Un mes después que Salvador Illa fuera nombrado president de la Generalitat, la superconsellera de Territorio, Vivienda y Transición Energética, Sílvia Paneque, anunció en septiembre del pasado año una batería de 16 medidas para acelerar la transición hacia energías renovables a Catalunya. Seis meses después, y una vez cerrado el primer año con Govern socialista, los efectos de este cambio todavía no se traducen en números con 79,65 MW instalados, pero sí en sensaciones.

El ingeniero y miembro de Eoliccat Jaume Morron, uno de los expertos en renovables que sigue con más atención la evolución de las renovables a partir de publicaciones oficiales, ha recopilado los parques instalados en Catalunya con estas cifras del Ministerio de Transición Energética, que suman los 49,65 MW de fotovoltaica y los 30 MW del parque eólico de Tres Termes en la Terra Alta hasta los 79,65  superiores a los 32 MW instalados en el fatídico 2023 pero menos que 101 MW de 2022. En el 2021, primer año de Aragonès, solo se instalaron 8 MW. Son cifras, las actuales, que aún podrían aumentar porque el ministerio puede llegar a tardar dos semanas en publicar los nuevos complejos. 

Con respecto a la autorización, se han concedido 1.104 MW de renovables en 2024, cifra similar a las autorizaciones de 2023. No obstante, "uno de los problemas es que con la autorización de construir no es suficiente porque después los promotores encuentran dificultades para obtener el plan urbanístico", apunta Morron, que resalta que la mayoría de construcciones y autorizaciones de 2024 son todavía fruto "del trabajo del Govern anterior".

La anterior directora de Energía con Aragonès, Assumpta Farran, reconoció en su día que la burocracia y los litigios de algunos grupos de población contra los parques de renovables ralentizaban el avance de las renovables en Catalunya y este es el principal factor que Paneque se comprometió a modificar. A pesar del fracaso en renovables del Govern Aragonés (solo 139 Mw instalados, un 1% del total español), durante la recta final hubo un esfuerzo que el actual Govern de Illa aprovechará y, según ha anunciado, profundizará.

"Todavía no se puede notar el efecto del nuevo GOvern  porque se están aprobando proyectos del anterior ejecutivo. Pero se nota un interés mucho mayor de solucionar problemas. Lo veremos durante una jornada que se hará pronto donde los responsables políticos explicarán las modificaciones para acelerar la tramitación y también lo vemos en cómo se está preguntando a los promotores cuáles sueño las dificultades para llevar a cabo los proyectos", explica Morron.

El sector energético y de renovables recibió con buenos ojos el nombramiento del nuevo Director de Energía, Josep Maria Serena, en sustitución d'Assumpta Farran, y también el de Santi Martínez como presidente de La Energética, ente público que tiene que promover también energías renovables ique mantendrá a Daniel Pérez como director general.

Durante los últimos años, los de mayor avance de las energías renovables en el estado español, la parálisis de Catalunya ha sido desastrosa para la economía y los objetivos de descarbonización. Así, mientras España ya supera la mitad de la producción de electricidad con fuentes renovables, Catalunya tiene un rendimiento casi cuatro veces inferior, con un 14% que será similar cuando se haga el balance del 2024. Si sacamos Catalunya de la suma del estado, el resultado es cinco veces inferior que el resto.

Eso no solo aleja en el país del objetivo de generar la mitad de electricidad con renovables de cara a 2030, sino que también acentúa la dependencia de otros territorios: el 14% de la luz que se consume viene de fuera, el doble que el año 2022. Esta menor soberanía energética afecta a la competitividad y también en la industria, que prefiere instalarse cerca de fuentes directas de energía renovable.

Además, el sistema eléctrico catalán todavía depende demasiado de las energías nucleares, responsables del 57% de la luz, y al ritmo actual es imposible que esta parte del mix eléctrico se cubra con renovables el año 2035, fecha para la cual está previsto el apagón de renovables, contra la que se expresa el sector térmico.

Entre las medidas para acelerar la transición, Paneque propuso un cambio de plazos de tramitación y agilizó los trámites urbanísticos, así como eliminó la necesidad de autorización administrativa para pequeñas instalaciones inferiores a los 500 Kw, de forma que se reduzca el periodo medio actual de entre 540 y 631 días de espera desde que un proyecto entra en la administración pública hasta que se construye.

Permitir el cambio de titular si un promotor deja a medias un proyecto renovable, aumentar la capacidad de producción de La Energética, clarificar la normativa para parkings y espacios abiertos y acelerar la electrificación y el arranque de la eólica marina sueño otros de los hitos del ejecutivo. Este 2025 se tendrían que empezar a ver los resultados.