Cuando faltan 10 años para el cierre de las nucleares de Tarragona (Ascó I lo tiene que hacer en 2030, Ascó II en 2032 y Vandellòs II en 2035), la dependencia que tiene Catalunya de la térmica para generar electricidad preocupa al Govern. El 49,73% de la luz catalana se produjo el año pasado con energía nuclear, según los datos provisionales (con poco margen de error) publicados por Red Eléctrica y trabajados por el consultor en renovables y exgerente de Eoliccat Jaume Morron. Más fuerte es la dependencia de Tarragona, donde están las centrales: un 82,4% de la electricidad que genera proviene de las centrales.
Es una muestra del estancamiento acumulado de años en Catalunya en renovables, con un 16% de la generación con esta procedencia en un estado que ya llega al 50% de su mix desde 2023. Y también un aviso que en un futuro, si la transición no se acelera mucho, quizás habrá que incrementar mucho el gas en la red (lo advirtió el director general de Energia, Josep Maria Serena), con el aumento de precios y el incumplimiento de planes ambientales que eso supone.
No todo, sin embargo, son malas noticias por Catalunya. De los 44.250,07 GWh consumidos el año 2024, con una caída de demanda con respecto a los 44.545 de 2023, los de procedencia fósil han caído: han pasado de 9.428 GWh a 7.924 GWh, disminución de un 16% para llegar a representar un 17,9% del total. Ahora bien, se trata de una caída que todavía deja la electricidad de origen fósil por encima de las renovables, que supusieron un 16,1% del total con 7.125 GWh.
Esta mejora supone un aumento del 19% en el uso de energías de origen renovable, pero esta buena noticia no lo es tanto como puede parecer. El incremento se debe sobre todo a los 1.366,4 Gwh más de energía hidráulica para producir luz que, a pesar de tener un componente gracias a las inversiones en las centrales, la eficiencia sobre todo de Endesa y el buen uso del bombardeo, también tiene que ver estrechamente con el contraste que el año 2023 hubo una de las peores sequías de la historia en Catalunya. La demostración de que no se puede confiar en que esta mejora se mantenga ni sea lineal se confirma al ver que los 3.570 GWh producidos por luz generada a partir del agua en Catalunya en el 2024 son menos que los 3.602 de 2021 o los 5.382 de 2020.
Es preocupante, en cambio, el pequeño crecimiento catalán de 23,8 GWh en fotovoltaica y la caída de 239,2 GWh en energía eólica, las dos grandes apuestas mundiales (a excepción de Donald Trump y los negacionistas) para descarbonizar la economía y al menos frenar la crisis climática. La lentitud administrativa ante la gran cantidad de trámites burocráticos para poner en marcha un proyecto y la oposición de colectivos y algunos ayuntamientos hace que los parques eólicos y fotovoltaicos no arranquen a Catalunya, mientras el nuevo Govern todavía estudia como agilizar los permisos medio año después de entrar al ejecutivo. El año pasado, solo se instalaron 79 MW de renovables, entre los 49 de fotovoltaica y los 30 MW de eólica del parque de Tres Términos en la Terra Alta.
Fuente: DialecSost con datos de Red Eléctrica
La falta de renovables y la alta dependencia de la energía nuclear a solo 10 años de su cierre (si no hay novedades) no son tampoco las únicas malas noticias del mix eléctrico catalán. También aumenta la importación de energía para hacer electricidad, es decir, que Catalunya es menos autónoma. La importación pasó de 6.282 GWh a 6.613 GWh, a pesar de que al menos este 2024, a diferencia de lo que sucedió en el 2023, la generación con renovables ha sido inferior a la importación. El avance de las líneas de Muy Alta Tensión (MATE) de Forestalia para llevar|traer luz de Aragón pueden empeorar todavía esta dependencia externa.
Una transición estancada
Dependencia nuclear, dependencia externa, estancamiento de eólica y fotovoltaica y posible necesidad de más gas son, al fin y al cabo, una combinación de factores muy negativos para la competitividad industrial, que ve en las renovables españolas grandes oportunidades de inversión, y también una mala noticia para el precio de la luz. Solo un 6,41% de la generación (2.836 GWh) provinieron de la energía eólica y tan solo un 0,93% (413,13 GWh) de la solar fotovoltaica, cifras ridículas en comparación de otros territorios españoles y europeos. De hecho, según un estudio de Ember, el 21% de la electricidad española en el 2024 fue producida con fotovoltaica, un 6% más que el año anterior. El rendimiento de la energía fósil, que pasó del 28 al 23% al estado español, es peor que en Catalunya por|para el menor peso de la nuclear al total del estado español. Las renovables ya representan casi la mitad de la generación eléctrica en la Unión Europea (47%), por|para lo cual Catalunya está 30 puntos por debajo.
Si miramos la demanda eléctrica por provincias en Catalunya, comprobamos una gran diferencia entre los orígenes de generación de unas y otros. Tarragona, que genera el 70,9% de la electricidad que se consume en Catalunya, la produce con una gran mayoría nuclear, del 82,46%, todos los 22.004 GWh que se generan en Catalunya porque está allí donde están las tres centrales nucleares activas. La eólica, con un 6,41%, y la cogeneración, con un 5%, son las otras fuentes más utilizadas.
En Barcelona, donde solo se genera el 15,8% de la energía catalana, la gran mayoría, un 70,29%, es de ciclos combinados, tecnología que combina gas y vapor para generar electricidad. La cogeneración, que se obtiene con el uso de gas y energía térmica, representa un 14,35% de la producida en Barcelona, con 851,51 GWh, por encima de la eólica, que representa un 6,45% con sus 383 GWh.
En Girona, la cogeneración con 249,17 GWh representa un 63,32% de su producción eléctrica, que es solo el 1% de lo que se genera en Catalunya. La hidráulica genera un 27,19% y la solar fotovoltaica un 7,3% (con 28,7 MW) en la única comarca que no tiene ni un MW de energía eólica.
En cambio, la generación en Lleida, que es el 12,3% del total catalán, es eminentemente hidráulica: representa un 53,29% de su generación, con un total de 2.464 GWh. La energía eólica (743 GWh, un 16,09%) y la cogeneración, que representa un 15,24%, son las siguientes fuentes energéticas de producción en Ponent.