Los cruceros pagarán, de media, 1.400 euros cada vez que atraquen en los puertos catalanes y los grandes barcos en general unos 759 euros por la contaminación que generan. Así lo ha anunciado este viernes en rueda de prensa el conseller de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, David Mascort, que ha previsto que la medida, que viene con retraso desde que se incluyó en 2017 en la ley de Cambio Climático catalana, entre en vigor a partir de enero o junio de 2024, en el semestre posterior a su aprobación en el Parlament. "Es el primer impuesto así en todo el estado", ha asegurado.
A la media de 1.400 euros por crucero se llega a partir del tipo impositivo de un euro por cada quilo de NOx (óxidos de nitrógeno) y PM (material particulado), que es el mismo que ya se anunció en abril de este año. Después de revisar alegaciones y de las quejas del sector, el Govern ha decidido eliminar de entrada la progresividad de este impuesto, que preveía en un inicio que la multa se triplicara hasta los 3,5 euros en 2026, cuarto año de aplicación. Esto hace que la previsión recaudatoria baje de los 9,7 millones anuales realizada hace unos meses a los 7,5 millones por año previstos en la medida actualizada. Este dinero, ha dicho el conseller, irá destinado a inversiones relacionadas con el cambio climático dentro del fondo para la protección del ambiente atmosférico. El objetivo de la medida, en cualquier caso, es ambiental y no recaudatorio.
Un 80% de barcos en Barcelona
Con todo y con eso, la Directora General de Qualitat Ambiental i Canvi Climàtic, Mireia Boya, ha asegurado que "no se descarta ninguna medida" en caso de que la contaminación no se reduzca, y que "el impuesto se revisa cada tres años", como advertencia a los grandes barcos que no reduzcan sus emisiones. El objetivo es incentivar las prácticas sostenibles, por lo que se aplicarán bonificaciones a aquellos barcos que utilicen energía eléctrica una vez atracados, y reducir la contaminación del sector, responsable del 14% de las emisiones en Catalunya y del 19% en el Área Metropolitana de Barcelona, según ha asegurado el mismo conseller. En la ciudad de Barcelona, el peso de la contaminación aumenta hasta un 46% de las emisiones de NOx en la ciudad y el 52% del material particulado (PM).
Además de los que utilicen energía eléctrica, ya sea por conexión a la red del puerto o por las baterías internas del barco (con documentación que lo acredite), tendrán bonificaciones de un 10% los barcos con certificados de mejora energética como el Green Award, el Celan Shipping Index, el Environment Shipping Index (ESI) o el certificado eduropeo medioambiental EMAS. También tendrán reducciones los ferris con destino a Baleares por su interés público, en su caso mayor, de un 25%. También estarán exentos los barcos que ofrezcan servicios públicos, los que atraquen en el puerto por una emergencia y los de ayuda humanitaria. Mascort no ha aceptado la posible excusa de que el Port no tenga capacidad eléctrica suficiente para alimentar a los barcos. "El Puerto tiene sus infraestructuras y los barcos pueden utilizarlas"
La medida afectará a los barcos con un volumen o capacidad superior a 5.000 toneladas de arqueo bruto (capacidad del barco), o sea, al 80% de los barcos que atracan en Barcelona, 1.472 sobre el total de 1.846, y al 79% de los barcos que atracan en el Puerto de Tarragona, 897. Hay otros 75 barcos que atracan en otros puertos que deberán pagar esta tasa.
La Generalitat ha hecho una estimación de lo que pagará cada tipo de barcos: Si un crucero pagará unos 1.400 euros por cada vez que atraque, un petrolero abonará unos 3.000 y un portacontenedores, 495 euros, "por el tipo de maniobra que realiza, que es más sencilla", ha aclarado Boya. "El 60% de los vehículos que gravaremos pagarán 500 euros o menos, no estamos hablando de grandes cuotas", ha apuntado Mascort.
La medida entrará en vigor en el inicio del semestre posterior a su aprobación en el Parlament, con la que el Govern cuenta después de haber hablado con los diferentes partidos aunque no pueden poner la mano en el fuego. "Como no depende de nosotros, no puedo asegurar que estará", ha reconocido Mascort, si bien ha recordado que la ley de cambio climático de 2017 se aprobó "con el apoyo de todos los partidos menos el PP". Mascort ha expresado que el Govern está "satisfecho" con la medida pese a las correcciones, "como siempre que trabajamos por la salud de la ciudadanía".
Para defender la medida, el conseller ha insistido en los riesgos ambientales y de salud y ha citado un reciente artículo de investigación en The Guardian que cifraba en 400.000 las muertes anuales asociadas a la contaminación en Europa. Además, ha recordado que la nueva directiva sobre calidad del aire de la Unión Europea rebajará a la mitad los niveles de contaminación permitidos para acercarlos a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y ha hecho referencia a las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por el exceso de contaminación de Barcelona y del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya del pasado mes de diciembre instando a la Generalitat a aprobar un plan de actuación para reducir las emisiones contaminantes en Catalunya.
La gestión, recaudación e inspección del impuesto irá a cargo de la Agència Tributària de Catalunya y afectará a los grandes barcos durante los tiempos de maniobra, amarre y fondeo en los puertos de Catalunya. El periodo de maniobra se calcula cuando el barco supera la boya de entrada al puerto hasta que está amarrado, mientras que el fondeo es el tiempo que pasa el barco asegurado por cualquier medio al fondo marino en la zona del puerto, más allá del amarre, que es el tiempo en que está atado al puerto en cuestión. Los responsables de las navieras que tengan que pagar deberán hacerlo mediante autoliquidación de forma telemática durante los primeros 20 días de julio si ha atracado antes del 30 de junio y durante los primeros 20 días de enero si lo ha hecho durante el segundo semestre del año.