Si se puede compartir el uso de un coche con un amigo o un compañero de trabajo, ¿por qué no disponer de un único vehículo para varios vecinos de un mismo inmueble residencial? Esta fue la cuestión que se planteó la start-up de soluciones de movilidad sostenible Activacar, distribuidor oficial de los cargadores Wallbox. La respuesta la ha encontrado en colaboración con diversos promotores de inmuebles de viviendas de obra nueva, que tienen la sostenibilidad como bandera de sus nuevas arquitecturas residenciales. La compañía de Málaga ha sumado a sus clientes -empresas y hoteles, básicamente- una quincena de conjuntos residenciales repartidos por Andalucía, Madrid, Valencia y Catalunya, comunidad esta última en la que se acaba de estrenar para dar servicio a los vecinos de Vila Bonaplata, una promoción de 210 viviendas de obra nueva, ubicadas en el Passeig de la Zona Franca de Barcelona, que cuenta con la certificación energética de Breeam Very Good, un certificado de carácter global que se otorga a los edificios más sostenibles. El inmueble está gestionado por Bialto, la plataforma de alquiler residencial de la gestora de activos Urban Input, fundada en 2004 por Marc Cabarrocas, Rafael López-Palacios y Howard Pierce.

Para poner en marcha los servicios, Activacar y las promotoras realizan un sondeo entre los vecinos del inmueble para conocer sus hábitos de transporte y sus necesidades de movilidad y determinar qué número de vehículos se precisan, como una opción de movilidad flexible, económica y sostenible, puesto que siempre se trata de unidades 100% eléctricas. El funcionamiento es muy sencillo. Los residentes pueden reservar y acceder a los vehículos eléctricos disponibles en su conjunto residencial a través de una aplicación móvil de Activacar. Solo pagan por el tiempo que usan el coche. Únicamente hay un condicionante: deben realizar trayectos round trip, es decir, que los vehículos siempre inician y acaban su recorrido en la misma localización, “en el parquin de casa”, comenta Gonzalo Pastor, portavoz de Activacar.

Pastor rehúye concretar el volumen de inversión que se requiere para cada instalación, “porque depende del número de vehículos, de los equipamientos que se coloquen, del tipo de estructura que ya esté construida previamente en el edificio…”, pero concreta que “el promotor y Activacar asumen al 50% el coste mensual de gestionar la instalación, entre 600 y 700 euros por vehículo”. Comparten el coste a medias, pero también las ganancias, asegura Pastor, y aseguran el mantenimiento y la resolución de posibles incidencias. El cliente-vecino accede al coche mediante la aplicación móvil y paga únicamente por el tiempo de uso del vehículo que previamente ha reservado, ya sea por espacio de minutos o incluso de días. El tique medio es de unos 10 euros por hora, pero a más tiempo de uso menos coste. “Es decir, tres horas cuestan menos de 30 euros”.

Habitualmente, los promotores deciden poner más de un coche a disposición de los residentes y, llegado el caso, se puede incluso alcanzar la cifra de 10 unidades, “como ha ocurrido con en la residencia de estudiantes Les Roches Marbella (Málaga) con vehículos a disposición de los alumnos, profesores y el equipo directivo del centro educativo”. También dan servicio a la residencia de estudiantes Amro Estudiantes, en Sevilla.

Entre los promotores como Bialto o Aedas Homes disponer de un servicio de carsharing residencial es “una forma de aportar valor añadido a las viviendas y de redoblar su compromiso social y de sostenibilidad”, añade Pastor. Por ello, la compañía que se fundó hace tres años espera que el segmento residencial sea uno de sus ejes de crecimiento futuro, “de hecho, estamos en conversaciones con diversos promotores para establecer los servicios en inmuebles residenciales en distintos emplazamientos de España, durante este 2023”, manifiesta el portavoz de la compañía.