudio lo ha elaborado el Institut Català d'Energia (ICAEN) y prevé que la eficiencia energética permita reducir un 30,3% el consumo de energía de cara a ese año. Será necesario instalar 12.000 MW de renovables hasta 2030 y 58.400 hasta 2050 para llegar a los 62.000 MW. Teniendo en cuenta que el parque actual de renovables es de 6.900 MW, el incremento supone casi un 100% más de instalación en siete años y multiplicar casi por 9, un 800% más, el parque renovable en 27 años.
El estudio, aprobado por el ejecutivo catalán, asegura que el reto "es posible si se aplican de forma intensiva un conjunto de estrategias destinadas a transformar la totalidad del ámbito de la energía, desde la demanda final hasta la generación de energía eléctrica, pasando por el papel de los ciudadanos". El documento del Govern recuerda que las emisiones de efecto invernadero relacionadas con el sector energético en Catalunya ascienden a 34 millones de toneladas de CO₂, un 72% del total, y que en el escenario dibujado de cara a 2050 deberían reducirse a cero.
Con la renovación del parque energético, además, la dependencia energética de Catalunya se reduciría del 93,8% al 7,9%, lo cual reduciría un gasto que a día de hoy es de 8.700 millones a 650 millones. El PROENCAT compra el marco del "decrecimiento" en cuanto a consumo de energía y prevé que el transporte consuma un 50% menos de energía, mientras los hogares consuman un 34% menos, mientras que la demanda eléctrica se dispararía un 76,6% de cara a 2050.
Un 2,5% de la superficie catalana
La inversión de 84.000 millones de euros se repartiría entre los 15.000 millones necesarios para la transición y disminución de consumo energético en transportes y sector doméstico, 13.000 millones más en modernización de infraestructura eléctrica y 51.000 millones en renovables. La biomasa, el biogás y otros productos de energía renovable no eléctrica, los denominados biocombustibles o energías renovables para usos térmicos, requieren por su parte una inversión de 4.594 millones de euros.
La ocupación de un 2,5% de la superficie de Catalunya podría abastecer el 97,5% del consumo de energía necesario, cifra que contrasta con el hecho de que la huella ecológica del actual modelo energético equivale a 3 veces la superficie de Catalunya.
La aprobación del PROENCAT se ha hecho efectiva tan solo unos días después de que el colectivo de científicos, economistas y otros expertos de diez organizaciones socioambientales catalanas anunciaran que harán un seguimiento de los objetivos ambientales fijados por Catalunya. Renovem-nos, Oikia, Asociación por la promoción del transporte público (PTP), red por la conservación de la naturaleza (XCN) o Greenpeace, entre otras, se sumaron al manifiesto. "La inacción en esta etapa crítica solo amplificará los efectos perjudiciales en nuestro planeta", dijo José Luis Domínguez, del Instituto de Investigación en Energía de Catalunya (IREC).
Han creado, además, un monitor de emisiones que, por ahora, ya ha calculado que Catalunya emitió un 3% más de CO₂ en 2022 que en el año anterior, rompiendo con la disminución de contaminación que sí que se produjo durante la pandemia.